sábado, 28 de marzo de 2009

Claves para una postura correcta en meditación

Adoptar una postura correcta. Esto es lo primero que debemos aprender antes de empezar nuestros ejercicios de meditación. Adoptar una buena postura no es un capricho, ni se hace para “torturar” al estudiante que suele pensar: “quemás da como me siente, total solo tengo que meditar”.

Sin embargo la postura es la base sobre la que construiremos nuestra meditación. Una buena postura facilita la respiración, que se expanda el pecho y que la columna esté alineada. Por eso, antes si quiera de realizar el más básico de los ejercicios, deberemos comprobar que nuestra postura es la correcta. ¿Cómo saber si estamos bien sentados? Suelen decir varios maestros, que si al sentarnos para meditar notamos que nos encontramos excesivamente cómodos, es que algo va mal.  No es que tengamos que sentirnos mal, pero si es cierto que sobre todo al principio, la postura de meditación es algo incómoda.



En primer lugar, y salvo que tengamos problemas serios de espalda (en cuyo caso podemos usar una silla) nos sentaremos sobre un zafú, o incluso sobre una manta doblada, para ganar cierta altura. Ojo, no debemos sentarnos en el centro, dejando caer todo nuestro peso, sino más bien en el borde, favoreciendo la elevación de la columna.
Una vez sentados, cruzaremos las piernas de la forma en la que nos encontremos más cómodos. Cualquier cruce sencillo es válido. Si tenemos cierta destreza, incluso podemos realizar padmasana (o postura del loto) pero no es algo imprescindible, y a veces ni deseable por la tensión que puede generar en caderas y rodillas si no estamos muy acostumbrados.
Finalmente, lo más importante es alinear bien la columna, de tal forma que abramos el pecho. ¿Cómo hacerlo? Empujaremos las lumbares hacia delante, hasta que notemos una ligera molestia (esta molestia se produce porque no estamos acostumbrados a sentarnos correctamente). Este movimiento provoca que  si elevamos también la columna, la caja torácica se expanda hacia los lados y ligeramente hacia fuera. Finalmente, echaremos los hombros ligeramente hacia atrás, para que queden un poco detrás de las orejas. El cuello se mantiene recto, pero relajado, de modo que no se cierre sobre las cervicales.
Si es la primera vez que realizáis esta postura, vais a pensar que es profundamente incómoda. No os preocupéis, ésta es la forma correcta de sentarse, y cuanto más practiquéis, más las vais a hacer vuestra, hasta que llegue el momento que entendáis que es la forma natural de sentarse, y que el paso de los años y de las malas posturas nos han hecho olvidar.

Si se os cansan las piernas, podéis estirarlas y cambiar el cruce cada cierto tiempo. Cambiar el cruce es importante ya que de esta forma repartimos el peso en ambos lados del cuerpo, con lo que el desgaste en las caderas es menor. Una vez que aprendéis a sentaros correctamente, habéis entrado en el camino de la meditación.
El artículo anterior se publicó en el blog “Cuaderno del Yoga”.

La postura es algo el lo que todos los maestros de meditación hacen un énfasis especial. La postura correcta es parte importante de la meditación, ya que si la postura que tomamos es demasiado incomoda, esto sólo servirá como distracción para nuestra mente ya que estará enfocada en los puntos incómodos de nuestro cuerpo, sintiendo como se “duermen” e incluso como “se acalambran” los músculos, sintiendo como se tensan. Por eso es que al principio peleamos tanto contra la postura.

Pero una vez que nos vamos acostumbrando a la postura de meditación, la incomodidad se torna más leve e incluso se puede convertir en objeto de la meditación, como la respiración, ya que esa incomodidad esta sucediendo en el aquí y ahora, y podemos observarla, sentirla y ver como al poco tiempo desaparece, para ser sustituida por otra distracción: otra sensación incómoda en otra parte del cuerpo, una comezón que aparentemente no desaparece hasta que nos rasquemos, o incluso un tren de pensamiento en el que nos hemos enganchado.

Todo esto forma parte de las distracciones que tenemos que aprender a superar para poder poner nuestra mente en calma y lograr los beneficios de la meditación.

No hay comentarios: