lunes, 10 de febrero de 2014

Hatha Yoga Pradipika 1









HATHA YOGA PRADIPIKA

YOGA SWAMI SVATMARAMA









TRADUCCIÓN Y COMENTARIOS DE HANS-ULRICH RIEKER
PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR

Traducción al inglés de Elsy Bechrer.

Traducción al español Alfredo Amescua V.



PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR


El Hatha yoga prapadipika de Svatmarama es uno de los textos de yoga más importantes y la traducción de Hans-Ulrich Rieker y sus comentarios han sido valiosos para los estudiantes de yoga durante mucho tiempo como complemento de su práctica y su estudio.

Comúnmente se malinterpreta el hatha yoga o hatha vidya (la ciencia del hatha yoga) y se le representa erróneamente como siendo simplemente una cultura física, divorciada de metas espirituales.  Hans-Ulrich Rieker muestra el error de esta idea explicando los cambios que se llevan a cabo en el cuerpo, mente y el yo del practicante a través de la práctica del yoga.  Hace que el lector se de cuenta de las transformaciones subjetivas que ocurren conforme la conciencia penetra hacia dentro hacia el Yo y conforme el Yo se difumina hacia afuera.  Muestra que el hatha yoga no es sólo un ejercicio físico, sino una ciencia integrada que lleva a la evolución espiritual.

Estamos atrapados en emociones como la lujuria (kama), la ira (krodha), la avaricia (lobha), el encaprichamiento (moha), el orgullo(ynadha) y la malicia (matsarya).  El hatha yoga nos ayuda a superar estos obstáculos y estorbos en el desarrollo espiritual.  Es una ciencia bioquímica, psico-fisiológica y psico-espiritual que trata con los aspectos morales, mentales, intelectuales y espirituales del hombre, así como de lo físico y lo fisiológico.  Podemos aclarar nuestra comprensión del hatha yoga examinando primero cinco conceptos subyacentes importantes: mente, conocimiento, metas de la vida, salud y aflicciones.

Mente


El hombre se conoce como manava (humano), y desciende de Manu, el padre de la humanidad que se dice que es el hijo de Brahma, el Creador del mundo.  La palabra mana o manas (mente) proviene de la raíz hombre, que significa pensar.  El hombre es aquel que posee una mente.

Manas significa mente, intelecto, pensamiento, diseño, propósito y voluntad. Es la organizadora interna de los sentidos de la percepción y de los órganos de la acción y la organizadora externa de la inteligencia, la consciencia y el Yo.  El hombre ha sido agraciado con este sentido especial para que pueda disfrutar los placeres del mundo o para buscar la emancipación y la libertad (moksa) de los objetos mundanos.



Conocimiento


El conocimiento significa la comprensión de hechos, verdades o principios por el estudio o investigación.  La mente, que está dotada de la facultad de discriminación, desea el logro de ciertas metas en la vida.

El conocimiento (jnana) es de dos tipos: laukilfa jnana, que se ocupa de los asuntos del mundo y vaidika jnana, el conocimiento del Yo (relacionado con los Vedas o el conocimiento espiritual).  Ambos son esenciales para vivir en el mundo, así como para la evolución espiritual.  A través de la práctica yóguica, las dos clases de conocimiento animan el desarrollo de un marco mental balanceado en cualquier circunstancia.

Metas de la vida.


Los sabios antiguos descubrieron los medios para mejorar la vida y llamaron a sus metas orpurusarthas.  Son deber (dharma), la adquisición de riqueza (artha) (la necesaria para liberarse de la dependencia en otros), la gratificación de deseos (kama) y la emancipación o beatitud final (moksa).  Moksa es la liberación del Yo de su enredo con el mundo material: libertad del cuerpo, sentidos, energía vital, mente, intelecto y consciencia.

Dharma, artha y kama son asuntos importantes en la vida mundana.  Dhrama y moksa se deben seguir juiciosamente si es que van a conducir a la autorrealización.

Patajali, al final de los Yoga Sutras, concluye que la práctica de yoga libera al yogui de las metas de la vida y de las cualidades de la naturaleza (gunas), para que pueda llegar a su destino final – kaivlaya o moksa.

Salud y armonía.


Para adquirir conocimientos – ya sean mundanos o espirituales – son esenciales la salud corporal, el aplomo mental, la claridad y la madurez de inteligencia.

