jueves, 10 de febrero de 2011

Yoga Mala 3

YOGA MALA

SRI K. PATTABHI JOIS



Tercera parte.

Pranayama

Hay muchas clases de pranayama. Sri Shankara Bhagavadpada habla de mil y explica sus métodos, mientras que Swatmarama sólo nombra ocho.

Suryabhedanamuyyayi shithkari shithali thata
Bhastrika Bhramari murcha palvininti ashtakumbhakah.
[Suryabedana, ujjayi, sikari, shitali, bhastrika, bramari,
murchha y planini son las ocho kumbhakas].
Hatha Yoga Pradipika ii:44

De estas, sólo cuatro pranayamas son apropiadas para nosotros.

Algunas pranayamas son apropiadas para curar enfermedades, otras para la purificación de los nadis y algunas para el arresto de la mente. Todas son importantes, sin embargo, aunque su práctica requiere que se practique también el paso anterior – a saber asana.

SI se practica asana, entonces las enfermedades corporales y sensoriales serán destruidas. Si se practica pranayama, conducente a concentrar la mente, reforzar los órganos sensoriales y permitirle a la mente calmarse sin que se haga inestable, entonces las enfermedades presentes, tanto en el cuerpo, los órganos de los sentidos y la mente, se curarán, permitiéndole a la mente alcanzar la concentración y percibir al Yo Interno. Sólo entonces el nacimiento humano, que resulta de la penitencia de muchas vidas anteriores, será realizado y no por vivir la vida como animales.

En la era científica, aceptamos sólo aquello que vemos y rechazamos lo que no vemos. No hacemos ningún esfuerzo para percibir al Yo Universal, que es el Inquilino Interno que atestigua todas las acciones, que es la causa de la creación, sostenimiento y destrucción del universo, y que es de la naturaleza de la consciencia. Los grandes eruditos e intelectuales que atraen la atención usando términos Vedánticos pedantes que significan que todas las cosas son transitorias y que sólo el Ser Supremo es real, sólo se están impresionando a sí mismos y a los que los escuchan en el momento. Pero pronto, la red de desilusión seguramente los atará. Por lo tanto, aquellos que quieren intensamente levantarse a sí mismos sobre el océano del samasara y para dejar de revolcarse en él y experimentar placer y dolor y por lo tanto deprimirse, deben practicar la Yoga y experimentar su dicha.

Nada pasa en el mundo de acuerdo con nuestra voluntad; eso es definitivo. Todo en el universo sucede de acuerdo don la voluntad del Yo Universal, no de los deseos del hombre. Si comprendemos apropiadamente los evangelios sabios del Bhagavad Gita, sin embargo, y los ponemos en práctica diariamente, podremos alcanzar nuestras metas en la vida. De ninguna otra manera pueden satisfacer sus deseos los seres humanos. Por lo tanto, ejecutando nuestro dharma y nuestro karma libres de deseo y apego es nuestro deber. El deber requiere que ejecutemos nuestras acciones sin ninguna preocupación y ofrecer todo el dharma y el karma a Dios, sin ninguna expectativa de recompensa. Es difícil agradar al Señor haciendo discursos para otros sobre asuntos espirituales u obteniendo popularidad o fama. Si se le va a agradar a Él, primero se debe lograr la Yoga por medio del abandono del sentido de “yo” y “mío”. Con esto, muy pronto podemos alcanzar la dicha suprema.

En el Gita, el Señor dice, “purvabhyasena tañaba hriyate hyavasho’pi sah,” que quiere decir que, como un imán, la mente ser atraída sin esfuerzo a la práctica de la Yoga en este nacimiento por tendencias desarrolladas en nacimientos pasados. En otras palabras, si la mente va a desarrollar amor por la práctica de la Yoga, ya debe de existir una tendencia de una vida anterior. Dados los beneficios terrenales y celestiales de la Yoga, sería una gran bendición si toda la gente, hombres y mujeres, fueran a lograr la práctica de las ramas de la Yoga, que da felicidad tanto aquí como en el más allá, y es la realización de la experiencia humana. Este es el noble objetivo del autor de este libro.

