sábado, 2 de mayo de 2009

Como opera el cerebro contra el olvido

El siguiente artículo se publicó originalmente el el blog “Calidad de vida, salud y nuevas tecnologías.

Lo reproduzco ahora en relación al articulo que publiqué el día 28, “La magia de la consciencia”

En éste artículo hablo de cómo la mente sustituye la realidad por patrones que tiene almacenados en la memoria, y bueno, una parte importante de la memoria es cómo recordamos las cosas.

Éste es el artículo:

de calidad de vida, salud y nuevas tecnologías de Eqpo Edtrl

Expertos comprobaron que las conexiones neuronales sólo quedan inactivas y no se degradan.
Científicos del Instituto Max Planck de Neurobiología en la ciudad alemana de Martinsried, justificaron la afirmación de que "uno no olvida cómo nadar" mediante el funcionamiento de las estructuras cerebrales.

Según el estudio que publica la revista "Nature" en su versión online, las prolongaciones de las células nerviosas del cerebro, conocidas como neuritas o axones, son responsables del fenómeno de que volver a aprender algo olvidado sea mucho más fácil que hacerlo desde cero.

En los procesos de aprendizaje, las neuronas desarrollan neuritas para conectarse. Cada axón conecta a la célula de la crece con sus vecinas, constituyendo zonas de contacto donde se produce el intercambio de información, designado "sinapsis".
Los científicos descubrieron que estas conexiones, a diferencia de lo que se suponía hasta hace poco, no son degradadas por la falta de uso, sino que en general sólo quedan inactivas, interrumpiéndose la transmisión de información.

"Dado que es posible que las experiencias vuelvan a usarse, el cerebro parece mantener por así decir en reserva algunas de las conexiones", explicó el director del equipo, Mark Hübener. Eso haría mucho más fácil volver a aprender, ya que las conexiones nunca desaparecen del todo.

Por eso los nadadores, incluso tras años de no sumergirse, no necesitan más que una breve ejercitación para volver a sentirse como peces en el agua.


Cada vez es mayor la cantidad de información que bombardea nuestros cerebros, por lo tanto debemos tener mecanismos para manejar tal cantidad de información. Y el cerebro los tiene.

Tiene mecanismos por medio de los cuales “olvida” aquello que de alguna manera que todavía no sabemos cómo lo hace, etiqueta como “no importante”, “intrascendente”, o algo así. Esta información en realidad no se “olvida”, no se pierde, sino que queda almacenada en alguna parte de nuestros cerebros, esperando a que sea llamada, recordada, por medio de alguna acción que dispara esos “recuerdos ocultos”.

Esta información acerca de la memoria también se relaciona con el artículo “Meditación Zen 10” que publiqué el día 30 de abril. Ya que en el caso de la meditación o del yoga, cómo en el de la natación a la que se refiere el artículo, una vez que se ha practicado no se olvidan, y si dejamos de practicarla por un periodo más o menos largo, cuando retomemos la práctica nos daremos cuenta de que es “facil recordar” las asanas o las técnicas de meditación ya que estas conexiones sinápticas no se desbarataron del todo, sólo quedaron inactivas y con un poco de práctica se reactivan nuevamente.

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