La salud engendra felicidad y lo inspira a uno a aumentar su conocimiento del mundo y del Yo.  Salud significa armonía perfecta en nuestros sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, endócrino, nervioso y genito-excretorio, y paz mental.  Las prácticas de hatha yoga están diseñadas para alcanzar esa armonía.

Aflicciones.


Los seres humanos están sujetos a aflicciones de tres tipos: física, mental y espiritual (adhyatmika, adhidaivika y adhibhautika).  Las aflicciones que surgen del autoabuso y de autoimposiciones son adhyatmika.  Las enfermedades físicas y orgánicas son causadas por un desequilibrio de los elementos en el cuerpo (tierra, agua, fuego, aire y éter) que perturba su funcionamiento correcto.  Estas se llaman enfermedades adhibhautika.  Las desgracias como mordidas de serpientes o picaduras de alacranes también se clasifican como adhibhautika.  Las enfermedades genéticas y alérgicas o las enfermedades que surgen de las acciones pasadas de uno (karma) se conocen como adhidaivika.  La práctica de hatha yoga ayudará a superar estos tres tipos de aflicciones.

Hatha Yoga o Hatha Vidya.


Hatha significa sostener, ser devoto y sostener cercana o firmemente.  Yoga significa unir, asociar, juntar y pegar.  También significa entusiasmo, esfuerzo, fijar la mente en un punto, mantener el cuerpo en una postura fija, contemplación y meditación.  Vidya significa conocimiento, arte y ciencia.

La diosa Parvati, la esposa del Señor Shiva, se acerco a su Señor – la semilla de todo conocimiento – para recibir orientación para aliviar el sufrimiento de la humanidad.  El Señor Shiva le reveló la mayor de todas las ciencias para el desarrollo holístico del hombre – la ciencia del hatha yoga.

Al recibir el conocimiento yóguico de Shiva, Parvati se lo enseñó a Brahma, que se lo enseño a sus hijos nacidos de su propia voluntad, los sabios como Narada, Sanaka y Sanatkumara, que se lo pasaron a Vasista y a otros.  Yogui Svatmarana,quien se piensa que vivió entre los siglos doce y quince puso por escrito el hatha yoga en el “Hatha yoga pradipika”.  Se ha considerado el Pradipika como una adición reciente en la literatura del yoga, que se remonta a los Vedas (1500 AC).  De hecho, Svatmarama fue parte del linaje ininterrumpido de sabios o rishis descendientes de Brahma,  quien transmitió el hatha vidya desde épocas remotas.

Al principio de su tratado, en los versos 4-9, Svamarama invoca los nombres de muchos de estos sabios que lo antecedieron y que practicaron y transmitieron el noble arte del hatha yoga.  Una consideración de esta lista de nombres nos lleva a la conclusión de que el yoga descrito por Svatmarama es contemporáneo del de Patanjali (cuyos Yoga Sutras también fueron una codificación de la teoría y práctica largamente establecidas).

Si Patanjali, en los Yoga Sutras, codifico las ocho ramas del yoga (astanga yoga), Svatmarama hizo lo mismo para el hatha yoga. Si la primera es una exposición erudita con joyas de sabiduría entretejidas, la segunda es un manual directo práctico y técnico.

Debido a que el tratado de Svatmarama incorporó ideas de los Yoga Sutrats, los Yoga Upanishads, los Puranas, el Bhagavad Gita y otras escrituras, pueden surgir dudas en la mente del lector acerca de su autenticidad.  La reorganización del tema de Hans-Ulrich Ricker le ayuda al lector a captarlo más fácilmente y a entenderlo con más claridad.

Se debe estar consciente de que el “Hatha yoga pradipika” es un tratado importante con lineamientos prácticos.  Lleva al practicante desde la cultura del cuerpo hasta la visión del Yo.

El primer Sloka (verso) del libro dice: “Reverencia a Shiva, el Señor del Yoga, que le enseñó la sabiduría del hatha a Parvati son el primer paso al pináculo del raja yoga” (Yoga de Patanjali).  Y al final se nos recuerda que “todas las prácticas hatha sólo sirven para el logro del raja yoga”. (4:103).