Cualquier trabajo que intentemos no se puede llevar a cabo perfectamente a menos que nuestras mentes estén tranquilas y calmadas; no se puede alcanzar la felicidad. “Asamtasya kutah sukham [Para uno que no tenga paz, ¿en dónde está la felicidad?] ¿Cómo puede una mente perturbada disfrutar confort? Seguramente, un ser humano no puede derivar paz y felicidad de objetos materiales. Esa felicidad, incluso cuando ocurre, es de corta duración, aunque el sufrimiento que sigue es eterno. La enfermedad es la única consecuencia del gozo del placer y no se puede lograr la Yoga. Sin embargo la Yoga nos libera del demonio conocido como enfermedad. Incluso bhoga [placeres] se convierten en Yoga para la mente establecida en la Yoga.

Si la mente de uno es impura y está dominada por el “yo” y “mío”, entonces la naturaleza verdadera de dicha de uno se echara a perder y uno será miserable. Pero aquél cuya mente sea pura experimentará la dicha. Por lo tanto para descubrir al Yo Interno, uno debe practicar Yoga. Tal como un gramófono entretiene a la gente repitiendo la música cantada por otros, así también podemos atraer a personas inocentes repitiendo lo que hemos leído o escuchado y así ganar su estima. Cuando esto sucede, pronto llegamos a pensar en nosotros como eruditos sin comparación y caemos presa de la lujuria y la rabia. En cambio el método para enfocar la mente y disolverla en el Atman se debe aprender bajo la tutela de un Gurú. Solamente por medio del logro de las ramas de la Yoga, y a través de su práctica, podemos ser elevados – y de ninguna otra manera.

Enfocar la mente en una sola dirección es extremadamente importante. Debido a que la mente es bastante inestable, es difícil que se mantenga de esta manera. Para permitirle mantenerse fija y en su lugar, pranayama es esencial. Si la respiración que se mueve dentro y fuera del cuerpo se detiene, entonces la mente se detiene, como lo atestigua el Hatha Yoga Pardipika. Por lo tanto, se debe conocer y practicar adecuadamente la naturaleza de pranayama.

En este mundo, muchas cosas han sido creadas para el placer y el disfrute de los seres humanos., y deseamos todas y cada una de ellas. Sin embardo, de estos objetos de gozo provienen las enfermedades sin que las deseemos. SPor lo tanto debemos conocer su naturaleza real y desarrollar un desapego de ellos. Por esta clase de desapega y por la práctica de la Yoga, nuestras mentes se enfocarán en encontrar el camino al Yo Supremo, cuya naturaleza es la dicha. Cuando la mente no está apegada a las cosas, como los objetos de los sentidos, podrá disolverse en el Yo. Esto es lo que se conoce como el estado de jivanmukti (liberación en la vida actual].

Para aprenderse correctamente, se debe practicar pranayama de acuerdo a las instrucciones de un Gurú. Nadie debe intentarlo si cree que la lectura de las escrituras lo ha convertido en un experto en su conocimiento. Más bien, el aspirante debe aprender cuidadosamente las reglas de pranayama primero y evitar la prisa.

Yatha simho gajo vyagro bhavedvashyah shanaigh Shania
Tathaiva sevito vayuranyatha hanti sadhakam.
[Tal como un león, elefante o tigre pude ser controlado gradualmente,
así se atiende a prana. De otra manera, destruye al practicante].
Hatha Yoga Pradipika ii:15

De la misma manera como, con verdadero celo y empresa, un entrenador atrapa un animal peligroso que vaga libremente por el bosque, como un tigre, un león o un elefante, y muy lentamente lo doma y finalmente lo controla, así también se controlará la respiración, poco a poco, por la fuerza de la práctica de uno. Aunque esto sea muy difícil, es posible. Si, sin embargo, un aspirante se co compromete en esta práctica mientras viola las reglas o lo hace con un aire de orgullo y pericia fingida, entonces se pone en peligro. Los aspirantes deben tener esto en mente.

En resumen, no hay duda que, a través de la práctica de la Yoga, uno puede lograr la paz y la dicha que uno desea, la capacidad para discriminar entre el Yo y el no-Yo, la paz de la mente y la liberación de la enfermedad, la muerte y la pobreza. Un hombre no puede lograr nada en el mundo si sus órganos sensoriales son débiles. La experiencia del Yo, para el débil, simplemente no es posible.

