martes, 7 de abril de 2009

Meditación Zen 05

Olas mentales.  Como disfrutamos de todos los aspectos de la vida en el despliegue de la gran mente, no nos interesa una simple alegría excesiva.  De esta manera podemos gozar de una serenidad imperturbable.
 
Cuando se practica el zazén no se debe tratar de detener el pensamiento.  Hay que dejar que éste se detenga por sí mismo.
 
Se perciben muchas sensaciones, surgen muchos pensamientos, muchas imágenes, pero son únicamente olas de la mente de uno.  Nada proviene de fuera de la mente.
 
Nada de lo externo puede causarnos inconvenientes.  Las olas de la mente las produce uno mismo.  Si se deja la mente tal cual está, se calmará.  Es lo que solemos llamar la gran mente.
 
El concepto de que todo está incluido dentro de la mente es la esencia de ésta.  Aunque surjan olas la mente es pura.  Es simplemente como agua clara con unas cuantas olas.  En realidad, el agua siempre tiene olas. Las olas son la práctica del agua…

Shunryu Suzuki, Mente Zen, mente de principiante.


El pensamiento no se puede detener, Martine Bachelor lo expresa de la siguiente manera, “no se debe tratar de dejar de pensar, esto es imposible, como es imposible dejar de oír, dejar de oler, dejar ver, dejar de sentir.” Es por eso que el budismo la mente se considera como el sexto sentido.

Al meditar nos vamos dando cuenta de que los pensamientos pasan, al igual que los ruidos, las luces, los colores, los olores, todo lo que percibimos a través de nuestros “cinco” sentidos. Nos damos cuenta que el canto de un ave, que escuchamos hace unos momentos, ya no sigue, que fue sustituido por el sonido de un auto pasando por la calle.

También nos vamos dando nuestra de que los mismo sucede con los pensamientos, que éstos son generados por nuestra mente y que no son reales, que un pensamiento sigue a otro, y aprendemos a dejarlos pasar. Entonces la mente se detendrá por sí misma, así lo dicen Zuzuki y otros grandes maestros.

El agua tiene olas, grandes o pequeñas, tranquilas o estruendosas, las olas son parte del agua. La mente tiene pensamientos, tranquilos o estruendosos, los pensamientos son parte de la mente. Las olas son la práctica del agua. La meditación es la práctica de la mente.

Se me vino a la mente una imagen de ese fluido lleno de olas y ondas que se transmiten en todas direcciones.  Eso hace no sólo que el fluido se vuelva opaco, sino que esas mismas olas hacen que veamos al mundo a nuestro alrededor distorsionado.  Igual que cuando vemos una imagen a través del agua, ésta se ve distorsionada y se distorsiona aún más cuando en el agua hay pequeñas olas.
 
Estamos tan acostumbrados a percibir, a colorear, el mundo que nos rodea, con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones – nuestras olas mentales – que ya no lo percibimos como realmente es.

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