Hatha significa fuerza de voluntad, resolución y perseverancia; y Hatha Yoga es el camino que desarrolla estas cualidades y lo lleva a uno hacia la emancipación.  La palabra hatha está compuesta de dos sílabas: ha y tha.  Ha quiere decir vidente, el Yo, el alma (purusa), y para el sol (Surya) y para la inhalación (prana).  Tha representa la naturaleza (prakrti), consciencia (citta), la luna (chandra) y la exhalación (apana).  Yoga, como ya se dijo, significa unión.  Hatha yoga, por lo tanto, significa la unión de purusa con prarkti, la consciencia con el alma, el sol con la luna, y prana con apana.

El Hatha Yoga Pradipika.


El Pradipika está dividido en cuatro partes.  La primera explica yamas (limitación de la conducta), niyamas (observancias), asanas (posturas) y alimentos.  La segunda describe pranayama (control o limitación de la energía) y las shatkarmas (prácticas de limpieza interna).  La tercera trata con mudras (sellos), bahdhas (cerrojos), los nadis (canales de energía a través de los que fluye el prana) y el poder de kundalini.  La cuarta expone pratyahara (abandono de los sentidos), dharana (concentración), dyaha (meditación) y samadhi (absorción).

En total, el texto tiene 390 versos (floras).  De estos, cerca de cuarenta tratan las asanas, aproximadamente ciento diez con pranayama, ciento cincuenta con mudras, handhas y Shatkarmas y el resto con pratyaharam dharana, dhyana y samadhi.

Asanas.


El texto empieza con asanas como el primer paso en hatha yoga.  Por este motivo se le ha llamado el yoga de seis ramas (sadanga yoga) en contraposición con las ocho ramas del yoga patanjala (astanga yoga) que incluye, como su fundamento, las primeras dos ramas, yama y niyama.  Sin embargo, el hatha yoga no ignora yamas y niyamas.  Posiblemente, en la época de Svatmarama, las disciplinas éticas se daban por sentadas, así es que no las explica en detalle.



Sí habla de la no violencia, la verdad, no desear, abstinencia, tolerancia, fortitud, compasión, sinceridad, moderación en los alimentos y limpieza como yama y entusiasmo en yoga, satisfacción, fe, caridad, adoración de Dios, estudio de las escrituras espirituales, modestia, poder de discriminación, oraciones y rituales como niyama.  (Las disciplinas éticas de qué hacer y qué no hacer se dan en el texto.  Se ilustran con ejemplos asanas, pranayamas, bandas, mudras y shotkarmas para ayudarles a los aspirantes en su práctica.  No se pueden explicar dharana, dhyana y samadhi, sólo se pueden experimentar, cuando se han dominado las primeras etapas).

Se dice que hay tantas asanas como especies vivas: 840,000.  Eso significa que los músculos y las articulaciones se pueden flexionar, extender y rotar en varios miles de formas.  El Pradipika, sin embargo, describe sólo dieciséis asanas.  De manera similar, Vyasa solo nombra once asanas en sus Yoga Sutras, y hay treinta y dos en Ghreanda Samhita.  Es posible que las prácticas the yogasana fueran una rutina diaria tan regular que sólo era necesario tocar el tema sin profundizar.  En vista de estas figuras, afirmar que el hatha yoga es solamente un yoga física es simplemente ridículo.

Los Yoguis estaban en contacto constante con la naturaleza y buscaban remedios naturales para combatir las aflicciones.  En su búsqueda, descubrieron cientos de asanas para incrementar la vida – darles fuerza y restaurarla a su nivel óptimo.

Las asanas no son sólo ejercicios físicos: tienen efectos bioquímicos, psico-fisiológicos y psico-espirituales.  Las células del cuerpo tienen su propia inteligencia y memoria.  A través de la práctica de diferentes asanas se mejora la circulación de la sangre, se balancea el sistema hormonal, se estimula el sistema nervioso y se eliminan toxinas para que las células, tendones y nervios se mantengan a su máximo nivel. Se alcanza una salud y armonía física, mental y espiritual.

El comentario Jyotsna[1] de Sri Brahmananda resume clara y hermosamente el efecto de las asanas: él dice: “el cuerpo está lleno de inercia (tamasic), la mente vibrante (rajastc) y el Yo sereno y luminoso (sattvic).  Con la perfección de las asanas, el cuerpo perezoso se  transforma al nivel de la mente vibrante y juntos se cultivan para alcanzar el nivel de serenidad del Yo”.

Patanjali, también, declara que la perfección en las asanas trace concordia entre el cuerpo, la mente y el alma.  Cuando se ejecutan las asanas con la interpenetración de las tres, se desarrolla la benevolencia de la consciencia.  Entonces el aspirante deja de ser perturbado por los pares de opuestos y se experimenta el estado de existencia indivisible.