Nayam atma balahinena labhyah
Na medhaya na bahunashrutena.
[El Yo no se puede lograr por el débil,
por el intelecto o por mucho aprendizaje].
Mundaka Upanishad

Así lo dicen los vedas. Aquí la palabra bala significa fuerza, tanto física como mental. El cuerpo debe estar libre de enfermedades de cualquier tipo, que desvían la mente a otra parte. La fuerza física, la fuerza mental y la fuerza de los órganos sensoriales – todo esto es muy importante. Si ellas, uno no puede lograr la fuerza espiritual. Pero el poder intelectual y un conocimiento de las escrituras por si mismos no pueden llevar a la Autorrealización; los análisis y de los comentarios y sus diferentes explicaciones no llevan a la Autorrealización. Ciertamente, ni siquiera es suficiente estudiar Vedanta por mucho tiempo bajo la guía de un Gurú. Sólo la práctica es el camino al atma labhah [ganar el Yo]. El aspirante que sigue los preceptos y las instrucciones de un Gurú con una mente reservada y desencadenada de los órganos sensoriales externos e internos alcanzará la forma auténtica del Yo Universal. Esta es la verdadera naturaleza del Yoga.

El cuerpo y la mente están inseparablemente relacionados, uno con el otro. Si se experimentan dolor y placer ya sea por el cuerpo físico o los órganos sensoriales, la mente también los experimentará. Esto lo saben todos. Si la mente tiene dolor, el cuerpo pierde peso, se vuelve débil y sin lustre; si la mente está feliz y en paz, el cuerpo prospera y desarrolla una fuerza y un lustre sin comparación. Por lo tanto, el cuerpo y los órganos sensoriales están vinculados a, y dependen de, la fuerza de la mente. Es por esta razón que se debe conocer el método para concentrar la mente. Para aprender a lograr esa concentración, primero se debe purificar el cuerpo, y luego desarrollar la fuerza mental. El método para purificar y hacer fuerte el cuerpo se llama asana. Cuando se purifica el cuerpo, la respiración también se purifica, y se eliminan las enfermedades del cuerpo.

Una vez que se han aprendido suficientemente bien las asanas, para practicarlas con facilidad, la siguiente rama que se debe practicar es la de controlar la respiración. Esto es lo que se conoce como pranayama. Sin embargo, simplemente sentarse, tomar el aliento y dejarlo salir por las narices no es pranayama. Pranayama significa tomar el poder sutil del viento vital a través de rechaka [exhalación], puraka [inhalación] y kumbhaka [retención del aliento]. Sólo estas kriyas, practicadas en conjunción con las tres bandhas [contracciones musculares o cerrojos] y de acuerdo con las reglas, se pueden llamar pranayama. ¿Qué son las tres bandhas? Son mula bandha, uddiyana bandha y jalandhara bandha, y se deben ejecutar mientras se practican las asanas y cosas así. A través de la práctica de pranayama, la mente se arresta en una sola dirección y sigue el movimiento de la respiración, un hecho conocido por lo dicho en la escritura “Chale vate chalam chittam.” Es del conocimiento común levantamos objetos pesados más fácilmente si rentemos el aliento y nos concentramos en los objetos que estamos levantando. Controlando la respiración mediante los procesos de rechaza, puraka y lambjhaka, se hace posible establecer la mente en una sola dirección.

En Hatha Yoga, hay miles de métodos para pranayama. Algunos purifican los nadis, otros purifican y fortifican el cuerpo y aún otros curan enfermedades y purifican los siete dhatus, mientras que otros son los medios para el conocimiento de Brahman a través del cese de la mente. Entre estos, sólo kumbhaka pranayama, que es purificador y útil para la Autorrealización, es muy importante. Incluso Pujya Shankara Bhagavadpada lo llama el más importante de los pranayamas:

Saharasha santu atéis lambhah sambhavyate kevala kumbha eva.
[Entre los hathas, puede haber mil kumbhas.
Sólo el kumbha puro es altamente estimado].
Yoga Taravalli 10

Acerca del tema de dumbhaka paranayama, los textos como Toga Tagnavlkya, Sutasamhitakara, Debe Ghavagatta, Yoga Vashishtha, Bhagavad Gita y los Upanisads, siguen, en términos generales, la opinión de Srimad Acharya Shankara Bhagavadpada. Sin embargo, dado que, en general, los puntos de vista acerca de Pranayama tienden a diferir, es importante que esta rama de la Yoga se aprenda y se practique bajo la guía de un Gurú.

