viernes, 22 de abril de 2011

Cómo puede levantar tu espíritu el sonido

Cánticos y Mantras Budistas


Por Hugo Deslippe

En muchas tradiciones la gente usa el poder del habla para comunicarse con lo divino. La biblia dice, al principio estaba el verbo. En el Shinto japonés, el sonido ‘su’ es el sonido del universo antes del big-bang y se usa al recitar kotodama. En el hinduismo y el budismo, la gente recita mantras para crear un estado mental especial, adecuado para comunicarse con los divino.

Los sonidos son ondas cuando viajan por el aire. Tal como la luz también son ondas. La diferencia principal es la velocidad y la ondulación de la onda de sonido. Si no lo han hecho, vean este increíble video de las formas que toman diferentes longitudes de onda, deben verlo.


EMBED-Visible sound waves - Watch more free videos

¿Qué significa para nosotros en nuestra práctica espiritual? Para ponerlo en términos simples, el sonido es energía y afecta al mundo material. Es por eso que los mantras y los sutras son tan poderosos.

Cada sonido tiene un efecto diferente en el cuerpo y en el cerebro. En el Chigong taoista, por ejemplo, el sonido ‘shhhhhhhh’ sub-vocalmente está asociado con el hígado y la vesícula. Estimula estos órganos cuando se entona adecuadamente.

Los sonidos también llevan energía emocional y afectarán a cada individuo de cierta manera. Principalmente están relacionados con experiencias pasadas. Por ejemplo, si alguien escucha el sonido de un avión puede recordar un viaje a Tahití por lo que será una experiencia placentera pero otro puede recordar bombarderos que dejaban caer destrucción sobre su pueblo durante la guerra.

Esto me lleva a mi último punto: disparadores.

Disparadores de sonido.

Los disparadores son mecanismos creados para alcanzar rápidamente un estado fisiológico o psicológico. El experimento con disparadores más famoso es el de los perros de Pavlov, estoy seguro que han oído hablar de él pero de todas maneras lo repetiré. La historia dice que Ivan Petrovich Pavlov, un psicólogo, fisiólogo y médico ruso tenía unos perros a los que siempre alimentaba después de tocar una campana (el disparador). Muy pronto, los perros aprendieron que la campana significaba comida así es que tenían una reacción muy física al escuchar la campana. Empezaban a salivar anticipando la comida.

Sería fácil crear un disparador de sonido para mejorar nuestra práctica espiritual. Por ejemplo, el sonido suave de una campanilla al inicio de la sesión de meditación le enviaría un mensaje al cuerpo que es hora de entrar en la modalidad de meditación.

Podemos crear disparadores de sonido o usar los que ya han sido creados desde siempre por los antiguos maestros. De acuerdo con la teoría del inconsciente colectivo de Carl Jung, podemos tener acceso a este conocimiento al recitar los mismos sonidos, el mismo patrón que nuestros predecesores han utilizado durante generaciones.

Crearon una gran reserva de ‘energía’ o consciencia en el universo a la cual podemos tener acceso cada vez que decimos un mantra o cantamos un sutra. El efecto de cada sonido o texto está marcado con la intención de la persona que lo entona. Si un mantra ha sido entonado durante miles de años con la intención de crear paz en nuestra mente o estar más cerca de dios, la persona que lo entona hoy en día con la misma intención agregará parte de esa reserva universal a su cántico, haciéndolo así más eficiente. Esto hace que sea útil recitar cosas que han sido recitadas durante mucho tiempo por gurús y maestros antes que nosotros.

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