viernes, 19 de diciembre de 2008

Felicidades

Quiero desearles que pasen unos días felices en estas fechas y que el próximo año nos traiga a todos algo mejor.

También quiero decirles que estoy teniendo algunos problemas con el servicio de Internet por lo que en lo que lo resuelvo no voy a poder publicar con la frecuencia que me gustaría, pero sí voy a estar trabajando en algunos materiales para empezar a publicarlos en cuanto resuelva el problema.

Mientras tanto agradezco su caciencia y los invito a seguir meditando y practicando yoga.

jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Qué es el Yoga?

El siguiente artículo fue publicado en inglés en la página http://www.atmajyoti.org

Autor: Swami Nirmalananda Giri

Vyasa, el más grande sabio del periodo post-védico de la India, codificador de los Vedas, comentarista de los Yoga Sutras, autor del Mahabharata (que incluye al Bhagavad Gita) u los Brahma Sutras, resumió todo lo que se enseñó en los libros sagrados en este verso (sloka):

Les diré en medio verso (sloka) lo que se ha escrito en millones de libros:
Brahman es real. El mundo es irreal. El espíritu individual (jiva) no es otro que Brahman.

La palabra que se tradujo como “irreal” es mithya, que también puede significar algo que no es ni real ni irreal. La idea es que el mundo es real, pero nuestras percepciones del mundo, y en consecuencia nuestras definiciones y conclusiones acerca de él, son irreales en el sentido de que son ilusorias. Es como ver una película de una batalla. Vemos, escuchamos y reaccionamos ante una terrible batalla, sin embargo no se está llevando a cabo ninguna batalla, es sólo un juego de luces y sombras. De la misma manera el mundo es real, pero nuestra experiencia de él es irreal. Dios (Brahman), por otro lado, es absolutamente real, y el Yoga es la manera para pasar de la experiencia de lo irreal a la experiencia de lo Real (Dios), del no saber al saber (gnosis).

¿Qué es el Yoga?

Yoga es una palabra en sánscrito que proviene de la raíz yuj que significa “unir”. Yoga, entonces, es tanto la unión como los medios para la unión. ¿Qué unimos a través del yoga? Dos seres esenciales: Dios, el Ser Infinito, y al espíritu individual que es un ser finito. En esencia son uno, y de acuerdo a la filosofía yogui todos los espíritus originalmente habitaban en la consciencia de esa cualidad del uno. Pero en el descenso al mundo material con el propósito de evolucionar y de expandir el ámbito de su consciencia, el espíritu individual ha perdido tanto su consciencia de esa unión eterna como la capacidad para manifestar la unión en un nivel práctico. A través del yoga, sin embargo, esa consciencia perdida se puede recuperar y hacerse manifiesta en la esfera de la vida práctica del espíritu individual. En relación a esto, un adepto del yoga del siglo XX, el Dr. I.K. Taimni, señaló en su libro La ciencia del Yoga: “A este respecto, la filosofía del yoga difiere fundamentalmente de la mayoría de las religiones ortodoxas del mundo que no ofrecen nada mejor que una felicidad nebulosa en la vida después de la muerte. Dicen en efecto 'Lleva una buena vida para asegurar la felicidad después de la muerte, pon tu fe en Dios y espera que se de lo mejor.' De acuerdo a la filosofía yogui, la muerte no resuelve tus problemas espirituales mas que la noche resuelve tus problemas económicos. Si eres pobre al irte a la cama no esperas que tus problemas económicos´quedarán resueltos automáticamente al día siguiente. Tendrás que levantarte al día siguiente y empezar en donde te quedaste la noche anterior. Si eres pobre económicamente no espera hacerte rico de la noche a la mañana y si eres pobre espiritualmente, atado por ilusiones y limitaciones de todo tipo, no puedes esperar ser iluminado (simplemente por renacer) o, si no crees en la reencarnación, en la vida imprecisa y sin fin que se supone que sigue a la muerte.

“De acuerdo a la filosofía yogui, es posible sobreponerse completamente a las ilusiones y las miserias de la vida y obtener el conocimiento infinito, la dicha y el poder a través de la iluminación aquí y ahora mientras todavía vivimos en el cuerpo físico. Y si no alcanzamos esta iluminación mientras todavía estamos vivos tendremos que regresar una y otra vez a este mundo hasta que hayamos completado la tarea asignada. Así que no es cuestión de elegir o rechazar el camino del yoga. Es cuestión de escogerlo ahora o en alguna vida futura. Es cuestión de obtener la iluminación tan pronto como sea posible y evitar el sufrimiento en el futuro, o posponer el esfuerzo y volver a atravesar por más sufrimiento que es innecesario y evitable. Este es el significado del Sutra del Yoga 2:16 'La miseria que no ha llegado aún puede y debe ser evitada.' Esta no es una promesa imprecisa, de una felicidad incierta después de la muerte, sino una aseveración científica definitiva de un hecho verificable por la experiencia de innumerables yoguis, santos y sabios que han transitado el camino del yoga a través de los tiempos.”

Tan profundo y tan necesario es el yoga para la consciencia en evolución, no hay una materia tan importante en el mundo como el yoga.

La filosofía del Yoga.

El yoga se debe considerar inicialmente como una filosofía, pero una filosofía que por su propia naturaleza estimula a sus investigadores a dedicarse a aplicaciones prácticas a través de las cuales experimentarán, y se demostrarán a sí mimos, su verdad y su valor. Aquello que empieza como teoría se desarrolla en una práctica que culmina en la realización. El yoga es por lo tanto una filosofía, una disciplina, una experiencia. Es una revelación de la consciencia. También es una declaración de las Cosas Como Son, de las Cosas Como Deberían Ser y de las Cosas Como Serán. Estas tres consideraciones, como el yoga mismo,
poseen la naturaleza dual de teoría y objetivización. El Yoga, entonces, es tanto una filosofía como una ciencia. Y dado que el pensamiento racional siempre precede a la acción racional, debemos empezar con el lado filosófico del Yoga.

Antes y ahora.

En el segundo capítulo del Bhagavad Gita, Krishna le dice a Arjuna: “Nunca hubo una época en la que yo no existiera, ni tú, ni ninguno de estos reyes. Ni tampoco hay un futuro en el que dejaremos de ser.” O sea, somos seres eternos, sin principio ni fin.

Originalmente eramos chispas o puntos de luz consciente en el Océano de Luz Consciente infinito que es Dios. Eramos dioses con Dios. Y todavía lo somos, porque no es posible estar fuera de lo Infinito Mismo, sin importar que tanto el sueño febril del engaño pueda implantar en nosotros la ilusión de la separación. Sin embargo estamos aquí en este mundo, un lugar que abruma por completo la verdad de nuestra vida inmortal dentro de Dios y ciega nuestra consciencia de cualquier cosa excepto la modalidad de existencia siempre cambiante dentro de este plan de materia y mortalidad. La proyección momentánea del poder divino conocido como Maya, el poder del sueño del Soñador Divino. Durante incontables ciclos de vida nos hemos encontrado personalizados en estuches materiales, pequeñas prisiones corporales dentro de la gran prisión del comos. Y allí es donde estamos precisamente ahora.

Hay una ley que gobierna el lugar y el tipo de nuestra corporalidad. Esa ley es el karma, el principio de la reacción exacta e inevitable a nuestras propias acciones y estados mentales, que resulta en un aparente efecto de dominó interminable de continuos nacimientos y muertes dentro de la materia. El yoga nos ofrece la posibilidad de terminar con esta desconcertante cadena de personificaciones al despertar para encontrarnos fuera del tiempo y la mortalidad en la eternidad y la inmortalidad, donde siempre hemos estado.

Dios y dioses.

Somos dioses dentro de Dios, espíritus finitos dentro del Espíritu Infinito. Pero, ¿qué es espíritu? El yoga nos dice que el espíritu es consciencia, por lo tanto somos consciencias eternas, cada uno de nosotros eternamente individual y distinto. (“Tampoco hay ningún futuro en el que dejaremos de ser...”) Sin embargo somos más. Porque cada uno de nosotros no tiene una existencia independiente de otro o independiente de Dios el Que es el
Espíritu Supremo. Más bien, tomamos nuestro ser de Dios como las olas toman su existencia del océano. Dios es la Raíz o Tierra eterna de nuestro ser, de nuestro gran yo. No somos Dios, pero de cierta manera indefinible Dios es nosotros, el Yo de nuestro yo, el Espíritu de nuestro espíritu. Dios es todo y nosotros somos partes, cada uno en posesión de una distinción eterna e irrevocable. Por eso es que, como ya se dijo, Krishna le dijo a Arjuna: “Nunca hubo un tiempo en el que yo no existiera, en tú, ni ninguno de estos reyes. Tampoco hay un futuro en el que cesaremos de ser.” Es incalculablemente importante darse cuenta de esto antes que podemos tener cualquier comprensión teoría viable de nosotros mimos, de nuestras vidas, de los otros e incluso de Dios. La distinción entre Dios, nosotros y uno y otro es real y eterna, sin embargo también lo es nuestra unidad.

En Dios hay unidad, en nosotros hay diversidad. Estos dos estados aparentemente contradictorios coexisten en la ´perfección. Debido a esto tenemos el término advaita que no significa “uno”, sino simplemente “no dos”. De otra manera al monismo absoluto sería el estado eterno, pero no le es, ni tampoco es el dualismo absoluto. In es ni Uno ni Dos. Es No Dos, una unidad que posee diversidad- Es un misterio, pero se puede alcanzar con la experiencia directa y el yoga es el medio para lograr esa experiencia.

Dado que somos conscientes, el yoga auténtico trata directamente, y solamente, con la consciencia. Excepto por aquellas cosas que facilitan el éxito en la práctica del yoga, no se preocupa con cualquier camino poco transitado físico, psíquico o intelectual que por su propia naturaleza quedan fuera del espíritu y por lo tanto son mutables, mortales y fundamentalmente extraños para nosotros. Idealmente el yoga sólo hace una cosa: el desarrollo y la revelación de la consciencia. Experimentarás esto por ti mismo con la práctica. Y cuando hablamos de consciencia no nos referimos a la “consciencia del espíritu” como si el espíritu fuera un objeto y la consciencia del espíritu sólo una condición de darse cuenta, sino del espíritu mismo que es consciencia, el sujeto eterno. Por que para entrar en unión con Dios y con los demás es simplemente estar en nuestro más verdadero estado de ser.

Dios y la creación.

Dios, el Espíritu infinito, es consciencia pura, pero, como lo estamos experimentando incluso ahora, Él se ha extendido o emanado como el cosmos: físico, astral y causal. Esta naturaleza aparentemente dualista de Dios como la Luz y el Poder, como la Consciencia y la Materia, ha confundido incluso a las mentes de los sabios. Y ésto no resulta sorprendente tomando en cuenta que tan más allá de la inteligencia humana se encuentra la Naturaleza Divina. Pero como decía a menudo Pramhansa Yogananda, no se puede entender o conocer a Dios, pero se puede alcanzar a Dios. El yoga es el medio para esa realización.

