domingo, 21 de noviembre de 2010

Om Mani Padme Hum 2

Dharma Haven

Visión general.

Los budistas tibetanos creen que recitar el mantra (oración) Om Mani Padme Hum, en voz alta o silenciosamente para uno mismo, invoca la poderosa atención benevolente y las bendiciones de Chenrezig, la encarnación de la compasión. Se dice que ver la forma escrita del mantra tiene el mismo efecto – a menudo se labra en las piedras y se colocan den donde las pueda ver la gente.

Se cree también que hacer girar la forma escrita del mantra en una rueda Mani (o rueda de oración) da el mismo beneficio que recitar el mantra, y las ruedad Many, pequeñas ruedas de mano y grandes ruedas con millones de copias del mantra en su interior, se encuentran en todas partes en las tierras con influencia del budismo tibetano.

La rueda de oración, tecnología espiritual del Tibet.

Se dice que todas las enseñanzas de Buda están contenidas en este mantra: “Om Mani Padme Hum” que realmente no se puede traducir en una sencilla frase u oración.

Sin embargo es apropiado hablar un poco acerca del mantra, para que la gente que lo quiera usar en su práctica de meditación tenga alguna idea de lo que está haciendo y la gente que sólo siente curiosidad entienda un poco mejor qué es el mantra y por qué es tan importante para los budistas tibetanos. Empezamos en la siguiente sección con un poco de información acerca del mantra mismo.

El mantra Om Mani Padme Hum.

El mantra Mani es el más ampliamente usado de los mantras budistas, y está abierto a cualquiera que se sienta inspirado para practicarlo – no reuqire una inciación anterior de un lama (maestro de meditación).

Las seis sílabas del mantra, como lo pronuncian con frecuencia los tibetanos – Om Mani Padme Hum – se muestran a continuación en el alfabeto tibetano.



Leyendo de izquierda a derecha las sílabas son:

Om             Ma            Ni            Pad         me        Hum 
(ohm)        (mah)         (nee)        (pahd)    (may)      (hum)

La vocal en la sílaba Huy ser pronuncia como en la palabra inglesa “Book”. La consonante final en esa sílaba con frecuencia se pronuncia ‘ng’ como en “song” – Om Mani Padme Hung. Hay una complicación más: muchos tibetanos pronuncian la sílaba Pad como Pe (peh). Om Mani Peme Hung.

El mantra se originó en la India, conforme se movió de la India a Tibet, la pronunciación cambió porque algunos de los sonidos en el idioma sánscrito de la India les resultan difíciles de pronunciar a los tibetanos.

Forma sánscrita                          Om Mani Padma Hum
                                                mantra del Avalokiteshvara
Forma tibetana                            Om Mani Peme Hung
                                                mantra de Chenrezig

El verdadero sonido de la verdad.

Una vieja historia habla del mismo problema. Un meditador devoto, después de años de concentrarse en un mantra en particular, había logrado el suficiente entendimiento para empezar a enseñar. La humildad de los estudiantews distaba mucho de ser perfecta, pero los maestros del monasterio no estaban preocupados.

Unos cuantos años de enseñanza exitosa hicieron que el meditador no tuviera ningún pensamiento de aprender de nadie más, pero al oír de un famoso hermitaño que vivía cerca, no pudo dejar pasar la oportunidad era muy emocionante para dejarala pasar.

El hermitaño vivía solo en una isla a la mitad de un lago, así que el meditador contrató a un hombre con un bote para que lo llevara a la isla. El meditador le tenía mucho respeto al viejo hermitaño. Cuando compartieron un té hecho de hierbas el meditador le pregunto acerca de su práctica espiritual. El viejo dijo que no tneía una práctica espiritual, con excepción de un mantra que se repetía a sí mismo todo el tiempo. El meditador estaba complacido, el hermitaño estaba usando el mismo mantra que él – pero cuando el hermitaño recitó el mantra en voz alta, ¡el meditador se horrorizó!

“¿Qué pasa?” preguntó el hermitaño.

