viernes, 28 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 013 - Metatrón 13

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.



Metatrón 13

Cita del Día

Hagamos lo que hagamos en ésta u otra vida, el peso del karma nos alcanzará. Dalai Lama

jueves, 27 de febrero de 2014

Cita del Día

Sólo existen dos errores que puedes cometer durante tu viaje hacia la verdad: rendirse a mitad del camino y no empezar. Buda

miércoles, 26 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 012 - Metatrón 12

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.



Metatrón 12

Cita del Día

Si una persona quiere poner a prueba a cualquier religión, debe practicar sus consejos. Así podrá descubrir su verdadero valor. Si la religión perdura sólo como un conocimiento, no produce ningún beneficio concreto. Dalai Lama

martes, 25 de febrero de 2014

Cita del Día

Así como la luz no puede coexistir con la obscuridad, la sabiduría no puede coexistir con la ignorancia. Acariya Dhammapala

lunes, 24 de febrero de 2014

Hatha Yoga Pradipika 04









HATHA YOGA PRADIPIKA

YOGA SWAMI SVATMARAMA









TRADUCCIÓN Y COMENTARIOS DE HANS-ULRICH RIEKER
PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR

Traducción al inglés de Elsy Bechrer.

Traducción al español Alfredo Amescua V.


Capítulo 2: Yoga y el arte de sanar.


En Japón hay médicos que patean al paciente en la espalda, le tuercen el cuello o simplemente le dan una fuerte palmada en el hombro y el paciente se siente como un hombre nuevo.  En China hay médicos que practican la acupuntura (la inserción de agujas).  Pinchan un punto bastante lejos del órgano enfermo y el dolor desaparece – bastante súbitamente.  En Ceylán hay doctores que tocan la piel del paciente con un hierro al rojo vivo – y lo apuntan con la precisión de una fracción de milímetro.  Un dolor rápido.  El paciente se cura.

Estos no son curanderos trabajando.  Aquí tenemos médicos completamente preparados que dominan un arte – que nadie en occidente puede entender.  Esas épocas han pasado.  El ejemplo de los doctores japoneses se ha comprobado cientos de veces.  En Estados Unidos la quiropráctica se ha convertido en una disciplina académica.

Lo mismo con la acupuntura.  Ahora tenemos todas estas tesis sobre el tema, así como médicos occidentales que la practican.  El tercer ejemplo (Ceylán) sin duda será aceptado algún día, tal vez junto con algunas prácticas de curanderos que fueron ridiculizadas hace cincuenta años.  La gente primitiva realmente no es tan primitiva como nosotros con nuestros prejuicios arrogantes nos podemos imaginar.  ¿No son los métodos de los políticos modernos más primitivos que los de un curandero en la selva?



Queremos estudiar los siguientes capítulos sobre asanas y sus antecedentes psico-físicos con esto en mente.

“¿Por qué tantas palabras?” preguntará alguno.  “Las asanas son ejercicios físicos”.  Y en cierto sentido tiene razón.

“Tonterías”, dirían otro, “todo esto son contorsiones sin sentido”.  Y en cierto sentido tiene razón.

Un tercero considerará las asanas como una práctica que nadie entiende realmente.  También es correcto.

Un cuarto se para pensativo en una esquina.  “Aprenderé para entender sus conexiones internas.  He estudiado medicina y pronto entenderé que funciones corporales están implicadas.  “No puedo imaginar que los yoguis hayan sacado esto de la nada.  Debe haber una terminología científica correspondiente”.  Cuidado con este hombre.

Cada uno de los tres primeros críticos reconoció un aspecto positivo de la práctica.  El primero habla de gimnasia y no espera más que el éxito de la gimnasia.  Muy bien.  Uno debe acercarse a estas prácticas con expectativas vagas pero con propósitos claros.  Después de todo, sólo la literatura de occidente presenta estos ejercicios preliminares con gran mistificación, mientras que en comparación lo que sigue después de ellos realmente es poco más que gimnasia.