Dios, el Ser Original, se proyecta a Sí Mismo como la danza siempre cambiante de la creación, como la luz en evolución que es el cosmos. Dios proyecta la creación, la evoluciona y la retira de regreso a Él mismo en un ciclo perpetuo. Así se puede considerar a la creación como el cuerpo de Dios, que Dios se encarna en la creación una y otra vez. Y como partes o reflejos de Dios, nosotros hacemos exactamente lo mismo a través de la reencarnación.

Todos los seres conscientes han existido eternamente dentro del Ser de Dios – viviendo dentro del corazón de Dios, uno con Él, distintos aunque no separados. Al tener su ser arraigado en la infinidad de Dios, las consciencias individuales tienen dentro de sí un impulso natural para trascender su ser finitas y alcanzar lo ilimitado de su Origen. Ésto, desde luego, es imposible, dado que la naturaleza esencial y eterna de un ser no puede ser alterada. Estar arraigado en Dios, y por lo tanto en un sentido ser parte de Dios, todos los seres son tan inmutables como Dios – el único Ser infinito. Sin embargo, la necesidad de trascendencia es parte de su naturaleza.

La solución a este dilema es realmente bastante simple: las consciencias individuales no pueden alterar su estado natural de ser finitas pero pueden llegar a compartir y a participar de la Consciencia Infinita de Dios. Como dijo Sri Sri Ma Anandamayi: “El alma se puede convertir en algo parecido a Dios, pero no se puede convertir en Dios”: O sea, no se pueden convertir en infinitas ellas mismas, pero pueden experimentar la infinitud de otro: su Fuente divina. Tal como una persona psíquicamente sensible puede experimentar los pensamientos y sentimientos de otro al sintonizarse con él, pero sin embargo nunca se convierte en esa otra persona, así la consciencia individual puede llegar a experimentar la Consciencia de Dios mientras permanece en su estado nativo limitado.

Es necesario, sin embargo, que el espíritu individual desarrolle la capacidad para lograr ese estado de consciencia. Y esto se hace aprendiendo a experimentar totalmente el estado de existencia de un ser completamente diferente a uno – entrar en una modalidad totalmente extraña mientras se mantiene la consciencia de la verdadera identidad de uno. En otras palabras, el espíritu individual debe poder no sólo experimentar completamente esa otra modalidad de consciencia, sino también debe desarrollar la habilidad para funcionar como esa otra clase de ser.

Para permitirles entrar en este proceso a los espíritus, Dios exhala o emana Su propio Ser como el Poder desde el que se manifiestan todos los ámbitos de la existencia relativa, desde los mundos más sutiles de los seres casi perfectos hasta los mundos más objetivos de la materia atómica. Loe espíritus pueden entonces entrar en una existencia relativa tomando cubiertas, o “cuerpos”, de varios grados y patrones de energías vibratorias y descendiendo a este mundo material. Aquí empiezan a batallar para ir subiendo por los peldaños de las formas que siempre están en evolución. Empezando con formas cuyo alcance de consciencia es menor al de ellos y moviéndose hacia arriba, entrando en niveles de consciencia cada vez más altos hasta que pueden sobrepasar su límite original de consciencia y compartir una vida de consciencia mucho más allá de la suya. “Al alcanzar este estado más allá del estado atmico de consciencia, la consciencia del yogui se hace una con Consciencia de Shiva o Paramatma y así adquiere sus atributos.

Además, en los intervalos entre la adopción de cuerpos el espíritu pasa tiempo en las regiones astrales en las que también se dan el despertar y el crecimiento. (Ésto se explica mejor en el capítulo cuarenta y tres del la Autobiografía de un Yogui de Paramhansa Yoganda). Evolucionan más y más arriba hasta que su capacidad de consciencia se desarrolla en tal estado perfecto que pueden realmente experimentar al Ser de Dios. Entonces vuelven a entrar en ese Ser en completa participación en la consciencia de Dios que todo abarca, y a partir de entonces viven en Su infinitud.

Como escribió Shakespeare, “todo el mundo es un escenario” con los espíritus individuales usando sus disfraces y actuando sus papeles. Así como los actores empiezan con papeles secundarios y progresan a papeles más importantes demostrando su habilidad en esos papeles secundarios, también los espíritus avanzan a formas de existencia y consciencia más altas y más complejas, finalmente regresando a casa y a Dios. El poeta Sufí, Rumi, escribió:

Como una piedra morí y me levante otra vez como una planta.
Como una planta morí y me levante como un animal;
Morí como un animal y nací como un hombre.
¿Por qué debo temer? ¿Qué he perdido con la muerte?
Como hombre, la muerte me aleja de este mundo de hombres
Para que pueda tener las alas de un ángel en el cielo;
Sin embargo, incluso como un ángel no puedo atenerme,
Porque nada se atiene salvo la cara de Dios.
Así, a través del mundo de ángeles muevo mis alas para ir
Hacia adelante y hacia arriba, hacia las luces sin límite;
Entonces dejame ser como nada, ya que en mi corazón
Suena como música de harpa que debemos regresar a Él.

Oliver Wendell Holmes, uno de muchos grandes americanos cuya creencia en la reencarnación no se toma en cuenta, escribió este poema, “El Nautilio Enjaulado”

Construye más mansiones suntuosas, ¡O mi alma!
¡Conforme gira la ágil razón!
¡Abandona tu pasado estrecho!
Deja que cada nuevo templo, más noble que el anterior,
Te deje fuera del cielo con una cúpula más vasta,
Hasta que a la larga seas libre,
¡Dejando la concha en la que ya no cabes a la orilla del mar de la vida que no reposa!

Y ese es el propósito de esta creación y de nuestro lugar en ella a través de una aparente cadena de nacimientos en este mundo y otros superiores. Nuestro propósito en todo esto es evolucionar más allá de este y otros mundos, expandiendo nuestras consciencias a través de forma tras forma, eventualmente volviendo a reunirnos conscientemente con Dios, dejando muchas “conchas en las que ya no cabemos a la orilla del mar de la vida que no reposa”. Durante muchas eras más allá de cualquier cálculo este crecimiento se ha dado automáticamente, espontáneamente, sin pensar y sin quererlo. Ésto significa que nuestra voluntad está ya sea atrofiada al ser acarreada sin intención a través de la vida o se ha perdido en metas a corto plazo o intentos para la autotrascendencia que están condenados al fracaso por su misma falta de comprensión o capacidad de nuestra parte. Pero llega un momento en nuestro escenario evolutivo cuando nos llega la verdadera comprensión y entendemos que debemos tomar en nuestras manos nuestra propia evolución a partir de ese momento; ésto es necesario para el desarrollo de nuestro potencial superior. Igual que Dios controla y dirige el macrocosmos, debemos a empezar a hacer lo mismo con el microcosmos que somos “nosotros”. Y el yoga es el medio para nuestra autoevolución que conduce a nuestro autodominio y a la unión perfecta con el Ser Supremo: Dios.

Imagina que personas que siempre han vivido en tiendas entraran en una casa y encontraran una puerta cerrada con llave. Como no saben nada de puertas, chapas y llaves, ¿cómo la abrirían? Pueden lanzarse contra ella, pegarle con los puños o con objetos pesados como marros o incluso algún tipo de ariete. Si alguien se les acercara con una pequeña llave que fácilmente podrían romper en dos y les dijera que eso abre la puerto, se reirían y se burlarían de él. Pero él insertaría la llave sin ningún esfuerzo, la giraría y entraría. Su conocimiento haría la diferencia. El yoga es tanto el conocimiento de la composición humana como la llave para abrirla y ascender a la libertad del espíritu. El yoga es el medio por que respondemos para nosotros mismos la siguiente oración:

Llévame de lo irreal a lo Real.
Llévame de la oscuridad a la Luz.
Llévame de la muerte a la Inmortalidad.

Aprender practicando

El artículo que publico a continuación me parece muy interesante. En él, Swami Nirmalananda Giri nos habla de algunos fundamentos de la filosofía oriental. Hace una cita de Vyasa un sabio del periodo pos-védico en la India que dice “Brahman es real. El mundo es irreal. El espíritu individual (jiva) no es otro que Brahman.” y luego hace una analogía de ver una batalla en una película y cómo ésta no es real y la compara con nuestra percepción del mundo. Luego nos habla del significado del Yoga que proviene de la palabra sanscrita que es unir, y que para él consiste en la unión del ser humano con el ser divino, el ser universal, que en realidad son uno mismo. Pero es debido a esa ilusión que se forma en nuestra mente que nos consideramos separados del ser único, que nos consideramos separados del universo, y esta ilusión es la causa de muchos de nuestros problemas ya que al no comprender esto, le damos significados al anhelo y al apego que a la postre se pueden transformar en sufrimiento.

Esta otra frase de Swani Nirmalananda explica esto de una manera muy clara, muy simple: “Originalmente eramos chispas o puntos de luz consciente en el Océano de Luz Consciente infinito que es Dios. Eramos dioses con Dios. Y todavía lo somos, porque no es posible estar fuera de lo Infinito Mismo, sin importar que tanto el sueño febril del engaño pueda implantar en nosotros la ilusión de la separación.” Pero si es tan simple, ¿por qué nos engañamos y no podemos percibir esta realidad de las cosas? La práctica constante del Yoga y la meditación es un camino para poder comprender esto y dejar de engañarnos, no es simple, requiere de esfuerzo, pero como todo aquello en lo que nos empeñamos en lograr, y le dedicamos tiempo para lograrlo, como aprender a tocar un instrumento musical, o aprender otro idioma, o aprender cualquier cosa que no sabemos. No son cosas que se logran sin esfuerzo, sin dedicarles tiempo.

Recuerdo cuando empecé a aprender a tocar la guitarra, al principio no sonaba nada bien, no presionaba las cuerdas contra el diapasón con la suficiente fuerza y las notas sonaban horrible. Me dolían los dedos, tanto por el esfuerzo como porque las cuerdas me cortaban la piel de las yemas de los dedos. Por el otro lado, mi mano derecha no lograba pulsar las cuerdas con ritmo, o en la secuencia debida. El resultado era algo horroroso. Pero seguí practicando, y poco a poco fui teniendo más fuerza en los dedos, fui desarrollando callos en las yemas de los dedos, aprendí los dedos y la muñeca de mi mano derecha con ritmo. Y después de mucho practicar logre tocar algo que se asemejara bastante a la canción que quería interpretar. Dedicándole más tiempo y más práctica, logre “aprender a tocar” de manera que ya no tenía que pensar en cada movimiento de mis dedos de la mano izquierda, de mis dedos de la mano derecha, de los movimientos de la muñeca, deje de tener que ver en que traste ponía los dedos. En términos de la neurociencia, el conocimiento de como tocar la guitarra dejó de estar en mi mente consciente para pasar a mi mente operativa.

