domingo, 14 de noviembre de 2010

Los mantras como ayuda para la meditación.

Con frecuencia me cuesta trabajo mantener la práctica de la meditación. Ay veces que mi mente simplemente no se tranquiliza, aunque realmente no tenga nada que hacer, después de 5 minutos mi mente empieza a vagar, a ‘inventar’ cosas que tengo que hacer. Regreso a la respiración y logro tranquilizar mi mente uno o dos minutos más, pero luego regresa a su estado inquieto, mi cuerpo le ayuda a mi mente a sentirse inquieta, un músculo que brinca en mi pierna o en mi brazo, el cuello que se tensa, una comezón intensa en una mejilla. Y la mente vuelve a ‘inventar’ algo que hacer. Regreso a la respiración una y otra vez, pero nada parece calmar mi mente. Logro ‘aguantar’ un máximo de quince minutos, y me doy por vencido y me levanto a hacer alguna de las cosas que ‘inventé’ aunque normalmente para cuando ya puse el cojín y el tapete en su lugar ya se me olvidaron esas cosas ‘tan importantes’ que tenía que hacer.

Una manera que me ha servido mucho para extender mi práctica a 30 o 40 minutos es recitar, o escuchar mantras. Con los mantras logro calmar mi mente y mi cuerpo y el tiempo que paso meditando no se me hace eterno. No estoy esperando que pase el tiempo. Sobre todo cuando escucho algunas grabaciones de mantras, tengo otra manera de medir el tiempo ya que sé cuanto dura cada grabación, así es que en vez de pensar en que voy a pasar, 20, 30 o 40 minutos meditando, de acuerdo al tiempo que realmente tengo disponible, se que me tengo que levantar al tercero o cuarto mantra. Incluso ha habido veces en las que he pensado en escuchar tres mantras y sin darme cuenta, ya estoy en el cuarto o en el quinto.

Mis mantras preferidos son: Om (cuando practico la meditación Om como la prescrible Swami Sivananda) repito el Om mentalmente en la inhalación y en la exhalación); mis otros tres mantras preferidos son ‘Om Mani Padme Hum’, el ‘Gayatri Mantra’ y el ‘Maha Mrutyunjaya’. Esté último es el que mejor me sirve. A veces los recito mentalmente, al mismo tiempo que los escucho y otras veces los recito en voz alta.

Así es que ahora quiero compartir con ustedes algunos artículos que me he encontrado que describen el significado de estos mantras así como algunas de las versiones que más me gustan de las muchas que se pueden encontrar en YouTube y en otras páginas Web.

Alfredo Amescua

Este articulo publicado originalmente el 25 de septiembre en el blog “Yoga: Aprender por el cuerpo” de Adriana Paoletta.

Qué significa el Mantra Om

La sílaba Om, del sánscrito, representa, para el Yoga, la vibración primordial de todo el Universo. Es un concepto abstracto, pero análogamente a la teoría moderna del Big Bang o estallido primordial del Universo, “OM” es la vibración original de donde proviene toda la creación. En sí, “OM” es una vibración, cuya interpretación audible se traduce en “Om”. Es el mantra o sonido más poderoso de todos los mantras. Por medio de la meditación en “Om” el Yogui alcanza el estado de liberación o “moksha”. Se utiliza como un poderoso sonido abstracto (sin objeto de representación) en la meditación. Por medio de la repetición mental de la sílaba “Om” la mente se va volviendo cada vez más firme y estable, sus olas se calman y se deja traslucir el fondo del océano de paz y felicidad infinita o “ananda”.

Sus vibraciones brindan un flujo positivo de vibraciones que se sienten en todo el cuerpo, estimulando particularmente la glándula hipófisis. En el sistema Yóguico este poderoso mantra o sonido místico es el “bija” o semilla del chakra ajña, y por medio de su repetición mental y la fijación de la mente en este chakra es activado, quedando la mente suspendida. Las corrientes vitales dejan de funcionar de forma dual, se disuelve la ilusión de separatividad e individualidad. El Yogui se vuelve como una taza sumergida en el océano, llena por dentro y por fuera de agua.


¿Cuándo practicarlo?

Les recomiendo recitar el Om para aumentar la energía del cuerpo sutil, luego de una intensa meditación. Esta semilla se sembrará en tu mente iluminada por la meditación y mantendrá a Bodhichitta (mente clara de los budistas tibetanos), permeable y alerta. Al pronunciarlo sentirás la apertura del centro ajna, que revelará su color azul índigo violeta. Déjate bañar por la vibración sonora y cromática. Observa cómo en el interior de tu frente manchas de color violeta suspenden los pensamientos y te abres hacia la mente sin límites, al espacio del chidakash dharana.

Permanece y profundiza en ese espacio ilimitado. Abre tu mente, capa tras capa, libera tus condicionamientos mentales, para recibir en tus manos ,la sabiduría de tu mente intuitiva, que a partir de hoy será la compañera de tu mente racional.

OM shanti
Adriana Paoletta

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