“No sé que decir, ¡creo que has malgastado toda tu vida! ¡Estás pronunciando el mantra de manera incorrecta!”

“¡O, no! ¿Cómo lo debo recitar?”

El meditador le dio la pronunciación correcta y el viejo hermitaño quedó muy agradecido, pidiéndole que lo dejara solo para poder empezar de inmediato.

En el camino de regreso por el lago, el meditador, ahora confirmado como un maestro consumado, ponderaba la triste situación del hermitaño. “Es muy afortunado que haya venido. Al menos tendrá un poco de tiempo para practicar correctamente antes de morir”. Justo entonces, el meditador se dio cuenta de que el barquero se veía bastnate sorprendido, y se volteó para ver al hermitaño parado respetuosamente en el agua a un lado del bote.

“Perdoneme, por favor. Odio molestarlo, pero olvidé la pronunciación correcta otra vez. ¿Me la podría repetir?”

“Obviamente no la necesita,” tartamudeó el meditador, pero el anciano persistió en su amable solidictud hasta que el meditador accedió y le dijo otra vez la manera como pensaba que se debía de pronunciar.

El viejo hermitaño recitaba el mantra muy cuidadosamente, lentamente, una y otra vez, mientras caminaba sobre la superficie del agua de regreso a la isla.

El significado del mantra.

“No hay un sólo aspecto de las ochenta y cuatro mil secciones del las enseñanzas de Buda que no estén contenidad en el mantra de seis sílabas “Om Mani Padme hum” del Avalokiteshvara, y como tal las cualidades del “mani” son alabadas una y otra vez en los Sutras y Tantras… Ya sea que estemos felices o tristes, si tomamos al “mani” como nuestro refugio, Chenrezig nunca nos abandonará, la devoción espontanea surgirá en nuestras mentes y el Gran Vehículo se realizará sin esfuerzo.”
Dilgo Khyentse Rinpoche

La gente que se encuentra con el mantra espontáneamente quiren saber que significa, y frecuentemente piden una traducción al inglés u otro idioma occidental. Sin embargo, Om Mani Padme Hum realmente no se puede traducir en una sola frase o incluso en unas cuantas oraciones.

Todo el Dharma se basa en el descubrimiento de Buda de que el sufrimiento es innecesario. Como una enfermedad, una vez que enfrentamos el hecho de que el sufrimiento existe, podemos ver más profundamente y descubrir su causa; y cuando podemos descubrir que la causa es dependiente de ciertas condiciones, podemos explorar la posibilidad de eliminar esas condiciones.

Buda enseñó muchos métodos diferentes para eliminar la causa del sufrimiento, métodos apropiados para tipos, condiciones y aptitudes muy distintas de los seres que sufren. A aquellos que tenían la capacidad de comprenderlo, les eneseñó el método más poderoso de todos, un método basado en la práctica de la compasión. Se conoce como el Mahayana, o el Gran Vehículo, porque practicarlo beneficia a todos los seres sin parcialidad. Se asemeja a un gran barco que lleva a todos los seres en el universo a través de un mar de sufrimiento.

Dentro del Mahayana el buda reveló la posibilidad de beneficiar a todos los seres rápidamente, incluyéndo a uno mismo, al entrar directamente en el estado mental despierto, Budeidad, sin demora. Una vez más, hay maneras diferentes para lograr esto, pero la más poderosam y al mismo tiempo la más accesible, es vincular la mente de uno con la mente de Buda.

En una práctica de visualización nos imáginamos que somos un Buda, en este caso el Buda de la Compasión, Chenrezig. Al reemplazar el pensamiento de ti como tú con el pensamiento de ti como Chenrezig, gradualmente reduces y eventualmente eliminas la fijación en tu yo personal, que expande la tierna bondad y la compasión hacia ti mismo y hacia otros, y tu inteligencia y sabiduría se incrementan, permitiéndote ver claramente lo que alguien necesita realmente y para comunicarte con ellos con claridad y precisión.