Tampoco se debe condenar al que habla de contorsiones sin sentido.  Tal vez tenga razón.  ¿Ya que quién puede explicar las relaciones internas?  ¿Por qué darle un significado a estas contorsiones del que no tenemos la menor prueba – excepto unos cuantos libros cuyo valor no puede ser determinado por el occidental promedio?  Este escéptico seguramente no iniciará una práctica, pero su afirmación está justificada si por “sentido” entiende aquello que puede ser definido claramente por nuestro intelecto.  Estas son prácticas que “nadie puede entender realmente” porque entran muy profundamente en nuestro mundo interno, tocan áreas que no han sido nombradas.  Desde este ángulo no se puede descubrir ningún sentido, tal como no se puede negar convincentemente.  Sólo el occidental busca darle “sentido” a todo.  El asiático acepta el misterio como un hecho y por lo tanto “sin sentido” en un sentido intelectual, se convierte par él en algo con sentido (en relación con su experiencia).  Experimenta el valor de lo que no puede entender.

El cuarto es el peligroso, ya que jura sólo por su conocimiento intelectual.  Ha estudiado, es perfecto, no puede errar.  (Y se imagina como un estudiante de un curandero).  La ciencia ha canonizado nuestro intelecto y no reconoce nada superior o incluso igual a él.  Afortunadamente, tenemos a los realmente grandes como C.G. Jung, Erwin Roussdie y otros que han ido a lo “primitivo” para ampliar sus conocimientos.

Nadie puede afirmar que nuestro conocimiento a través de siglos está equivocado.  No, es completamente correcto, pero totalmente incompleto porque esta tan tendencioso.  Hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que sueñan los académicos, cosas que sabemos que existen y que no podemos alcanzar a comprender con nuestro intelecto entrenado científicamente.

“Bueno”, diría si es sensato, “Admito esto, pero debemos tener cierto marco de referencia.  Es bastante claro que los chakras son centros nerviosos y los nadis representan fibras nerviosas.  ¿Por qué debemos negar esto?  Saber esto lo hace más fácil”.  Sin embargo tan convincentes como puedan parecer estas palabras, contienen la semilla del mayor error en yoga: hundirse en el pensamiento.  En otras palabras, la suposición peligrosa que lo esencial se puede comprender con el pensamiento, que no es “nada pero”, que con un poco de esfuerzo de nuestro intelecto conceptual podemos descender a las mismas profundidades de nuestra alma, al fundamento de nuestro universo.  Ciertamente esta tendencia de pensamiento es lógica, pero ¿qué provecho tiene la lógica cuando la sabiduría del yoga está más allá de la lógica?



Esta frase ha desacreditado al yoga entre los intelectuales.  Pero miremos nuestras vidas.  ¿Siempre es lógica la vida?  ¿Dónde está la lógica del científico que analiza las leyes naturales seis días a la semana y en el séptimo va a la iglesia a rezarle a un Dios que no tiene lugar en su sistema lógico de la ciencia?  ¿Dónde está la lógica de un adicto a las drogas que sabe que está cavando su tumba y ni así desiste?  ¿Dónde está la lógica del viejo avaro que, con un pie en la tumba todavía tiene ansias de millones, aunque sabe que no se puede llevar ni un centavo con él?  ¿Están limitadas a la lógica las matemáticas cósmicas de Einstein que crearon nuestra era atómica?  ¿Y qué hay acerca del destino del hombre rico malo y el pobre virtuoso?  ¿Es lógica la casualidad?  No, los factores decisivos de nuestra existencia no tienen nada que ver con la lógica y por lo tanto podemos postular fácilmente que las interrelaciones esenciales del yoga no se pueden penetrar con deducciones lógicas, que, sin embargo, no quiera decir que no hay una ley.