Y lo mismo pasa con el yoga y la meditación, al principio no pasa nada, me cuesta trabajo adoptar las posturas, me cuesta trabajo no clavarme en los pensamientos que pasan por mi mente. Pero poco a poco los músculos se acostumbran a las posturas, cada día adquiero más flexibilidad, cada día dejo pasar más pensamientos por mi mente sólo dándome cuenta de ellos, sin clavarme. Y con esto voy logrando poco a poco que mi mente esté en calma, puedo ir conociendo las sensaciones de mi cuerpo. Y para mí esto es el yoga y la meditación como uno de los preceptos del yoga.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Meditación en vibración

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

Escrito por: mec-mec.

Con el yoga, mejoras no sólo tu claridad mental y obtienes una mejor salud sino que también la calma y el desarrollo espiritual. Uno de los Cinco Principios del Yoga es la meditación, que es una importante herramienta para lograr la claridad mental y una buena salud. Un repaso a las diferentes técnicas para principiante y avanzadas te ayudará a escoger el ejercicio adecuado de meditación para ti.

También llamada, meditación del sonido, la técnica de la meditación de la vibración usa la repetición de una palabra o sonido como su punto focal. La meditación de la vibración es atractiva para aquellos que encuentran que hacer un sonido es el camino para la tranquilidad interna.

Ponte de pie. Párate con los pies separados, alineados con los hombros, tus rodillas flexionadas ligeramente y tus caderas centradas, como si fueras a ponerte en cuclillas. O si lo deseas, siéntate o acuéstate. Mantén tu cuerpo suelto y cómodo con los brazos a los lados o en tus caderas. Empieza haciendo algunas respiraciones de limpieza. Escoge una palabra, cualquier palabra. Escote una palabra que alterne vocales y consonantes – como “serenidad”. La palabra que elijas no tiene que ser una palabra religiosa necesariamente. Sólo te debe hacer sentir bien cuando la dices.

Repítela. Repite la palabra, canta la palabra, enfócate sólo en decir la palabra una y otra vez. Deja que su sonido vibre por todo tu cuerpo. Deja que la palabra resuene desde tu abdomen y deja que llegue hasta tus manos y pies. Algunas personas tiene la tendencia a apretar sus músculos cuando están tensas. Es importante que el sonido atraviese tu cuerpo para que puedas liberar la tensión en tus musculos.

Hacer esto promueve el estado meditativo de relajación que se siente como una excitación natural.

El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

martes, 9 de diciembre de 2008

Meditación en movimiento

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

La meditación es uno de los cinco principios del yoga. Es una herramienta importante para lograr la claridad mental y la salud. Un repaso a las diferentes técnicas de meditación para principiantes y avanzadas te ayudarán a escoger la meditación adecuada para ti.

Como la disciplina oriental del yoga, la meditación en movimiento combina la respiración y movimientos suaves y fluidos para crear un estado meditativo. Es atractiva para aquellos que tienden a alcanzar el estado mental meditativo moviendo sus cuerpos. La meditación en movimiento le permite a la persona a obtener la energía qi de la Tierra, que muchos sanadores como acupunturistas, acupresionistas y algunos terapeutas de masaje consideran como la fuerza de vida esencial. La meditación en movimiento es excelente para hacerla como lo primero en la mañana y también puede ser un preludio a la oración u otra forma de meditación.

Centrarse y concentrarse. Haz varias respiraciones profundas de limpieza. Luego, pasa a una postura relajada, en semi cuclillas con las rodillas ligeramente flexionadas y las caderas y la pelvis sueltas. Céntrate visualizando a tus pies conectados con la tierra. Visualiza el centro de la Tierra, del cual sacamos energía. Concéntrate y respeta la Tierra. Enfoca tu consciencia. Suavemente mueve tu cuerpo de forma ondulante, como los movimientos de una serpiente. Visualízate como una flor que se abre o como un animal que se mueve en la maleza. Baila, si gustas.

Si te agrada, usa el sonido o la música para enfocar tu atención en el movimiento y en la vibración. Permítete perderte en la sensación de movimiento y en la belleza de cuerpo conforme se mueve. Siente las áreas de tu cuerpo que están tensas y deja que el movimiento las afloje.

Este artículo fue una contribución de www.holistic-online.com

El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

lunes, 8 de diciembre de 2008

Meditación de viaje

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

Escrito por: ayammie

La meditación de viaje, como su nombre lo indica, es una técnica por la cual la persona se imagina a sí misma en un lugar que es tranquilo y pacífico, alejado de los problemas y las agitaciones de la vida cotidiana.

Así es como se hace:

Encuentra una postura en la que te sientas cómodo. Sentado con la espalda recta ya sea en el piso o en una silla.
En el suelo, permite que tu espalda se recargue contra la pared.
En una silla, coloca los pies en el suelo y deja que tus manos descansen sobre tus muslos o sobre tus rodillas.
Coloca un pluma y papel a tu lado y escribe las cosas que te preocupan, tus problemas y preocupaciones, y promete que te harás cargo de ellas tan pronto como termines de meditar.
Respira profundamente. Inhala lentamente contando hasta cinco y exhala lentamente contando hasta cinco.
Cierra los ojos y piensa en un lugar tranquilo en el que te gustaría estar en ese preciso momento. Imagina un lugar que sea tranquilo y hermoso.

Si sientes que una distracción entra en tu mente, sólo recuerda que tratarás con ella después de meditar. Un jardín lleno de mariposas puede ser un lugar agradable. Y también, una puesta de sol vista desde una playa desierta puede ser un buen lugar estar. Puedes oír el romper de las olas en la arena, la suave brisa que acaricia tu cara y puedes ver las maravillas de la creación de Dios. Practicar ésto dos veces al día es de mucha ayuda. Alivia la tensión, aclara la mente de todas las preocupaciones del día y simplemente refresca tanto tu día que tendrás energía otra vez para trabajar y vivir una vida feliz y pacífica.

El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

domingo, 7 de diciembre de 2008

Concentración en categorías

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

La meditación es un de los Cinco Principios del Yoga. Es la práctica por la cual hay una observación constante de la mente. Requiere que concentres tu mente en un punto y que calmes la mente para poder percibir al yo. A través de la práctica de l meditación lograrás un mayor sentido de propósito y fuerza de voluntad. También te ayuda a lograr una mente más clara, a mejorar tu concentración y a descubrir la sabiduría y la tranquilidad en tu interior.

Como principiante, te puede constar algo de trabajo mantener tu atención enfocada en un objeto en la práctica de principiante. Para entrenarte en cómo poner atención, puedes intentar estrechar tu campo de concentración primero a un categoría de objetos, con lo que a tu mente todavía le queda un poco de libertad de movimiento. Practicar la concentración en categorías afinará tu mente para tener un enfoque más fino y te enseñará los principios de la concentración en un punto.

Con los ojos cerrados imagina un jardín con una flor diferente en cada esquina. Empieza por explorar las cualidades de una flor. Entonces, cuando tu mente se inquiete, cambia tu enfoque a la flor en la siguiente esquina y así sucesivamente. Debes visualizar cada una claramente. Al enfocarte en varios objetos, todavía le das a tu mente cierta libertad de movimiento. Gradualmente puedes entrenar tu mente para permanecer en un sólo objeto durante periodos más largos.

Este artículo fue una contribución de www.holistic-online.com

El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

sábado, 6 de diciembre de 2008

Yoni Mudra

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

Con el Yoga, mejoras no sólo la claridad, sino también la calma y el desarrollo espiritual. Uno de sus principios es la meditación que implica al Yoni Mudra. Este es un ejercicio para retirarse de los sentidos, incluido en Pratyahara.

Durante todo el día las personas son bombardeadas persistentemente con preocupaciones del hogar y el trabajo. Tus sentidos responden a todos los estímulos con tu cerebro esforzándose simultáneamente para ignorar todas las respuestas a estímulos insignificantes. Solamente al poder controlar los sentidos, te puedes concentrar y ejecutar tus deberes más eficientemente.

Estos son los pasos para ejecutar la técnica Yogi Mudra.

1.Tapa tus oídos con tus pulgares.
2.Usa tus dedos índices para cubrir tus ojos.
3.Luego, usa tus dedos medios para apretar las narices.
4.Aprieta tus labios con los dedos restantes.
5.Al meditar, afloja los dedos medios conforme inhalas y exhalas.

La clave para hacer ésto exitosamente es la concentración y una mejor concentración es lo que lograrás si practicas esto. Recuerda que la meditación te ayuda a relajarte y a mantener la claridad mental. Sólo haz lo que hacen los yoguis – encuentra un lugar cómodo, ejecuta la técnica Yogi Mudra y será el principio de un día mejor con una mente rejuvenecida.

El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

viernes, 5 de diciembre de 2008

Meditación Simple

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la página “ABC-of-yoga” http://www.abc-of-yoga.com

Escrito por: anagonzalez.

La meditación es un principio del yoga que los medios masivos a veces retratan como una actividad de sentarse en silencio mientras escuchas a tu yo interno y te cierras al mundo físico, material. Ciertamente es un acto de contemplación y reflexión, pero la meditación tiene varias formas y técnicas.

Las raíces de la meditación se pueden encontrar en épocas muy antiguas. Hay especulaciones de que incluso empezó en los años primitivos. La meditación luego se desarrollo en una practica estructurada y fue anotada hace 5,000 años en una escritura Hindú llamada “tantras”: Cerca del año 500 A.C., el principal icono de la meditación, Buda, dejo su marca en la historia a través de su práctica y sus enseñanzas.

No hay una sola manera para meditar. Está en ti experimentar y decidir qué práctica de meditación es mejor para ti. Para empezar, esta es una meditación simple que puedes aplicar en tu rutina diaria. Aparta 10 o 20 minutos a la misma hora todos los días, si es posible. Antes de desayunar es un buen momento. Luego sigue estos pasos para tener un momento de oración y diálogo interno.

1.Escoge un lugar tranquilo en el que no te molesten otras personas.
2.Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Consulta la sección de posturas para las recomendaciones de las posturas para sentarse.
3.Elimina las distracciones y las interrupciones durante el periodo que meditarás.
4.Comprométete a un periodo específico de tiempo y trata de apegarte a él.
5.Escoge una palabra o frase corta para concentrarte que este firmemente arraigada en tu sistema de creencias. Una persona no religiosa puede escoger una palabra neutral como uno, paz o amor. Otros pueden usar las primeras palabras de la oración favorita de su religión como “Ave María, llena eres de gracia”, “me entrego completamente a ti”, “aleluya”, “Om”, etc.
6.Cierra los ojos, ésto hará que te concentres facilmente.
7.Relaja tus músculos en secuencia de la cabeza a los pies. Ésto ayuda a romper la conexión entre los pensamientos estresantes y un cuerpo tenso. Empezando con tu frente, date cuenta de la tensión conforme inhalas. Deja ir cualquier tensión conforme exhalas. Sigue a través de todo tu cuerpo de esta manera, siguiendo con tus ojos, mandíbula, cuello, hombros, brazos, manos, pecho, espalda superior, espalda media y abdomen, espalda baja, pelvis, nalgas, muslos, pantorrillas y pies.
8.Respira lenta y naturalmente, repitiendo tu palabra o frase de enfoque silenciosamente mientras exhalas.
9.Asume una actitud pasiva. No te preocupes acerca de qué tan bien lo estás haciendo. Cuando te lleguen otros pensamientos a la mente, simplemente dí, “A, bueno” y regresa a la repetición de tu palabra.
10.Continúa durante 10 o 20 minutos. Puedes abrir los ojos para checar el tiempo, pero no utilices una alarma. Después de terminar, siéntate en calma por un minuto, al principio con tus ojos cerrados y luego abiertos. No te levantes hasta después de que pasen uno o dos minutos.