Pranayama.


La Parte Dos está dedicada principalmente al pranayama y sus técnicas.  Pranayama significa prana vrtti nirodha o contención de la respiración, que por naturaleza es vacilante.  De acuerdo a Svatmarama, “Cuando la respiración deambula lamente está vacilante.  Pero cuando la respiración está en calma, la mente también estará quieta” (2:2).

Pranayama desecha las toxinas y rectifica los desbalances de los humores, del viento (vata), la bilis (pitta) y la flema (kapha).

Todos los textos de yoga, incluyendo el de Patanjali, son enfáticos en su punto de vista que uno debe ganar la perfección de las asanas antes de practicar pranayama.  Este punto se ignora en la actualidad, y mucha gente piensa que cualquier asana sentada cómoda es suficiente para la práctica de pranayama y que el pranayama se puede practicar con seguridad sin la base de la asana.  Svatmarama advierte: “Con la práctica imperfecta de pranayama el yogui invita todo tipo de dolencias” (2:16).

Las asanas, aunque son importantes para la salud y el balance del cuerpo, tienen un propósito más profundo: difumar la consciencia de manera uniforme por todo el cuerpo, para que se eliminen la dualidad entre los sentidos, los nervios, la mente, la inteligencia y la consciencia, y todo el ser esté en armonía.  Cuando se limpian los sistemas nervioso, circulatorio, respiratorio, digestivo, endócrino y genito-excretorio por medio de las asanas, el prana se mueve sin ser obstruido hasta las células más remotas y las alimenta con una copiosa provisión de energía.  Así rejuvenecido y vitalizado, el cuerpo – el instrumento del Yo – se mueve hacia la menta de la autorrealización.

Prana.


Prana es una fuerza auto-vigorizante.  La inspiración del aliento ventila y funde dos elementos opuestos de la naturaleza – fuego y agua – para que se produzca una nueva energía bio-eléctrica, llamada prana.  Prana neutraliza las fluctuaciones de la mente y actúa como un trampolín hacia la emancipación.

Pranayama almacena prana en siete cámaras de energía, o chakras, de la espina, para que se pueda descargar cuando sea necesario para enfrentar la agitación de la vida.

Patanjali declara que “el dominio de pranayama quita el velo que cubre la luz de la inteligencia y augura el amanecer de la sabiduría”.

Svatmarama explica los diferentes tipos de pranayama y sus efectos, pero advierte que así como un domador de leones, tigres o elefantes estudia sus hábitos y humores y los trata con amabilidad y compasión, y luego les enseña sus trucos lenta y firmemente, el practicante de pranayama debe estudiar la capacidad de sus pulmones y hacer que la mente esté pasiva para poder domar al aliento entrante y saliente.  Si el domador de animales no es cuidadoso, el animal lo mutilará.  De la misma manera, una práctica equivocada de pranayama minará la energía del practicante.

Bandhas y Mudras.


Los bandhas y los mudras se tratan en la Parte Tres.  Bandha significa cerrojo y mudra significa sello.  El sistema humano tiene muchas aperturas y salidas.  Cerrando y sellándolas, la energía divina conocida como Kundalini se despierta y encuentra su unión con purusha en el chakra sahasrara.

Los mudras y los bandhas actúan como válvulas de seguridad en el sistema humano.  Las asanas actúan de manera similar.  Las tres ayudan a suspender las fluctuaciones de la mente, el intelecto y el ego, para que la atención se lleve al Yo.  La unión de la fuerza divina con el Yo divino es la esencia de la Parte Tres.

Samadhi.


Samadhi es el tema de la Parte Cuatro, es la ciencia subjetiva de la liberación, la experiencia de la dicha pura.  Antes de hablar de Samadhi, necesitamos ver la consciencia (citta).

La consciencia es un brote del Yo, como una planta de semillero de la semilla.  Como la rama de un árbol está cubierta de corteza, así la consciencia está envuelta por la mente.  Mientras que la inteligencia promedio puede entender el concepto de mente, el de consciencia sigue siendo difícil de alcanzar: no es fácil agarrar el mercurio.  La consciencia tiene muchas facetas y canales que se mueven simultáneamente en varias direcciones.  La respiración, por el otro lado, una vez que se ha calmado, fluye rítmicamente hacia dentro y hacia fuera en un solo canal.  Svatmarama, después de un cuidadoso estudio de la mente y la respiración, dice que ya sea que la mente esté adormilada, soñando o despierta, la respiración se mueve de manera rítmica única.

