domingo, 27 de septiembre de 2009

Meditación Zen 36

Más allá de la conciencia. Lograr una mente pura en un estado de ilusión, es práctica. Cuando uno trata de excluir la ilusión, sólo consigue hacerla más persistente. Hay que decir simplemente “oh, esto no es más que una ilusión”, y no alterarse por ello.

Debemos establecer nuestra práctica donde no haya ni práctica ni iluminación. Mientras no practiquemos el zazén donde no hay práctica o iluminación, no tendremos ninguna posibilidad de lograr una paz perfecta en nosotros. En otras palabras, debemos creer en nuestra verdadera naturaleza. Esta verdadera naturaleza va más allá de nuestra experiencia consciente. La práctica y la iluminación, el bien y el mal, sólo se perciben en nuestra experiencia consciente.

Cuando se tiene algo en la conciencia no hay perfecta serenidad. El mejor camino para llegar a la perfecta serenidad es olvidarlo todo... No se debe refrenar la mente, sino más bien dejarlo todo como está. Así las ideas no quedarán en la mente por mucho tiempo. Vendrán como vengan y se irán siguiendo su curso natural. Por fin, la mente se mantendrá clara y vacía durante mucho tiempo.

La vacuidad de la mente no es ni siquiera un estado mental, sino que es la esencia original de la mente que experimentaron Buda y el Sexto Patriarca.



Uno sabe descansar físicamente, pero no mentalmente. Nos acostamos en la cama, pero la mente sigue atareada; aunque uno duerma, la menta está atareada soñando. La mente está siempre intensamente activa... Para ir más allá de la facultad de pensar, es necesario creer con firmeza en la vacuidad de la mente.

La filosofía del budismo es tan universal y lógica que no es únicamente la filosofía del budismo, sino de la existencia misma. El objeto de la enseñanza budista es orientarnos hacia la vida misma que existe más allá de la conciencia en la mente pura original.

Para ser un budista sincero, lo mejor es sentarse... Mi deseo es que ustedes tengan una creencia firme, amplia, imperturbable en el zazén que sólo consiste en sentarse. Sentarse simplemente, eso basta.

Shunryu Suzuki, Mente Zen, mente de principiante.

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