Se ha comprobado científicamente que la meditación tiene beneficios para la salud. En primer lugar, reduce la presión arterial y les ayuda en la respiración a los asmáticos. La meditación también balancea los estados físico, emocional y mental de las personas. Además, relaja la mente y el cuerpo y reduce el estrés y las tensiones en nuestro cuerpo. Esta práctica es como recargar tu mente, cuerpo y espíritu y darles energía una vez más para vivir una vida conectados con Dios . Al hacer de la meditación simple una parte de tu vida, puedes lograr la verdadera felicidad y paz mental a través del crecimiento espiritual y el desapego del mundo físico.


El vínculo directo al artículo original en inglés es http://www.abc-of-yoga.com/meditation/techniques.asp

jueves, 4 de diciembre de 2008

Interrupción

Una pequeña interrupción. En estas últimas semanas he tenido bastante trabajo, lo que me ha impedido agregar artículos al blog. Pero además también he dejado de practicar con la frecuencia que lo venía haciendo.

Sólo he practicado dos veces en estad dos semanas, y ahora me doy cuenta de que no me he sentido igual. Estoy más tenso, más como antes de empezar con la práctica hace casi un año.

Pero por otro lado, esto me ha servido para dos cosas. La primera es darme cuenta de que el yoga y la meditación realmente me ayudan para sentirme mejor, taonto físicamente como mentalmente.

Y por el otro lado, ma ha dado tiempo de reflexionar a dónde quiero ir con este blog. Al principio pensaba dedicarlo exclusivamente al yoga. Y pensaba que más adelante haría otros blogs con otros temas que me interesan, como la meditación, la psicología y la neurociencia.

He estado recopliando y leyendo algunos materiales al respecto, aunque no le he dedicado el tiempo que me gustaría a leerlos.

Ahora me doy cuenta de que estos temas están todos relacionados, y que como el yoga significa unión del cuerpo con la mente, bien puede incluir estos temas como parte de un todo relacionado entre sí.

Finalmente, todo en el universo esta relacionado con todo lo demás de alguna manera.

Así que he decidido incluir estos temas en este mismo blog.

Es posible que no publique mucho en los próximos días, ya que tengo que organizar el material que tengo. Pero espero pronto agarrar el paso y empezar a publicar con más frecuencia. Y también volver a tomar el ritmo de mi práctica de yoga y meditación.

Así es que pronto estaré incluendo más temas de este camino de aprendizaje.

Gracias por su paciencia.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Postura del triángulo invertido

Este es un resumen del “Gran Libro del Yoga” de Ramiro A. Calle.

Técnica
De pie, con las piernas juntas y los brazos a ambos lados del cuerpo, separe considerablemente las piernas, bien estiradas, y coloque los brazos en cruz.
Incline lentamente el tronco hacia la pierna izquierda y sitúe la cara tan cerca como pueda de la rodilla izquierda y el tronco tan próximo a esta pierna como sea posible. La mano derecha agarra el talón o el tobillo izquierdo. Tras mantener la postura el tiempo adecuado, deshágala lentamente para ejecutarla sobre la pierna derecha.

Tiempo
Treinta segundos, dos veces por cada lado.

Beneficios
. Abastece de abundante sangre el cerebro, mejorando su funcionamiento.
. Estira muy vigorosamente todos los músculos posteriores del cuerpo, los fortalece, los revitaliza y los libera de crispaciones y tensiones.
. Fortalece tanto las extremidades inferiores como las superiores y dota de gran elasticidad a la espina dorsal hacia delante.
. Aumenta la memoria y la concentración.
. Perfecciona el sistema circulatorio.

Variante: Esta postura dispone de una variante que consiste en girar el tronco tanto como se pueda hacia el techo y también llevar la cara hacia arriba. Se efectúa, pues, una torsión considerable del tronco y entonces la cara, en lugar de dirigirse como en la posición normal hacia la pierna, se gira hacia el techo.




viernes, 21 de noviembre de 2008

Postura del triángulo

Este es un resumen del “Gran Libro del Yoga” de Ramiro A. Calle.

Técnica
De pie, con las piernas juntas y los brazos a ambos lados del cuerpo, separe considerablemente las piernas y coloque los brazos en cruz, con las palmas de las manos hacia abajo.
Incline lentamente en lateral tanto como pueda el tronco hacia la derecha y, cuando no pueda más en lateral, desvíelo ligeramente hacia delante, hasta llegar con la mano derecha al pie derecho. Ambas piernas y ambos brazos quedan estirados y la cara se vuelve hacia arriba. Mantenida la postura el tiempo señalado, se deshace y se ejecuta por el otro lado.

Tiempo
Cincuenta segundos por cada lado, y se realiza la postura dos veces.

Beneficios
. Tonifica los músculos del cuello, el tronco y las piernas
. Regula el funcionamiento del sistema simpático.
. Activa el funcionamiento del hígado, el páncreas y el bazo.
. Mejora el funcionamiento de los riñones.
. Favorece la espina dorsal y tonifica los nervios espinales.
. Previene el lumbago, las desviaciones de la columna vertebral y la constipación. Alivia los dolores de la espalda y previene la escoliosis, la artritis y la artrosis.
. Estimula vigorosamente los músculos oblicuos del abdomen.



Variante: Se puede hacer la postura con la pierna doblada

jueves, 20 de noviembre de 2008

Media postura de la rueda

Este es un resumen del “Gran Libro del Yoga” de Ramiro A. Calle.

Técnica
De pie, separe ligeramente las piernas y eleve los brazos en el aire, agarrándose las manos. Con los brazos estirados, cuidadosamente y tratando de no perder el equilibrio, vaya arqueando el tronco hacia atrás hasta donde pueda, sin doblar las piernas. Mantenga la postura el tiempo indicado y deshágala con lentitud.

Tiempo
Veinte segundos, y se ejecuta tres veces.

Beneficios
. Estira muy vigorosamente todos los músculos anteriores del cuerpo, los revitaliza y los dota de buen tono y elasticidad.
. Ejerce un saludable masaje sobre los riñones.
. Envía sangre al cerebro, lo que resulta beneficioso.
. Fortalece las extremidades inferiores y los glúteos.
. Activa la circulación sanguínea.
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal.


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Postura de la pinza de pie

Este es un resumen del “Gran Libro del Yoga” de Ramiro A. Calle.

Técnica

Colóquese de pie, con las piernas juntas y los brazos a ambos lados del cuerpo.
Incline lentamente el tronco hacia delante y deposite las manos en los talones o, si no puede, en los tobillos.
Aproxime la cara y el tronco tanto como pueda a las piernas, manteniéndolas bien estiradas, y sitúe los brazos, flexionados, a ambos lados de las piernas. Mantenga la postura el tiempo adecuado y deshágala con lentitud.

Tiempo
Cuarenta y cinco segundos y se ejecuta dos veces.

Beneficios
. Ejerce un profundo masaje sobre todos los órganos abdominales, mejora su funcionamiento, aumenta la secreción de los órganos digestivos, estimula favorablemente el bazo y el hígado, combate la pereza intestinal y previene la indigestión, la aerofagia, la dispepsia, la gastritis y la úlcera.
. Estira y revitaliza todos los músculos de la espalda, previene contra los trastornos de la columna vertebral, dota de elasticidad a los músculos posteriores de las piernas, tendón de la rodilla y espina dorsal. Son saludablemente estimulados los nervios de las piernas, los espinales y los epigástricos.
. Previene contra la adiposidad del abdomen, el lumbago, la ciática y la constipación.
. Sobrecarga de sangre la parte alta del organismo, favorece el cuello, la glándula tiroides y el cerebro. Favorece los plexos sacro y solar.
. Desarrolla las potencias de la mente, intensifica la capacidad de interiorización y concentración, serena el sistema nervioso e induce a una relajación profunda y reparadora.



Variante: Esta postura dispone de una variante que se ejecuta con las piernas bien separadas
y rectas, echando el tronco hacia delante y dejando las manos en los tobillos o talones, o
bien entrelazando las manos en la espalda e inclinando el tronco tanto como se pueda, a la
vez que los brazos, rectos, se van elevando todo lo posible en el aire

martes, 18 de noviembre de 2008

Hatha Yoga

Este artículo es un resumen del "Gran Libro del Yoga" de Ramiro A. Calle.

El yoga psicofísico (hatha-yoga) es el sistema más perfecto que se ha concebido de acción
armonizante sobre el cuerpo, sus funciones y energías. Dispone de un gran número de
técnicas de purificación física y energética, en cuya realización también juega un papel
importante la atención. Estas técnicas previenen contra desórdenes, regulan las funciones
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corporales, equilibran el sistema nervioso, estabilizan los principios vitales, mejoran la
coordinación de cuerpo y mente y desarrollan la conciencia.

Las técnicas de las que se sirve el hatha-yoga, y que son minuciosamente aplicadas por el
yogui sobre su cuerpo, son:
1) Los asanas o posiciones físicas.
2) El pranayama o técnicas de control respiratorio.
3) Los mudras y bandhas, o técnicas de aprovechamiento de la energía y de la acción
neuromuscular.
4) Los shatkarmas o prácticas de limpieza corporal de gran alcance.
Estas antiguas prácticas no sólo tienden a mejorar el organismo, sino que también otorgan
vitalidad, ordenan los campos de energía, combaten la mecanicidad y desautomatizan,
colaboran en la contención del pensamiento incorrecto y ensanchan la conciencia.