Tal como el agua mezclada con leche parece leche, la energía (prana) unida con la consciencia se convierte en consciencia.  Así que los textos de yoga enfatizan la limitación de la energía, que se puede lograr más fácilmente que la limitación de las fluctuaciones de la mente.  Una inhalación pareja y consciente minimiza las fluctuaciones y ayuda a estabilizar la mente.  Una vez que se ha establecido esta estabilidad por medio de pranayama, se pueden retirar los sentidos de sus objetos.  Esto es pratyahara.  Se debe establecer pratyahara antes de que se pueda dar dhyana (concentración). Dhyana fluye en dharana (meditación) y dharana en samadhi.  Las últimas tres no se pueden describir, sólo se pueden experimentar.

Svatmarama dice que a través de samadhi, la mente se disuelve en la consciencia: la consciencia en la inteligencia cósmica; la inteligencia cósmica en la naturaleza y la naturaleza en el Espíritu Universal (Brahman).

Advertencia.


Las prácticas de hatha yoga pueden dar ciertos poderes (como clarividencia y clariaudiencia) llamados siddhis, acerca de los cuales Svatmarmama advierte al aspirante. Si no practica con la actitud adecuada, hay el peligro de que pueda hacer mal uso de estos poderes.  (Patajali llama a los siddhis despreciables y un obstáculo para la verdadera meta de autorrealización).

Svatmarama dice  que la práctica se debe hacer sin pensar en sus frutos, pero con una atención inquebrantable, viviendo una vida casta y con moderación en los alimentos.  Uno debe evitar “malas compañías, proximidad al fuego, relaciones sexuales, viajes largos, baños fríos temprano en la mañana, ayuno y trabajo físico pesado” (1:61).  En 1:66 dice que el yoga no se puede experimentar “usando prendas de yoga, o por conversaciones acerca del yoga, sino solamente a través de una práctica incansable”. Antes, en 1:16 dice: “El éxito depende de una disposición alegre, perseverancia, valor, autoconocimiento, fe inquebrantable en el guru y evitando toda compañía superflua”.  Y Patanjali dice, “fe, vigor, memoria aguda, absorción y consciencia total son las claves del éxito”.

Hans-Ulrich Rieker presenta los pensamientos hindúes en términos occidentales para que la gente los pueda entender con menos dificultad.  Me da gusto ver que les pide a sus lectores tratar con la mente abierta la actitud desapegada y desapasionada de los maestros hindúes y sus maneras de poner a prueba a los prospectos de alumnos.  Ningún maestro acepta un alumno por sólo pedirlo.  Primero estudia la capacidad de determinación y devoción enfocada del alumno.  A través de la práctica de hatha yoga se refinan y se purifican el cuerpo y la mente, y el alumno se hace digno de ser aceptado por el maestro, para ser levantado a la emancipación espiritual.

La explicación de Hans-Ulrich Rieker de los términos místicos nada, bindu y kala son dignos de alabarse.  Nada significa vibración o sonido, bindu es un punto o una semilla y kala significa un retoño o brillar.  Aquí bindu representa el Yo, kala el retoño del YO, o sea, la consciencia; y nada el sonido de la consciencia interna.  Un viaje de regreso de nada a kala, kala a bindu es lo máximo en hatha yoga.  Svatmarama dice que si la consciencia es la semilla, hatha yoga es el campo.  Le impone al alumno de yoga a regar el campo con la ayuda de la práctica yóguica y la renunciación para que la consciencia se vuelva inmaculada para que brille el Yo.

De debe elogiar a Hans-Ulrich Rieker por la precisión de sus representación del texto original así como la utilidad y claridad de sus comentarios.  Espero que este libro sea estudiado por los aspirantes de yoga, para ayudarles a entender el hatha yoga y saborear sus efectos.  Entonces me sentiré orgulloso de haber compartido en su presentación.

B.K.S. Iyengar, Diciembre, 1991.





[1] El “Hatha yoga pradipika” de Svatmaratma (con el comentario Jyotsna de Brahma-nanda) Biblioteca y Centro de Investigacion Adyar, La Sociedad Teosófica, Madras, India, 1972).

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