Para el practicante de Yoga, las reglas relacionadas con la comida, el sexo y el habla son muy importantes. Entre las comidas, aquellas llamadas sátvicas [puras] son las mejores. Las verduras, sin embargo, no se deben consumir mucho. Como lo atestiguan el Ayurvedic pramana, “Shakena vardate vyadhih [Por las verduras se expanden las enfermedades]” y el yoga pramanma, las verduras son desagradables para los practicantes de Yoga. Trigo, calabaza serpiente, requesón medio batido, frijoles chinos, jengibre, leche y azúcar, por el otro lado, son mejores. Ciertamente, los alimentos que extienden la duración de la vida; alimentos que aumentan las cualidades sátvicas, así como los alimentos que son naturales, genuinos, y que siguen las estaciones – estos son los más apropiados, ya son dignos de ser ofrecidos a Dios.

Los alimentos agrios, salados o muy condimentados, por el toro lado, no son buenos para ninguna parte del cuerpo y no se deben consumir mucho. Si la comida de una persona es pura, entonces su mente se hace pura, ya que la mente asume las cualidades de cualquier alimento que se consuma, como lo dice una autoridad en los Upanishads “Ahara sudad satttva shuddih / Sattva shuddoau druvasmrtih [Cuando los alimentos que comemos son puros, nuestras mentes se hacen puras / Cuando nuestras mentes se hace puras, la memoria se vuelve firme]. El practicante de Yoga debe por lo tanto alimentos que posean cualidades sátvicas. Los alimentos que hacen surgir las pasiones la oscuridad mental, o que son carnosos y que engordan, nunca se deben consumir y sustancias intoxicantes, fumar y cosas parecidas también se deben abandonar.

Los alimentos que se ingieren sólo deben ocupar la mitad del estómago. Un cuarto o la otra mitad se deben llenar con agua y el cuarto restante se debe dejar para el movimiento del aire. Consumir demasiada comida o nada de comida; dormir mucho o no dormir nada; tener muchas relaciones sexuales o mezclarse con personas indeseables o incultas – todo esto se debe abandonar tanto como sea posible ya que son obstáculos para la práctica de la Yoga. La moderación en relación con comer, dormir y cosas así es importante.

Similarmente, no es bueno hablar mucho. Al hablar mucho, el poder inherente de la lengua disminuye y el poder del habla se destruye. Cuando se destruye el poder del habla, nuestras palabras, también, pierde su poder y cualquier cosa que digamos no tiene ningún valor en la sociedad. Hablar de asuntos espirituales, sin embargo, aumenta el poder de la lengua y por lo tanto es útil para el mundo. Pero el habla relacionada con asuntos mundanos destruye el poder de la lengua y acorta nuestras vidas. Los shastrakaras han reflexionado y descrito este hecho, así que es mejor si el hombre sigue su camino.

Mucho sexo condice al cuerpo, los órganos sensoriales y la mente a hacerse débiles. Si la mente y los órganos sensoriales son débiles, no podemos lograr nada; nuestras mentes se hacen inestables y no pueden hacer nada. Por lo tanto, se debe evitar tener mucho sexo.

El Yoga no se debe practicar al aire libre, en un lugar que no esté limpio y que sea maloliente, en un sótano o en una azotea. En cambio el lugar donde se practica debe de estar totalmente limpio y ser plano, tener ventanas y ser apropiado para embarrarlo con estiércol de vaca.

El sudor que se forma durante la práctica se debe secar frotando el cuerpo con las palmas de las manos. Si se hace esto, el cuerpo se hará más liviano y fuerte, como la autoridad en las escrituras lo afirma.

Jalena shramajatena gatra mardhanam acharet
Drdhatha laguta chaiva teva gatrasya jayate.
[Uno debe practicar frotando el cuerpo con la perspiración
que proviene del esfuerzo. Como resultado ocurre una firmeza
y ligereza del cuerpo].
Hatha Yoga Pradipika ii:13

Pero el cuerpo se minará y su poder se terminará si, en un esfuerzo para secar el sudor de la práctica, éste se expone al aire exterior. Cuando esto sucede, un practicante se debilita más y más con el tiempo. Así, el sudor generado por la Yoga se debe secar gradualmente frotándolo en el cuerpo con las manos y no exponiéndolo al aire o secándolo con una toalla o tela. Cómo esto se ha confirmado por la experiencia de los practicantes de Yoga, los aspirantes deben tenerlo en cuenta.

El cuerpo no se debe exponer al aire libre por un periodo de media hora después de la práctica. Después de la media hora, es bueno bañarse con agua caliente. Además durante los tres primeros meses de práctica, se debe evitar bañarse con agua fría y ayunar.

Pero, después de que la práctica se ha vuelto estable y establecida estás instrucciones ya no aplican.

Continuará

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