Los asanas
Los asanas son determinadas posturas que el cuerpo adopta para ejercer una beneficiosa
influencia sobre todos sus órganos y glándulas, sobre el sistema neuromuscular, sobre
funciones muy diversas y sobre las energías, y armonizan también la función mental.
Los asanas o esquemas corporales también benefician todos los sistemas del cuerpo: el
circulatorio, el respiratorio, el digestivo, el endocrino y el nervioso. Si existen numerosas
posiciones es para alcanzar a todo el cuerpo y sus funciones, sin que ninguna zona pase
desapercibida o ningún órgano inadvertido. Se favorece la integración cuerpo-mente, se
seda el sistema nervioso y se pacifican las emociones. Abastecen de sangre todas las zonas
del cuerpo, favorecen los tejidos, mejoran el funcionamiento cerebral, dotan de flexibilidad
a la espina dorsal, los tendones y articulaciones, los músculos y nervios. Eliminan
crispaciones y contracturas e inducen a una relajación más profunda y reparadora y, por
tanto, más benéfica.
Previenen contra trastornos somáticos y psicosomáticos y colaboran en la resolución de
desórdenes emocionales o psíquicos. Estas posiciones de yoga hacen que el cuerpo asuma
posturas que de otro modo jamás adoptaría y así acceden a todo el organismo e influyen en
él de forma beneficiosa. Asimismo, los asanas regulan la acción cardiaca y la tensión
arterial, favorecen excepcionalmente todo el sistema locomotor y revitalizan el organismo.
Previenen el envejecimiento prematuro y mantienen el cuerpo flexible y resistente.
Existen numerosas posturas, desde las más sencillas a otras más complicadas o difíciles.
Una treintena de ellas son las más básicas y beneficiosas, ya las que por ello se debe dar
prioridad.
La mayoría de las posturas básicas pueden ser practicadas por todas las personas, pues cada
practicante conduce la postura hasta su límite razonable y con ello ésta ya desencadena
todos sus beneficios. En la ejecución de las posturas del yoga hay que observar,
preferiblemente, los siguientes requisitos:

. Se hace y deshace la postura con lentitud, conscientemente, evitando movimientos
precipitados o bruscos.
. Se ejecuta la postura hasta el límite razonable y se mantiene el tiempo indicado, pues
todas las posturas son estáticas mientras se mantienen.
. Si es posible, se efectúan respiraciones pausadas y por la nariz, sin otro tipo de restricción
respiratoria.
. A la acción física debe siempre acompañarle la mental, o sea, que hay que permanecer
muy atento durante la práctica, evitando en lo posible divagaciones mentales. La mente
puede situarse en la zona que se indica como soporte para la concentración, o en la postura
misma o en las sensaciones (estiramientos, presiones y otras) que se presentan durante
la realización de la posición. De este modo la postura no sólo tiene implicaciones
fisiológicas y energéticas, sino también mentales.
. Todos los esfuerzos deben ser bien medidos, paulatinos y jamás excesivos. El secreto del
éxito no está en la urgencia ni en querer ir demasiado rápido, sino en la constancia al
practicar.
Todas las posturas actúan de forma beneficiosa sobre el organismo. Para ello se sirven de
estiramientos sostenidos y de presiones o masajes. Lo que define a las posturas del yoga es
que éstas deben mantenerse durante cierto tiempo; con la práctica, el yogui va alargando,
gradualmente, los tiempos de mantenimiento, y posturas que comenzaron, por ejemplo,
manteniéndose treinta segundos, con perseverancia, pueden mantenerse durante dos o tres
minutos. El genuino yoga psicofísico es el que utiliza las posiciones físicas de forma
estática, o sea, no tiene carácter dinámico, ya que es manteniendo la postura como ésta
actúa mucho más profundamente sobre el organismo y sus funciones; además, potencia
también todas las funciones mentales y equilibra las emociones.

Los estiramientos mantenidos tienen por finalidad:
. Estirar intensamente el músculo, y así lo alargan, lo flexibilizan, lo irrigan de sangre y
eliminan sus crispaciones.
. Desbloquear, aliviar tensiones neuromusculares, inducir a una relajación más profunda.
. Aumentar la resistencia de todo el cuerpo, favorecer la espina dorsal, mejorar el riego
sanguíneo en general, estimular el tono vital.
Las posturas son la ciencia de estirar y soltar, tensar y aflojar. Entre postura y postura es
aconsejable (aunque no imprescindible) hacer una pausa de relajación. Ésta puede durar de
treinta segundos a un minuto.
Las presiones o masajes son una especie de acupuntura natural, mediante los cuales se
influye muy favorablemente sobre glándulas, órganos y vísceras, así como sobre los plexos
nerviosos.
Estiramientos y masajes son beneficiosos para todo el cuerpo. En la mayoría de las posturas
se producen simultáneamente estiramientos y masajes. Por ejemplo, las posturas de flexión
hacia delante estiran vigorosamente toda la musculatura posterior del cuerpo y ejercen
masaje sobre todos los órganos del abdomen, en tanto que las posiciones de flexión hacia
atrás, estiran la musculatura anterior del cuerpo y ejercen masaje sobre la zona renal. Las
posturas están perfectísimamente elaboradas y ensayadas para ir accediendo a todas las
partes del cuerpo y beneficiándolas.
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Posturas de flexión hacia delante
Las posiciones de este grupo (postura de la pinza, postura de extensión sobre la pierna,
postura del triángulo invertido, por ejemplo) ejercen un profundo masaje sobre la región
abdominal, mejorando el funcionamiento de los órganos y vísceras de la cavidad
abdominal.
Estiran y revitalizan los músculos posteriores del cuerpo; dotan de elasticidad a la espina
dorsal hacia delante; desbloquean y sedan el sistema nervioso autónomo; favorecen el
recogimiento y el equilibrio emocional. Previenen contra trastornos digestivos, gastritis,
dispepsia, estreñimiento, escoliosis, ansiedad e insomnio. Regulan la acción cardiaca y la
tensión arterial.
Posturas de flexión hacia atrás
Estas posiciones (postura de la cobra, postura de masaje renal, postura del camello, por
ejemplo) estiran y re vital izan todos los músculos anteriores del cuerpo y ejercen un
profundo y benéfico masaje sobre la región lumbar, mejorando el funcionamiento de las
glándulas suprarrenales y de los riñones. Dotan de flexibilidad a la columna vertebral hacia
atrás y tonifican y fortalecen los músculos pectorales y abdominales. Potencian el
funcionamiento cerebral, tonifican todos los pares de nervios espinales y la médula espinal.
Activan los músculos respiratorios, favorecen la glándula tiroides, previenen contra el
asma, algunos trastornos del aparato digestivo, la escoliosis, la psicastenia y el estrés.
Así como las posturas de flexión hacia delante invitan al recogimiento, las de flexión hacia
atrás reportan un sentimiento de expansión. Las posturas de ambos grupos se
complementan perfectamente para atender al organismo en todos los sentidos e ir
manteniendo la espina dorsal resistente, equilibrada y joven.
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Posturas de flexión lateral
Estos asanas (la postura sobre el costado, la postura de la media luna, por ejemplo) dotan de
elasticidad a la espina dorsal hacia los lados, estiran y revitalizan los músculos y nervios
intercostales, ejercen un beneficioso masaje sobre el páncreas, el hígado y el bazo;
benefician los nervios espinales y los músculos deltoides, trapecio, hombros y brazos;
estimulan la musculatura del cuello y los músculos de las extremidades inferiores; activan
la acción cardiaca y mejoran el riego sanguíneo a todo el cuerpo.
En el niño favorecen el crecimiento y aumentan el apetito. Son posturas que previenen
contra las tensiones generales del tronco, las contracturas y crispaciones, distendiendo, y
produciendo una sensación de bienestar.
Posturas de torsión
Las posturas de este grupo (postura de torsión, media postura de Matyendra, por ejemplo)
ejercen un estiramiento muy pronunciado sobre todos los músculos y nervios del tronco,
mejorando el riego sanguíneo a los mismos. También sirven para tonificar los músculos y
nervios de las piernas y el cuello. Son posturas excelentes para favorecer la espina dorsal y
prevenir la escoliosis, el lumbago, la ciática y trastornos afines.
Procuran un profundo masaje de todas las vísceras abdominales y favorecen en las mujeres
los ovarios y en los hombres la próstata. Previenen la indigestión, el colon irritable, las
hemorroides y el estreñimiento. Activan el sistema circulatorio y aumentan la fortaleza
corporal.
Posturas de inversión
Estas posturas (postura de la vela, postura sobre la cabeza, por ejemplo) favorecen
enormemente el cerebro, al aportarle gran cantidad de sangre. Estimulan la acción de los
órganos sensoriales y regulan el funcionamiento de la glándula tiroides. Fortalecen mucho
la espina dorsal y en especial las vértebras cervicales.
Vigorizan los músculos de los brazos, los hombros y el cuello.
Descongestionan las venas de las piernas, descansándolas y previniendo contra varices.
Estimulan la acción cardiaca y aumentan la capacidad de la memoria, la concentración y la
atención.
Previenen los catarros nasales, la hipotensión, la psicastenia, la depresión, la dispersión
mental y la falta de concentración. Tonifican y vigorizan el cuerpo en general.
Posturas de acción abdominal
Estas posiciones (la postura del nervio vajroli, la postura del ángulo recto, por ejemplo)
inciden sobre el abdomen y favorecen sus órganos y su musculatura; la mayoría de ellas
también inciden muy benéficamente sobre las regiones coccígea, sacra y lumbar. Combaten
la adiposidad abdominal, el estreñimiento y algunos trastornos menores del aparato
digestivo.
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Posturas de acción general sobre el cuerpo
Este grupo de posturas (la postura del ave, la postura del pavo, por ejemplo) estimula todo
el organismo y su acción se generaliza a todos los músculos y nervios.
Son por lo general posturas que desarrollan más esfuerzo cardiaco y que aumentan la
capacidad de resistencia, acción y rendimiento del cuerpo. Mejoran el riego sanguíneo en
general.
Posturas de equilibrio
Las posturas de equilibrio (la postura del árbol, por ejemplo), como su nombre indica,
favorecen el equilibrio (muy útiles para niños) y aumentan la capacidad de concentración,
mejorando la conexión mente-cuerpo. También suelen favorecer y fortalecer la musculatura
de las extremidades inferiores.
Posturas de meditación
Son las posturas de las que se sirve el yogui para la práctica de la meditación (la postura
perfecta, la postura del loto, por ejemplo), y aunque también aportan beneficios físicos
(fortalecen la pelvis y el hueso sacro, dotan de flexibilidad a las articulaciones de las
piernas, etcétera), son las más apropiadas para estabilizar el cuerpo e inmovilizarlo y
mantener la espina dorsal y la cabeza erguidas. Se vienen utilizando desde hace siglos para
la práctica de la interiorización y la meditación.
La más sencilla, que está al alcance de todo el mundo, es la denominada postura del sastre,
que exige sólo el cruce normal de piernas, evitándose cualquier esfuerzo de las mismas.
Cuando se utilizan estas posturas para la meditación, el practicante también puede
introducir un cojín bajo las nalgas, lo que le permitirá estar más cómodamente erguido. Lo
importante es irse ejercitando en lograr mantener la inmovilidad el mayor tiempo posible.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Fundamentos del Yoga

Este texto se publicó en “El Gran Libro del Yoga” de Ramiro A. Calle.

El yoga Es, básicamente, un método de mejoramiento humano con una antigüedad de más
de seis mil años, originario de la India, pero que despierta un creciente e intenso interés,
cada día mayor, entre los occidentales.

Pero el descubrimiento del yoga y de sus notables excelencias por los occidentales no es ni
mucho menos reciente. Recordemos que ya Alejandro Magno se dejó instruir por un yogui
jaina de nombre Kalano y que desde aquellos remotos días empezaron a ser numerosos los
filósofos, místicos, pensadores, viajeros sobresalientes, peregrinos y escritores de nuestro
hemisferio interesados por las enseñanzas del yoga e incluso entusiasmados por sus textos
espirituales. A propósito de los Upanishads, Schopenhauer declaró: «Han sido el consuelo
de mi vida y de mi muerte». Del mismo modo, Hermann Hesse destacaría hace casi ocho
décadas que si algo le urgía a Occidente era la práctica del yoga, y antes que él
innumerables intelectuales y pensadores como Victor Hugo, Lamartine, Pierre Loti,
Romain Roland y tantos otros habrían de interesarse vivamente por el pensamiento de la
India.

Los métodos liberatorios del yoga se han ido incorporando desde muy antiguo a otras
tradiciones, tales como el budismo theravada, el budismo zen, el budismo tibetano, el
jainismo, el tantra, el sufismo, el gnosticismo, el cristianismo oriental y otros sistemas
soteriológicos. Puesto que el yoga es suprarreligioso y fundamentalmente ecléctico en este
sentido, es de utilidad tanto para personas con creencias como para quienes no las tengan,
pues lo que aporta es un conjunto de preciosísimas técnicas para el autodesarrollo.

El yoga siempre apela a la inteligencia y al discernimiento del practicante, y debe éste tratar
de evitar a esos «maestros» o «instructores» que acompañan la enseñanza del yoga de
adoctrinamientos incluso muchas veces dogmáticos y que nada tienen que ver con el yoga
mismo. El verdadero yoga, que es el que se viene practicando desde tiempos inmemoriales
en todas las épocas y latitudes, es a veces falseado por desaprensivos maestros e
instructores que lo convierten en una simple gimnasia, o lo reducen a una simple y casi
grotesca caricatura del yoga real, o, incluso, lo que es verdaderamente inexcusable, lo
proponen hasta como un método competitivo y un espectáculo de campeones. También
invito al lector a que utilice su sabiduría discriminativa para prevenirse contra los diversos
pseudoyogas que algunos instructores proponen o contra los sucedáneos que algunos tratan
de «colar» como si se tratara de verdaderas enseñanzas. No hay atajos para llegar al cielo y
los métodos que prometen éxitos espectaculares en un breve espacio de tiempo son
todos cebos para atraer a personas ingenuas que luego se encontrarán con el anzuelo y
comprobarán, desanimadas, que lo que se les ha ofrecido, y por lo que obviamente han
pagado, no tiene ningún alcance ni eficacia.

Yoga y trabajo interior

El yoga es tan antiguo ya la vez tan actual que Mircea Eliade -practicante de yoga- se
refirió a él como «un fósil viviente».
Es, sin duda, la técnica liberatoria más antigua del mundo, pues el yoga arcaico (que ya
disponía de eficaces métodos para conducir la mente a un estado de conciencia superior) es
muy anterior a la penetración de los arios en la India. Los primeros yoguis se adentraron en
la búsqueda interior con el afán de conectar con conocimientos de orden superior y poder
acceder a regiones ignotas de la mente. En el transcurso de los años fue configurándose un
cuerpo amplísimo de enseñanzas, métodos, técnicas y prescripciones para la auto
superación, la evolución de la conciencia y la conquista de una mente superior a la que el
yoga denomina supramundana, por situarse más allá de las apariencias.

Se
conoce ese trabajo interior que es el entrenamiento yóguico como sadhana o práctica
espiritual. El sadhana tiene por objeto la evolución consciente, el autoconocimiento y el
autodesarrollo, para beneficio propio y ajeno. En este trabajo sobre uno mismo, el
practicante encontrará no pocos obstáculos, pero también buenos aliados internos. Entre los
obstáculos se encuentran no solamente las circunstancias externas adversas y el entorno
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inapropiado y las vicisitudes de la vida, sino también los que derivan del desequilibrio
orgánico y de la inarmonía psíquica. Son obstáculos el desasosiego, la pereza, la
negligencia, el descontento, la ofuscación, la avidez, el odio y tantos otros, a los que
hay que sumar el propio inconsciente desordenado, caótico y el cúmulo de viejos patrones,
heridas psicológicas, traumas y frustraciones. También son obstáculos los enfoques
incorrectos, los estrechos puntos de vista, el apego a las ideas.
A menudo es la propia mente uno de los escollos más difíciles de superar, porque hay que ir
limpiándola de esa ofuscación o ignorancia básica que genera innumerables emociones
insanas, del mismo modo que hay que ir aprendiendo a contener el pensamiento neurótico y
descontrolado que es fuente de avidez, odio y, en suma, de una gran masa de sufrimiento
para uno mismo y para los demás. Todas las técnicas del yoga (incluidas las del yoga
psicofísico) apuntan a la mente para sanearla e iluminarla. De una mente ofuscada todo lo
que se deriva es nocivo.

Este sadhana (ejercitación) integral compete, pues, al cuerpo, al cuerpo energético, al
órgano psicomental y al comportamiento con nosotros y con los demás. El trabajo sobre el
órgano psicomental adquiere gran importancia, pues somos aquello que pensamos y
sentimos, ya que lo que hay dentro de nosotros tiende a emerger a través del
comportamiento. Incluso el yoga psicofísico (hatha-yoga) pretende con sus numerosas
técnicas no sólo beneficiar los cuerpos físico y energético, sino también favorecer el
dominio de la psique.

El yoga como técnica de autorrealización

El yoga es un método de trascendencia y liberación de la ignorancia fundamental, para
poder así desarrollar una percepción iluminada. Es una vía de aproximación a la última
realidad y, como técnica de autorrealización, su propósito principal es la recuperación de la
naturaleza real que reside en el individuo y que no es perceptible porque estamos
ciegamente identificados con los procesos psicomentales de todo tipo, viviendo de espaldas
a nuestra propia identidad. Como sistema soteriológico que es, el yoga pone los medios
para que brote la sabiduría que disuelve todos los autoengaños; también, elimina la
oscuridad de la mente y conecta al individuo con la «realidad trascendente», lo que
representa la emancipación espiritual.
Para los yoguis, además del subconsciente y la conciencia, todos disponemos de una
supraconciencia o mente de orden superior. Esta supraconciencia está aletargada y hay que
ganarla.
Las técnicas del yoga van drenando y saneando el subconsciente y resolviendo sus
condicionamientos, por un lado, y por otro amplificando la conciencia y esclareciendo la
percepción para poder ganar la supraconciencia o mente iluminada.

El yoga como ciencia psicosomática

Sólo en estas tres últimas décadas los occidentales comenzaron a darse realmente cuenta de
las estrechísimas conexiones del cuerpo y de la mente y de cómo muchísimos trastornos
orgánicos derivan de conflictos mentales y emocionales y son, por tanto, de naturaleza
psicosomática.
Por esta razón, la verdadera salud, o lo que se ha dado en denominar salud total, no se
puede sólo entender como bienestar físico, sino que es también bienestar psicomental y
social, puesto que un ser humano es una entidad bio-psico-social. Sin embargo, ya el yoga
de hace varios milenios descubrió la conexión mente-cuerpo, y, precursor de la ciencia
psicosomática, concibió y ensayó innumerables procedimientos de integración, control y
perfeccionamiento psicosomático.

Todas las técnicas del yoga físico favorecen también la mente, del mismo modo que las del
yoga mental benefician el cuerpo. Se han efectuado numerosas investigaciones médicas
sobre las técnicas del yoga físico y cómo generan modificaciones orgánicas notables, y
también sobre los métodos de meditación y cómo también éstos provocan cambios muy
numerosos en las funciones del organismo, constatables en la resistencia galvánica de la
piel, el pulso, la frecuencia cardiaca, diversas sustancias en la sangre y las ondas cerebrales.
Yo mismo me sometí, hace muchos años, en dos centros médicos, a una nutrida batería de
pruebas con el más sofisticado instrumental médico, para poner en evidencia los cambios
fisiológicos que producen las técnicas del yoga.

El yoga como medicina natural

Las técnicas psicofisiológicas y psicomentales del yoga, sus procedimientos naturistas, sus
orientaciones muy concretas sobre el descanso, la alimentación, el ayuno, el sueño y la
actividad, lo convierten en la más antigua medicina natural. Sus técnicas pueden ser
utilizadas tanto preventiva como terapéutica y recuperativamente, tanto en el ámbito
somático como en el psíquico.
Aunque jamás el yoga fue concebido como una terapia propiamente dicha, la experiencia
ha evidenciado que sus técnicas psicosomáticas benefician enormemente el cuerpo y la
mente y previenen contra innumerables trastornos, aumentando también la capacidad de
resistencia del sistema inmunitario. Como método de relajación y tranquilización es
insuperable, y la práctica combinada de los yogas físico y mental es de enorme efectividad
para coordinar armónicamente la unidad psicosomática y mejorar las conexiones del cuerpo
con la mente.
El yoga juega un destacado papel tanto en el campo de la salud corporal como en el de la
salud mental. Las técnicas de estiramiento, de control de la respiración, de relajación, de
dominio neuromuscular y de limpieza propias del yoga físico (hatha-yoga) resultan de gran
eficacia para prevenir artritis, artrosis, distintos tipos de reuma, ciática, lumbago, asma,
infarto de miocardio, bronquitis, trastornos de la espina dorsal, trastornos circulatorios muy
diversos, varices, estreñimiento, dispepsia, insomnio, gastritis, ansiedad, angustia y
diversos desórdenes psíquicos. El yoga físico es excepcionalmente ansiolítico y sus
técnicas sedan el sistema nervioso autónomo.
Por su parte, las técnicas de concentración, meditación y autoconocimiento favorecen la
armonía psíquica, resuelven conflictos internos, tranquilizan la mente y las emociones y
previenen contra desórdenes emocionales.
El hatha-yoga puede ser de gran auxilio para minusválidos, invidentes, niños con
desórdenes psíquicos o mentales, alcohólicos y drogadictos en periodo de recuperación.
La práctica del yoga favorece tanto a niños como a ancianos. Los primeros encontrarán en
el yoga (como señalo en mi obra Yoga para niños) un medio excelente para conocer
vivencialmente su cuerpo y armonizarlo, favoreciéndose asimismo el crecimiento,
tranquilizando las emociones e integrando la mente. El yoga además previene contra
desórdenes emocionales propios del niño y el estrés escolar. Las posturas, los ejercicios
respiratorios y la relajación van a favorecer todos sus sistemas orgánicos y de manera muy
importante el nervioso y el osteolocomotor; aumentarán la capacidad respiratoria y la
oxigenación de los tejidos e influirán muy beneficiosamente sobre el sistema nervioso y el
endocrino.

