viernes, 27 de marzo de 2009

Meditación Zen 01

He estado practicando la meditación zen, por poco más de un año, asisto semanalmente a un grupo de meditación zen en donde meditamos durante una hora y luego hablamos de algunos textos y enseñanzas.

También medito en las mañanas en casa, entre 20 y 30 minutos, intento hacerlo diariamente, aunque, al igual que con el yoga, estos primeros meses del año he sido bastante irregular. Y también debo confesar que no he asistido al grupo en todo lo que va del año.

Pero, ¿qué es la meditación zen?

El Zen es una de las ramas del budismo, que se inicio en china y de ahí pasó al Japón. A mediados del siglo pasado algunos maestros zen llevaron las enseñanzas a Europa y a Estados Unidos y de ahí se han propagado y popularizado en occidente.

En el grupo a que pertenezco se siguen las enseñanzas que Shunryu Suzuki llevó a San Francisco, Cal.

En el grupo hemos estado estudiando el libro “Mente Zen, mente de principiante” de este maestro en donde nos comparte sus enseñanzas acerca del zen.

Como yo lo entiendo, la meditación zen consiste en sentarse a meditar en una postura determinada, tratando de no engancharse en ningún pensamiento, concentrándose en la respiración, que es la manera de estar en el aquí y ahora, se va aprendiendo a ser observador de uno mismo, a estar conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, y al mismo tiempo a estar más conscientes de lo que pasa en nuestro interior. Aprendemos a identificar las sensaciones de incomodidad que sentimos por estar en la postura de meditación, que no es muy usual para nosotros.

Aprendemos que estas sensaciones, este dolor en las rodillas, la sensación de adormecimiento en las piernas, el dolor de espalda, la comezón que se siente súbitamente en una mejilla, o en el estomago, son sensaciones en las que se enfoca la mente para no permanece quieta en el estado de meditación. Aprendemos que si simplemente observamos estas sensaciones, y no tratamos de evitarlas estirando las piernas o rascándonos, éstas pasan, dejan de ser el foco de nuestra atención. Y lo mismo debemos hacer con nuestros pensamientos.

No se puede dejar de pensar, no se deja de pensar como no se deja de escuchar, de oler, de ver. No se deja de pensar, pero debemos darnos cuenta de que los pensamientos se originan dentro de nuestra mente, que no son una realidad. Si pienso en lo que voy a hacer durante el día, eso no está sucediendo en ese momento. Si pienso en lo que hice ayer, eso no esta sucediendo en ese momento. Lo que si sucede en ese momento es que estoy sentado meditando.

Poco a poco, he ido aprendiendo a dejar mis pensamientos pasar, a observarlos solamente, a no engancharme en ellos, y cuando me doy cuenta de que mi mente empieza a divagar, o ya se engancho durante varios minutos en un tren de pensamiento. Regreso a enfocarme en mi respiración, en el aquí y ahora.

El maestro Suzuki tiene grandes enseñanzas en su libro, por lo que iré compartiendo con ustedes aquellos pensamientos que a mí me han puesto a pensar, a ver las cosas, tal vez, de manera diferente a como las veía.

Espero que alguien saque provecho de estas enseñanzas, y si no no importa, si les sirve algo tómenlo, si no, simplemente déjenlo pasar, pero como dice el maestro Suzuki, debemos mantener una mente de principiante, siempre abierta a percibir algo nuevo.

No hay comentarios: