viernes, 12 de febrero de 2010

Introducción al Om Yoga 5

El siguiente artículo se publicó originalmente en inglés en la página Atma Jyoti Ashram, pueden acceder al artículo original haciendo clíc en el título de esta publicación.


A continuación les ofrezco la traducción:



Swami Nirmalanda Giri

Boca y ojos cerrados

Respirar por la boca agita la mente, así es que mantener la boca cerrada y respirar sólo a través de la nariz tiene un efecto calmante. También lo tiene el cerrar tus ojos, ya que al cerrar los ojos eliminas las distracciones visuales y eliminas más del setenta y cinco por ciento de la actividad cerebral usual.

Ojos entornados hacia arriba

Pero hay más acerca de los ojos. Los ojos tienen un efecto definitivamente esotérico sobre la mente y sus energías sutiles así como la polarización de esas energías. Cuando los ojos miran hacia abajo, te llevan a experiencias subconscientes, especialmente cuando están cerrados, e incluso en el estado de sueño profundo. Cuando los ojos miran hacia delante, nos mantienen alerta y conscientes de nuestro entorno, incluso si los ojos están cerrados, y limitan nuestra consciencia al estado ordinario de consciencia. Cuando los ojos miran hacia arriba, empiezan a transferir nuestra consciencia al nivel de la superconsciencia. Ya que cuando nuestros ojos miran hacia arriba, el loto de los mil pétalos del cerebro, el Sahasrara, se empieza a abrir y a activarse.

La posición de los ojos hace que uno de los tres gunas – tamas, rajas y sattwa – predomine en nuestra consciencia. Cuando los ojos miran hacia abajo, predomina tamas – lo subconsciente. Cuando los ojos miran directamente hacia delante, predomina rajas – la consciencia despierta. Cuando los ojos miran hacia arriba, predomina sattwa – la superconsciencia.

Meditar con los ojos hacia arriba hace que las energías mentales sutiles que impregnan el cuerpo se empiecen a mover hacia arriba a los centros de percepción superior del cerebro y sus contrapartes astral y causal. Por eso en el Bhagavad gita (5:27) Krishna habla del yogui que “cierra los contactos externos fijando la vista hacia dentro de las cejas”. Esto usualmente se traduce como “entre las cejas” – en el llamado “tercer ojo” – pero antare bhruvoh sólo puede significar “dentro de las cejas”. Esto también se puede traducir legítimamente como “fijar la ‘mirada’ dentro de las cejas”, la idea es que a veces durante la meditación la “mirada” interna – en el sentido de darse cuenta – se enfoca o se centra en el frente de la frente detrás de las cejas o como mirar hacia arriba a través de las cejas. Encontrarás que esto sucede de manera muy natural cuando volvemos los ojos hacia arriba y los cerramos. Otro verso habla de cómo “en el momento de la muerte, con una mente no agitada, dotado de devoción por el poder del Yoga, fijando todo el aliento de vida en medio de las dos cejas [bhruvor madhya pranam aveshya samyak], alcanza a esa Persona Suprema resplandeciente”: [Bhagavad Gita 8.10]. Una traducción más literal es “habiendo unido el prana en medio de las dos cejas”. Esto, también, es un fenómeno espontáneo. Recuerda que la palabra en el texto es prana, que también significa la respiración. Encontrarás que en esa ocasión tal vez incluso puedas experimentar que el aliento sutil está sucediendo dentro del área de las cejas o de la frente.

En el capítulo sexto, verso trece, dice que el yogui debe sentarse con los ojos entornados hacia arriba, “como viendo al origen de su nariz” – swam nasikagram samprekshya – el nivel de las cejas en la frente. El propósito de esto no es concentrarse en el “tercer ojo” como se piensa usualmente, y ciertamente no hacernos bizcos, sino que por que cuando levantamos la mirada suavemente hacia arriba, hacia el nivel de las cejas como si estuviéramos mirando a un punto muy lejano (puede ayudar el pensar en mirar hacia arriba al cielo), hará que nuestra consciencia así como nuestras energías vitales sutiles empiecen a moverse hacia arriba a los niveles superiores de consciencia.

Debemos estar muy seguros de que esto se hace sin ninguna tensión. Ni se deben cruzar los ojos en ningún grado.

Una última palabra acerca del tema. Aunque nuestros ojos entornados hacia arriba son un elemento importante en nuestra práctica de meditación, una vez que los volvemos hacia arriba debemos olvidarnos de ellos y centrarnos en la consciencia de nuestras entonaciones de Om a ritmo de nuestra respiración.

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