El yoga como psicología

La psicología más antigua del mundo es la del yoga. Se trata de una psicología
eminentemente práctica y tendente a la emancipación interior. No es una psicología
académica, sino experiencial y de gran profundidad, donde no sólo se conocen los más
ignotos mecanismos de la psique humana, sino que se procuran medios para ir saneando el
subconsciente y esclareciendo el núcleo de caos y confusión que hay en la propia psique.
El yogui aprende a moverse por los distintos planos y estratos de su mente, a descubrir los
condicionamientos internos para agotarlos y resolverlos, a mirar con atención vigilante y
observación imparcial en su dimensión interna para explorarla y transformarla. Aprende a
mirar y conocer sus estados mentales, intenciones y reacciones. Ensanchando la conciencia
y estableciendo una intensa atención vigilante, el yogui escudriña sus interioridades y
obtiene un conocimiento vivencial y directo, no conceptual, de sí mismo. Se enfrenta a las
latencias de su subconsciente ya las tendencias que las mismas imponen robando libertad
interior. Sólo en la medida en que las latencias se van «quemando», la persona se torna más
libre y lúcida.
La meditación es como una operación quirúrgica de la mente para reorganizarla en un plano
más sabio y armónico; asimismo, todas las técnicas del hatha-yoga, en la medida en que
alertan la conciencia, purifican la percepción y «desautomatizan», también son de gran
ayuda para erradicar condicionamientos.
El yogui se empeña en el desarrollo de su conciencia y la «limpieza» del subconsciente
para desencadenar el conocimiento yóguico o visión cabal, que es propio de la
supraconciencia, pues no está sometido a percepciones falseadas o al material desordenado,
anárquico y condicionante del subconsciente. No es por casualidad que innumerables
psicoterapeutas recomienden a sus pacientes la práctica del yoga o que incluso ellos
mismos lo practiquen. En estos últimos años en nuestras aulas hemos comprobado el
número creciente de médicos, de las más distintas especialidades, que emprenden la
práctica del yoga. La práctica del yoga nos recentra interiormente y nos permite vivir con
equilibrio psíquico en una sociedad desequilibrada.

Otras modalidades de yoga
Además de los yogas físico y mental, existen otras modalidades de yoga a las que haremos
una muy sucinta referencia y que han sido tratadas por el autor de esta obra en otros de sus
libros.
Gnana-yoga o yoga del discernimiento
Consiste en un ejercitamiento que purifica y activa el discernimiento para que éste pueda
ser eficazmente utilizado como medio para ver con claridad y poder percibir las cosas como
son (no como parecen ser o queremos o tememos que sean) y discriminar entre lo real y lo
aparente, lo genuino y lo adquirido, lo esencial y lo trivial. Permite desplegar
paulatinamente la sabiduría discriminativa que libera la mente de percepciones y enfoques
erróneos, estimulando la visión lúcida.
El gnana-yogui se somete a una implacable auto investigación, inquiriendo sobre su ser real
y tratando de desidentificarse de lo adquirido. Se ejercita para instalarse en su conciencia de
ser y rescata en sí mismo un «centro» de conciencia inafectada y libre de contaminaciones
psicomentales. No es una investigación metafísica o filosófica, que no conduce a la
liberación, sino experiencial y vivencial, que trata de retrotraerse incansablemente al símismo
emancipado de las actividades psicofísicas y de los eventos externos. Se desarrolla
así la experiencia del «testigo» imperturbable, independiente de la dinámica de lo sensorial.
Bhakti-yoga o yoga devocional
Apropiado para personas de una naturaleza mística y con propensión a identificarse con un
principio de orden superior, como quiera que convencionalmente se le denomine (Dios,
divinidad, diosa, energía, supremo, mente única, alma cósmica, absoluto).
Representa la búsqueda de ese ser, que para el bhakti-yoga está dentro y fuera de uno
mismo y, aunque individualizado como el sí-mismo, es transpersonal, como la energía que
todo lo anima.
El bhakti-yogui más depurado y que trata de vivir esa energía suprema como una
experiencia, y no como un concepto, no personaliza al absoluto ni le da un valor
antropomórfico, sino que trata de conectarse con ella a través de la meditación y el silencio
interior, mediante un «vaciamiento» bien conocido por los místicos de todas las latitudes,
impulsados e inspirados por la añoranza amorosa de querer refundirse con la fuente. Es un
yoga totalmente adogmático, suprarreligioso, que apela por un lado a la ética genuina o
virtud y, por otro, a la experiencia meditaciónal y la transformación interna, que requiere
también una erradicación de las emociones insanas.
Karma-yoga o yoga de la acción consciente
Como todos tenemos que actuar necesariamente, este yoga instrumentaliza la acción para
perfeccionarse y crecer interiormente. Así, la acción en lugar de resultar alienante se torna
una herramienta para acumular conciencia y desarrollar la comprensión clara. El yogui
aprende a actuar más consciente, sin egoísmo, sin obsesionarse por los resultados, con un
sentido de cooperación y tratando de favorecer y no de dañar a los otros.
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Cualquier actividad o acción es importante para el ejercitamiento interior, así como
cualquier trabajo o momento de ocio. Se trata de elevar también el umbral de la atención
vigilante y de desarrollar ecuanimidad. El karma-yogui trata de obrar por amor a la obra y
renuncia así a los resultados, que ya vendrán por añadidura.
Mantra-yoga o yoga del sonido
Se sirve de determinados fonemas para estimular energías internas, concentrar la mente y
amplificar la conciencia. El mantra se utiliza para evocar-invocar-convocar «aquello» que
el mantra designa. La recitación mántrica es un tipo de meditación y el yogui recita el
mantra incansablemente para ir más allá del mantra, hacia lo que el mantra representa.
Tantra-yoga o yoga del control sobre las energías
Sus técnicas tienen por objeto el control y el aprovechamiento de todas las energías,
incluidas las del deseo. Las energías, lúcida y conscientemente, se instrumentalizan para
amplificar y elevar la conciencia.
Kundalini-yoga o yoga de la energía cósmica
Los yogas tardíos consideran que en el ser humano hay un potencial cósmico aletargado al
que denominan kundalini y que es la semilla de iluminación o sabiduría que el yogui con
sus procedimientos debe actualizar y desplegar para que otorgue todos sus conocimientos
reveladores. Esta energía transpersonal que es kundalini, activada, va activando a su vez e
iluminando los distintos centros psíquicos, que reportan, una vez iluminados,
intuiciones místicas que potencian el crecimiento espiritual y permiten ir recorriendo
paulatinamente la senda hacia la liberación definitiva.
Si existen diferentes modalidades de yoga es para atender a las distintas naturalezas
mentales y temperamentos del ser humano, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que la
práctica de un yoga tenga que excluir la de otros. Todos los yogas son vías dentro de la vía
del yoga para aproximarse a la mente liberada.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Yoga Sutra de Patanjali

En este camino de aprendizaje del yoga en el que me encuentro, he leído acerca del origen del yoga y de Patanjali, a quien se le atribuye haber hecho la primera recopilación sistemática de las enseñanzas ancestrales que hasta ese momento se transmitían de forma oral. Así es que decidí leer los Yogasturas de Patanjali. Me puse a buscar en Internet y, como era de esperarse, encontré varias versiones. Descargue un par de ellas al azar y empecé a leer una. Un día abrí el archivo que no estaba leyendo por equivocación y mi sorpresa fue grande al darme cuenta de que estaba escrito en un lenguaje bastante distinto al que había empezado a leer, me refiero a la traducción al español de T.K.V. Desikachar y la de Vyasa. Me puse a compararlas y efectivamente, había varias diferencias, que si no de fondo, si en la manera de expresarse. Esto me llevó a seguir buscando en Internet, encontré varios sitios más donde aparecen fragmentos de la obra, hasta que finalmente encontre un sitio llamado HRIH que tiene una enorme recopilación de traducciones del Yogasutra en una gran cantidad de idiomas.

Descargué las tres versiones que encontré en español y varias versiones en inglés y seguí comparándolas.

Esto me lleva a un asunto acerca del cual ya había elucubrado con anterioridad: realmente que tan precisa y objetiva es una traducción.

Yo soy traductor y en una ocasión me tocó traducir un texto técnico del inglés al español. Algunos meses después me encargaron traducir un texto del español al inglés. Empecé a hacerlo y más o menos como a la mitad me di cuenta de que era el mismo que había traducido del inglés al español con algunas correcciones que le habían hecho. Cuando terminé la traducción me puse a comparar esta nueva versión que había traducido al inglés con el texto original y me dí cuenta de que no era exactamente igual. Esto me llevo a pensar en un principio en que había cometido algunos errores, pero al seguir examinando las dos versiones me dí cuenta de varias cosas:

En un idioma hay palabras que realmente no tienen una traducción literal a otro, por lo que se utiliza una frase para traducirlas. Hay palabras en un idioma que tienen significados ligeramente variados y cuya traducción en el otro idioma es la misma palabra. Un ejemplo de esto es el siguiente: en inglés existen las palabras “scream” y “shout” que muchas veces se usan juntas en la misma frase como “When he got mad, he was screaming and shouting at the top of his lungs.” Ahora bien, si buscamos estas dos palabras en el diccionario, ambas se traducen como “gritar” por lo que la traducción de la frase, literalmente sería, “Cuando él se enojó, estaba gritando y gritando a todo pulmón” lo cual no me suena muy bien en español por lo que la traduciría como “Cuando se enojó, gritaba con todas sus fuerzas.” Si ahora la traduzco de regreso al inglés quedaría algo así como “When he got mad, he screamed with all his might.” Para empezar eliminé una de las palabras “gritar” en español por repetirse cuando en inglés realmente tienen un significado algo diferente ya que “shout” significa gritar, pero gritar palabras o frases, mientras que “scream” también significa gritar pero más bien sonidos como “Ahhh”. Luego, la frase original de “a todo pulmón” en inglés cambió a “con todas sus fuerzas”.

Aunque el significado general de la frase no cambió, si hay cambios sutiles en la traducción que inevitablemente hacen que se pierda algo en ella.

Otro ejemplo que me parece interesante es algo que leí en algún lugar acerca de este tema, y es que en la mayoría de los idiomas existe una sola palabra para designar a la nieve. Que de acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española significa: "Agua helada que se desprende de las nubes en cristales sumamente pequeños, los cuales, agrupándose al caer, llegan al suelo en copos blancos." Sin embargo en la lengua de los lapones, una etnia que vive en las altas latitudes existen varias palabras para designar a la nieve según su uso, ejemplo: una palabra designa a aquella nieve que es apropiada para derretirse y beberla, otra a aquella que por su consistencia es más apropiada para la construcción de iglús.

Esto me lleva a un asunto más profundo, que es la expresión y la comunicación en sí misma. Durante la evolución humana van surgiendo palabras para designar los tanto los objetos del mundo material que nos rodea como las sensaciones y sentimientos del mundo externo. Todos tenemos una idea o imagen en la mente del objeto o sensación representado por la palabra. Todos usamos las palabras para comunicarnos, pero lo que normalmente no tenemos en cuenta es que si la persona con la que nos estamos comunicando le da exactamente el significado a lo que estamos diciendo. Yo le puedo decir a alguien “Las hojas verdes del árbol contrastaban hermosamente con el azul del cielo.” y seguramente la persona a la que se la digo se dará una idea, su idea, de lo que estoy diciendo. Pero, ¿es exactamente la misma imagen que yo tengo. Seguramente no. YO puedo estar imaginándome o recordando una escena vivida por mí, un sauce, con hojas verde oscuro, brillando con el agua de la lluvia que acaba de caer y contrastando con los tonos negros, grises y blancos de las nubes del cielo. Y la otra persona puede imaginar un pino, cuyas hojas verde claro contrastan con un cielo azul y sin nubes. Y que decir del recuerdo de las emociones asociadas con esa imagen. Para mí puede evocar un sentimiento de tristeza, al recordar que el día que vi esa imagen, estaba triste por haber perdido a un ser amado, mientras que para la otra persona, el sentimiento evocado puede ser de alegría por haber pasado un día feliz en el campo con su familia.

Y si bien, al hablar de objetos físicos vemos que pueden ser imágenes diferentes, que decir de las sensaciones o sentimientos. Al yo hablar de un dolor que siento en el estomago, la persona que me escucha puede recordar un dolor que tuvo en el estomago, pero son lo mismo. Tuvieron la misma intensidad, la misma duración, la misma causa. Y lo mismo sucede con los sentimientos, con la alegría, la ira, la tristeza o la alegría. Sólo podemos imaginar aquello que hemos sentido, y creemos que es igual a lo que la otra persona siente. Y en términos generales, está correcto, pero en términos sutiles es distinto. Por eso es que hay que pensar si realmente existe una realidad puramente objetiva, o si todo es subjetivo por estar “coloreado” por la manera como cada persona percibe al mundo que la rodea.

Y bueno, regresando al tema de los sutras de Patanjali y sus traducciones.

A continuación he puesto en una tabla las ocho versiones que tengo, tres en español y cinco en inglés. Las diferencias en las traducciones al español le resultarán obvias al lector, las de las traducciones en inglés también serán obvias para los que hablan el idioma, pero incluso para aquellos que no hablan inglés, resultarán obvias las diferencias en las palabras utilizadas por los traductores.

Esto no pretende de ninguna manera ser un texto erudito o criticar a los traductores, sino simplemente quiero decir que debemos de tener en cuenta estas diferencias subjetivas que hay en las traducciones. Ésto lo expreso como un principiante en el estudio del yoga que quiere comprender las enseñanzas de uno de sus maestros.

Pantanjali nos dice en el inciso 7 del capítulo primero en la traducción al inglés de Dennis Hill, “Valid knowledge is direct perception (pratyaksha), verifiable deduction (anumana) and the word of one who has already reached the goal (agama)”. El conocimiento válido es por la percepción directa (ptrayaksha), deducción verificable (anumana) y el mundo de algúien que ya ha alcanzado la meta (agama)”.

Entonces, ¿cómo podemos verificar que el conocimiento que estamos obteniendo de la tercera fuente, o sea de la versión original de Patanjali en sánscrito, a través de las diferentes traducciones es el verdadero? ¿Cómo podemos saber cuál nos trasmite el significado que Patanjali le quiso dar a sus palabras? Y otra consideración que debemos de tener en cuenta es que el mismo Patanjali escribió su versión de las enseñanzas orales que se venían transmitiendo de maestro a estudiante por generaciones, ¿cómo se fueron transformando estas enseñanzas originales con esta forma de transmisión?.

Finalmente la conclusión a la que llego es que la mejor forma de comprender estas enseñanzas es leyendo las diferentes versiones, ya que esto nos permite obtener una versión más sutil y que finalmente será nuestra propia versión de como apercibimos las enseñanzas y que seguramente no será igual a la de otras personas. Pero finalmente, no se puede hablar de que una sea más válida que otra, lo “real” es nuestra apercepción.

Las tablas que desarrollé con las ocho versiones de los sutras de Patanjali, son demasiado grandes para incluirlas en este artículo, sin embargo las pongo a disposición de cualquiera que esté interesado en ellas de manera totalmente gratuita, sólo tienen que solicitarlas por medio de un correo electrónico a alamvi@gmail.com y se los enviaré con gusto en formato PDF.

I ahora, antes de pasar a los sutras, incluyo dos resúmenes de las introducciones a los textos de Vyasa y al de Dennis Hill, el resumen y la traducción de esto, reflejan mi subjetividad al respecto.

En la traducción de Vyasa el autor nos dice que poco se sabe de Patanjali, y que lo poco que se sabe está lleno de contradicciones. Se lo considera como una encarnación del dios serpiente Sesa, que rodea y sostiene al universo en la forma de Océano Cósmico. Nos dice que el Yogasutra data de entre el siglo II A.C. Al siglo VI D.C. Pero que no se ha podido determinar con claridad la identidad del autor o la fecha exacta de los textos. Y sigue diciendo que se puede considerar que Patanjali no fue el único autor del texto sino que este se mantuvo “vivo” durante varios siglos en los que se compilaron las técnicas inductivas de origen shamánico en un contexto filosófico.

El yogasutra está compuesto por 195 aforismos, o frases cortas, formados con palabras técnicas muy precisas y con reglas gramaticales estrictas. El libro se divide en cuatro capítulos o partes. La primera parte consta de 51 aforismos dedicados a explicar al naturaleza general del Yoga y su técnica: la “internalización profunda” (samadhi), sus diferentes formas, los obstáculos y los medios a través de los que se llegan a cesar o detener todos los procesos mentales que es la meta final del Yoga. Su objeto es responder a la pregunta, ¿qué es el Yoga?

La segunda parte se compone de 55 aforismos y se titula la “practica” (sadhana); ésta sección trata con las condiciones de la vida human y la angustia inherente de esta condición para tratar de responder a la pregunta ¿por qué practicar el Yoga? Se exponen los impedimentos, sus causas y sus consecuencias, finalmente se analizan los medios externos o las primeras cinco prácticas del Yoga clásico.

En la tercera parte, dedicada a las “manifestaciones maravillosas” (vibhuti), compuesto por otros 55 aforismos (56 en algunas versiones), se exponen los medios internos que completan los externos dentro del Yoga de los ocho pasos y siddhi, y se habla detalladamente de los poderes extraordinarios, que desafían las leyes de la ciencia. Esos poderes se adquieren involuntariamente durante el curso de la práctica.

La última parte, más filosófica y sutilmente controversial, habla acerca de la Independencia o Aislamiento Trascendental (kaivalya); está compuesto por 34 aforismos, en los que se encuentran los problemas filosóficos que implican el estudio y la práctica del sistema, especialmente dos asuntos metafísicos fundamentales; el momento y la naturaleza del conocimiento.

En la introducción a su traducción, Dennis Hill nos dice que los Yogasutras fueron compilados por el sabio Patanjali hace unos 2,000 años a partir de una tradición oral que se remonta a una antigüedad desconocida. Patanjanli nos da la sabiduría esencial de la práctica del yoga y la meditación para conocer, directamente, la esencia de nuestro verdadero yo – al habitante consciente que le da vida al cuerpo. Experimentar el estado consciente completo nos muestra la naturaleza trascendental esencial del universo para llevarnos a un estado de tranquilidad gozosa imperturbable.

Hill continua diciendo que el término “yoga” apareció en los Vedas mucho antes de que Patanjali viviera, pero los Yoga Sutras aparecen en la historia como el primer tratado integral del método del yoga y la liberación. Patanjali, nos habla principalmente desde el punto de vista de la filosofía Samkya y el Yoga Raja meditativo.

Patanjali nos dice que el yo interno puramente gozoso ya se ha logrado y que todo lo que se necesita es perder el interés en aquello que no es el yo.

El primer libro empieza diciéndonos que el yoga es restringir la mente a un estado de ecuanimidad para que la mente no sea molestada mientras examina la apariencia y conoce las cosas tal como son. Esta enseñanza puede ser una información novedosa para el estudiante actual de yoga que ha considerado el yoga como un ejecicio para estar en forma. Pero Pantanjali persiste y explica la naturaleza de la mente, las distracciones de la mente y el estado de samadhi que surge cuando el yogui pierde interés en las distracciones.

Debido a las tentaciones del mundo la mente cultiva apetitos por el placer y aversión al sufrimiento que trae este apetito. Dada la predominancia de estas influencias, la mente naturalmente no descansa en la calma. El libro II, acerca del sadhana nos da las prácticas para simultáneamente hacer surgir el gozo interno y aquietar las distracciones de la mente. En una práctica concisa de las 8 ramas del Yoga, Patanjali nos presenta un paquete con el concepto de astanga.

En el estudiante que persise en las prácticas durante un largo periodo de tiempo, pueden surgir varios logros o poderes yoguis. Patanjali describe estos siddhis con cierto detalle en el Libro II, pero dice que no debemos distraernos ya que podemos perder el rumbo en el camino a la liberación. Es mejor sólo notarlos y continuar con sadhana.

A lo largo del libro se nos recuerdan las dos prácticas fundamentales que condicen al estado final, kaivalya. Una práctica es vairagya (falta de pasión, desapego) y la otra es viveka (discriminación). En la vida, todo nos llega y todo nos abandona. Tanto en el placer como en el dolor podemos darle la bienvenida a lo que sea que venga y dejar ir cualquier cosa que nos abandone. En la práctica de vairagya no sólo dejamos ir completamente cuando es el momento adecuado, sino que en primer lugar no nos apegamos a lo que sea que nos llegue en el río de la abundancia. En la práctica de viveka, aprendemos a discriminar entre la mente al observador de la mente (la consciencia misma). Cuando podemos descansar en el estado de la consciencia que se conoce a sí misma, conocemos nuestra verdadera identidad. El Libro IV (Kaivalya) es la historia del resultado final de estas prácticas y conocimientos conforme el yogui se funde irrevocablemente en el gozo del yo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Triángulos para mejorar el equilibrio

Este artículo, “Triángulos Mágicos” se publicó en el “Cuaderno de Yoga”.

“Muchos profesores de yoga afirman que antes de sumergirnos en la práctica de
asanas sentadas, debemos dominar las posturas de pie. En realidad, las posturas
de pie, son la gran base sobre la que descansan el resto de asanas. Esto se debe
a que contienen los tres elementos básicos que hemos de desarrollar en la
práctica yóguica, a saber: equilibrio, flexibilidad y fuerza.
Y de todas las asanas que se realizan de pie, mis preferidas son las que para mí
mismo, denomino triángulos mágicos. Triángulos, porque es ésa la posición que
toma el cuerpo cuando se realizan, y mágicos porque actúan sobre el cuerpo de
forma integral y porque cuanto más y mejor se practican, más facilidad
obtendremos en la práctica de otras asanas.
Dicho esto, las asanas “triangulares” a las que me refiero son las siguientes:


Utthita Trikonasana o postura del triángulo extendido


Parivrtta Trikonasana o postura del triángulo girado “


Siempre procuro incluir alguna de estas posturas en mis prácticas, ya que lo que más trabajo me cuesta dominar es el equilibrio y este tipo de posturas me han ayudado mucho a mejorar en este aspecto de mi práctica.

El artículo completo lo pueden consultar en “Cuaderno de Yoga”, encontrarán el vínculo en Blogs que visito.