Cuando parecemos detectar una analogía entre cierto concepto en yoga y un término científico occidental debemos negarnos inmediatamente cualquier investigación posterior de una analogía.  ¿Por qué?  Cuando uno confunde la parte por el todo, lo que sucede a menudo en nuestra ciencia occidental, uno subestima el todo porque uno lo aplica al valor inferior de la parte.  ¿Y cómo podemos juzgar cualquier cosa si solo conocemos una de sus muchas facetas, e incluso ni siquiera la más esencial?  Toma el ejemplo de los chakras, los centros de poder, que frecuentemente se identifican con los principales centros nerviosos (ganglios), o con las glándulas principales, simplemente porque hay una similitud topográfica.  Con esto confundimos la causa con el efecto.

Aunque conocemos muy poco del sistema nervioso central y las glándulas, sabemos lo suficiente para evaluar sus efectos.  Pero lo que podemos aprender de los chakras es inmenso.  Si el sistema de chakras fuera idéntico al sistema nervioso central (SNC), entonces todo nuestro conocimiento académico estaría equivocado o las enseñanzas del yoga serían fantasías vacías.  Pero ninguno es el caso.  Nuestros conocimientos del SNC aplican sólo al aspecto material, mientras que la teoría de los chakras va a las fuentes más profundas de los procesos dinámicos en el hombre, hasta las funciones cósmicas más profundas, a las que estamos atados innegablemente.  Hay muchos efectos que resultan de la actividad del SNC y de las glándulas que seguirán siendo un misterio por siempre si ignoramos los aspectos mucho más sutiles de estos chakras.

Es característico que el budismo tántrico de Tibet enseña que el yogui tiene que crear los chakras en los sitios relevantes del cuerpo.  Son por así decirlo “centros psíquicos” que no se pueden reconocer prácticamente a menos que yo lo desee.  Son centros de vibración que se desarrollan en el curso de la práctica de yoga.  Esto en sí mismo prueba que tan elusivos son para el bisturí del cirujano.

Pero no hemos llegado todavía a estas cosas extrañas.  Ahora primero la “gimnasia” del hatha yoga.  Incluso en esto debemos negarnos cualquier especulación profunda.  Ciertamente uno podría – e incluso con cierta medida de éxito – sacar conclusiones psicosomáticas de la asana tal y tal.  Pero nuevamente, la lógica nos abandona después de cierto punto y lo que queda no se puede investigar con la ciencia, sin importar que tan buenas sean sus intenciones.  Y esto querría decir: más allá de la frontera de la lógica “realmente” no hay nada.  Pero realmente hay muchas cosas allí; no sólo están allí ahora, sino que han estado allí desde el mero principio.  El lógico no tiene que pensar en todo esto, desde luego, ya que tiene una gran cantidad de material concreto y factual a su disposición[1].

En cualquier caso, si ciertos pranayanamas (ejercicios de respiración) regulan el contenido de oxígeno de la sangre o no, no nos preocupa para nada.  Lo que es importante para nosotros es que se están activando fuerzas (corrientes) que ningún científico occidental puede evaluar completamente, pero que son el mismo fundamento de toda la estructura del yoga.

Por lo tanto, la ciencia occidental, a pesar de sus méritos indiscutidos, será ignorada en los siguientes capítulos, favoreciendo esa ciencia antigua que es el fundamento de la terapia del yoga.  Esto, creo, es mucho más vital para nuestra comprensión de los “exóticos orientales”.  Debemos tratar de pensar como hindús mientras estudiamos este libro – hindú no sólo en relación con el yoga, sino también en relación con las presuposiciones del yoga.

El arte de la sanación, como todo lo demás verdaderamente hindú, se basa en los Vedas, el libro más antiguo de la humanidad.  Todo lo que se relaciona con la teoría médica en el Rigveda, el Samaveda, el Atharvaved y el Yajurveda, se sistematizó posteriormente en la medicina ayurvédica.

Aunque no es posible resumir este trabajo gigantesco, que todavía está en uso práctico en India en la actualidad, mucho menos dar un vistazo a la riqueza de sus principios, al menos podemos considerar los tres conceptos principales de la fisiología humana en los que se basa este sistema.  Esto es importante porque los prejuicios occidentales que le dan un vistazo superficial al trabajo estándar de la medicina Ayurvédica, El Charaka Samhita, han malinterpretado profundamente estos tres conceptos.

