El día de hoy les presento la interpretación que le da Swami Nirmalananda Giri a los Yamas y Niyamas
Ishwarapranidhana: ofrecer la vida de uno a Dios.
El último Pilar, para el que todos los demás son una preparación necesaria, es Ishwarapranidhana – el ofrecimiento de la vida de uno a Dios. Ésto es más en todo nivel que la simple devoción religiosa, y mucho más que cualquier clase de disciplina o abnegación hecha en nombre de la espiritualidad. Es en darle a Dios la vida entera del yogui, no sólo un dar de ofrendas materiales o pedazos ocasionales de devoción a Dios, sin importar que tan fervientes o sinceros sean. Lo que es más, como lo señala Tainmi: “El hecho de que la práctica progresiva Ishwarapranidhana puede finalmente llevar a shamadhi(i) muestra definitivamente que significa un proceso mucho más profundo de transformación en el sadhaka que la mera aceptación de cualquier experiencia y tribulación con la que se encuentre en el curso de su vida. La práctica de Ishwarapranidhana por lo tanto empieza con la aseveración mental “Que no se haga mi voluntad sino la Tuya” pero no termina ahí. Hay un esfurezo constante para traer una recesión continua de la consciencia del nivel de la personalidad que es el asiento de la consciencia del 'Yo' a la consciencia del Supremo Cuya voluntad esta trabajando en el mundo manifiesto.”
Ishwarapranidhana es entrega total. El yogui no escatima las gotas de su vida, sino que entrega su vida entera en la ofrenda a Dios. Da todo lo que tiene – incluso so propio yo. Y esto tiene sentido, ya que el propósito entero del Yoga es la reunión del espíritu individual con el Espíritu Supremo, la caída de la gota en el Mar Inmortal. Ishwarapranidhana anticipa esta unión divina y asegura su logro. Es por ésto que el primer dador de leyes, Manu, dice que el mayor sacrificio (medha) es purushamedha – el sacrificio del espíritu indiviual.
Ishwarapranidhana también se menciona en el Sutra 1:23, en dónde Patanjali dice que el logro de samadhi se le acerca al yogui “por la ofrenda de la vida a Dios”. Vyasa comenta “Como resultado de Ishwarapranidhana que es bhakti [devoción y amor a Dios], el Señor se inclina ante él y lo recompensa... y en el logro de samadhi y su fruto esta a la mano”: Shankara dice “El Señor se enfrente cara a cara con él y le da Su gracia al yogui que está totalmente dedicado a Él... La gracia se logra sin esfuerzo a través de la omnipotencia del Señor Supremo. Por esa gracia del Señor, samadhi y su fruto se alcanzan pronto.”
Es incontrovertible, entonces, que el Yoga es una empresa rigurosamente teísta, una que hace a Dios el centro de la vida y su meta, también.
(i)Samadhi es el estado de experiencia superconsciente del Espíritu
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