En la mayoría de las tradiciones religiosas uno les reza a las deidades de la tradición con la esperanza de recibir su bendición, que lo beneficiará a uno de alguna manera. En la tradición budista varjayana, sin embargo, la bendición y el poder y las cualidades superlativas de los seres ilumnidados no se considera que provengan de una fuente externa, sino que se cree que son innatas, aspectos de nuestra propia naturaleza verdadera. Chenrezig y su amor y compasión están dentro de nosotros.

Chenrezig: La encarnación de la compasión.

Al hacer la práctica de visualización nos conectamos con el cuerpo, la voz y la emnte de Buda por tres aspectos de la práctica. Por nuestra postura y ciertos ademanes nos conectamos con el cuerpo, al recitar las palabras de la liturgia y al repetir el mantra nos conectamos con la voz, e imaginando la forma visual del Buda nos conectamos con la mente.

Om Mani Padme Hum es el matara de Chenrezig. En las palabras de Kalu Rimpoche: “A través del mantra ya no nos apegamos a la realidad del habla y el sonido que encontramos en la vida, sino que lo experimentamos como esencialmente vacío. La confusión del aspecto del habla de nuestro ser se transforma en consciencia iluminada”.
Esa consciencia iluminada incluye cualquier cosa que podamos necesitar entender para poder salvar a todos los seres, incluyéndonos a nosotros mismos, del sufrimiento. Por esa razón todo el Dharma, toda la verdad acerca de la naturaleza del sufrimiento y las muchas maneras de eliminar sus causas, se dice que las contienen estas seis sílabas:

Om Mani Padme Hum

“Buda de la gran compasión, sosténme firme en tu compasión. Desde el tiempo sin comienzo, los seres han vabado en samsara. Pasando por sufrimientos inaguantables. No tienen otro protector más que tú. Por favor bendícllos para que puedan lograr el estado omniscente de budeidad.

Con el poder del karma maligno reunido del tiempo sin comienzo, los seres sintientes, a través de la fuerza de la ira, nacen como seres del infierno y experimentan el sufrimiento del calor y el frío. Que todos nazcan en tu presencia, deidad perfecta”.
La meditación y recitación del Chenresig de cuatro brazos.

Un vistazo a otros aspectos del mantra.

Hay muchas maneras de entender el significado del mantra, estas son algunas de ellas:

La transformación del habla

[Un fragmento de “El Dharma” de Kalu Rimpoche, de un capítulo acerca de los Cuatro Dharamas de Gampopa].

“El segundo aspecto de la transformación [de la confusión a la sabiduría] se trata de nuestra habla. Aunque parezca fácil considerar al habla como intangible, que simplemente aparece y desaparece, realmente nos relacionamos con ella como algo real. Es debido a que nos apegamos tanto a lo que decimos y escuchamos que el habla tiene tanto poder.

Simples palabras, que finalmente no tienen una realidad, pueden determinar nuestra felicidad y sufrimiento. Podemos crear placer y dolor a través de nuestro apego fundamental al sonido y al hablar.

En el contexto Vajrayana, recitamos y meditamos en el mantra, que es un sonido iluminado, el habla del [Bodhisattva de la Compasión], la unión del Sonido y el Vacío. No tiene una realidad intrínseca, sino que simplemente es la manifestación del sonido puro, expérimentado simultáneamente con su Vacuidad. A través del mantra ya no nos aferramos a la realidad del habla y el sonido que se encuentran en la vida, sino que los experimentamos como esencialmente vacíos. La confusión del aspecto del habla de nuestro ser se transforma en consciencia iluminada.

Al principio, la Union del Sonido y la Vacuidad es simplemente un concepto intelectual de lo que debe de ser nuestra meditación. A través de su aplicación continua, se convierte en nuestra experiencia real. En esto, como en otras cosas de la práctica, la actitud es sumamente importante, como lo ilustra la siguiente historia de un maestro en el Tibet.

El maestro tenía dos discipulos, ambos emprendieron la tarea de recitar el mantra de Chenrezi, OM MANI PADME HUM, cien millones de veces. En presencia de su lama, hiciron votos para hacerlo, y se fueron para hacer su práctica.

Uno de los discípulos era muy diligente, auque su realización tal vez no era tan profunda. Se puso a hacer la práctica tan rapido como fuera posible y recitaba el mantra incesantemente, día y noche. Después de largos esfuerzos, completó sus cien millones de recitaciones, en tres años. El otro discípulo era extremadamente inteligente, aunque tal vez no tan diligente, porque ciertamente no se lanzói a la práctica con el mismo entusiasmo. Pero cuando su amigo se acercaba a completar su práctica en su retiro, el segundo discípulo, que no había recitado muchos mantras, se subió a la cima de una colina. Se sentó ahí y empezo a meditar que todos los seres a través de todo el universo se transformaban en Chenrezi. Meditó que el sonido del mantra no sólo salía de la boca de todos y cada uno de los seres, sino que todos los átomos del universo vibraban con él, y durante unos cuantos días recitó el mantra en este estado de samadhi.

Cuando los dos discípulos fueron con su lama para indicarle que habían terminado la práctica, les dijo: “O, los dos lo han hecho excelentemente. Tú fuiste muy diligente y TÚ fuiste muy sabio. Ambos lograron los cien millones de repeticiones del mantra”.

Así, al cambiar nuestra actitud y desarrollando nuestra comprensión la práctica se hace mucho más poderosa.

Los poderes de las seis sílabas.

Las seis sílabas perfeccionan las Seis Paramitas de los Bodhisattvas. Gen Rinpoche, en su comentario acreca del Significado dijo: “El mantra Om Mani Pädme Hum es fácil de decir, sin embargo es muy poderoso, porue continen la esencia de toda la enseñanza. Cuando dices la primera sílaba, Om, está bendita para ayudarte a lograr la perfección en la práctica de la generosidad. Ma, te ayuda a prefeccionar la práctica de la ética pura y; Ni, te ayuda a lograr la perfección en la práctica de la tolerancia y la paciencia. Päd, la cuarta sílaba, te ayuda a lograr la perfección de la perseverancia; Me, ayuda a lograr la perfección en la práctica de la concentración; y la sexta sílaba final, Hum, ayuda a lograr la perfección en la práctica de la sabiduría.

Así de esta manera el mantra ayuda a lograr la perfección en las seis prácticas desde la generosidad a la sabiduría. El camino de estas seis perfecciones es le camino que recorrieron todos los Budas de los tres tiempos. Entonces, qué puede ser más significativo que recitar el mantra y lograr las seis perfecciopnes.

Las seis sílabas purifican los seis reinos de la existencia en el sufrimiento. Por ejemplo, la sílaba Om purifica el apego neurótico a la dicha y al orgullo, que aflige a todos los seres en el reino de los dioses.

Sílaba                                  Purifica                                                    Reino Samsárico
Om                                       Dicha / orgullo                                          Dioses
Ma                                       Celos / deseo de entretenimiento               Dioses celosos
Ni                                         Pasión / deseo                                          Humano
Pe                                        Estupidez / prejuicios                                 Animal
Me                                       Pobreza / posesividad                                Fantasmas hambrientos
Hung                                    Agresión / odio                                          Infierno

¡Mira! ¡La joya en el loto!

La frase frecuentemente se considera como una traducción del mantra. Sin embargo, aunque algunos mantras se pueden traducir, más o menos, el Mani no es uno de ellos; así que mientras que la frase no es correcta como una traducción, sí sugiere una manera interesante para pensar en el mantra, considerando el significado de las palabras individuales.

S.S el Dalai Lama ha ofrecido justo un análisis así, en una página Web “El significado de Om Mani Padme Hum.

Concluye su exposición con este resumen: “Así, las seis sílabas de Om Mani Padme Hum singnifican que en la dependencia de la práctica que está en una unión indivisible on el método y la sabiduría, puedes transformar tu cuerpo, habla y mente impuras en el cuerpo, habla y mente puras de un Buda”.



1 comentario:

Anónimo dijo...

esta bueno todo su contenido.te felicito.y me agradaria que pudieran colocar fotos e imagenes de joyas y su significado para usarlo como proteccion y sanacion entre otras cosas... chaooo