La enseñanza afirma que hay res fuerzas dominantes en el hombre y correspondientemente tres fuentes principales de enfermedades: vata, pitta y kapha.  Las traducciones usuales como viento, hiel y flema son engañosas, incompletas, sin sentido y simplemente equivocadas – tan equivocadas como las falsas analogías discutidas anteriormente.  Estos tres términos son infinitamente más complejos y tienen sentido sólo en su integridad.  Para entender los términos vata, pitta y khapa necesitamos la ayuda de las definiciones clásicas.  La comprensión de estos términos es tanto más importante porque el hatha yoga está vinculado estrechamente con los principios ayurvédicos, como veremos pronto.



Estos tres términos abarcan todas las funciones fisiológicas del cuerpo humano y su falta de balance causa no sólo enfermedades sino que también la susceptibilidad a enfermedades contagiosas.

Vata.


Es cierto que esta palabra significa “viento” literalmente.  Pero más importante es la raíz va, movimiento.  Para citar al Charaka Samhita: “Vata es la fuente tanto de la estructura como de la función [del cuerpo].  Es aquello que se representa con las cinco formas [de las corrientes corporales]: prana, udana, samana, byana y apana.  Es el iniciador del flujo ascendente y descendente [de todos los procesos internos como la circulación, el metabolismo, etc.]; el controlador y la fuerza orientadora de la consciencia; el estimulante de los sentidos; el compañero de las sensaciones; el organizador de los elementos del cuerpo; el principio de síntesis; la batería de almacenamiento del habla; la causa de los sentimientos y la percepción; el origen de la excitación y la estimulación; ventila el fuego gástrico; seca la flema dañina; el principio de preservación de la vida.  Todas estas son las funciones normales de vata en nuestro cuerpo” (Char. Sam. 1. 12:8).

Algunas de las enfermedades debidas a la influencia de vata son: reumatismo, dislocaciones, cojera, calambres, rigidez de las extremidades, irregularidades peristálticas, temblores, estados emocionales y depresivos, todo lo relacionado con la tensión, relajación, expansión y contracción, circulación y metabolismo, torcimiento y distorsión de las extremidades, enfermedades abdominales, irregularidades menstruales, esterilidad, alucinaciones y convulsiones.

Pitta.


Esto se puede traducir como “hiel”, pero aquí implica más bien aquello que también se expresa como “temperamento”.  Pero otra vez esto sólo en un sentido limitado.  El Charaka Samhita deriva esta palabra de la raíz tap, “calentar”, y esto nos acerca al significado.  Citamos “Es sólo el fuego en el que pitta da resultados buenos y malos, de acuerdo con la condición normal o anormal [de los órganos].  Los resultados son digestión e indigestión, poder de percepción y su pérdida, temperaturas corporales normales y anormales, apariencia saludable y no saludable, temeridad, miedo [nervios], ira y alegría [humores], confusión y claridad y otros pares similarmente contrastantes” (Char. Sam. 1. 12:11).  “la función normal de pitta causa: poder de cognición, fuego de digestión, complexión fresca, claridad de pensamiento, temperatura corporal, hambre y sed y agudeza de la mente” (Char. Sam. 1. 18:50).  Las enfermedades de esta fuente son: inflamación, fiebre, pus, transpiración, ablandamiento de la sustancia corporal, comezón, irregularidades metabólicas, rojez, mal olor y sabor, así como descoloración.

Kapha.


“Kapha es el néctar (soma).  Es el agua fértil para el juego de la vida, es el fluido viviente, el protoplasma que sostiene todos los procesos de vida; ciertamente es el andamiaje de la vida.  Une las extremidades y produce todas las funciones de conexión, nutrición, desarrollo y fortificación.  Promueve el bienestar del cuerpo con su acción lubricante.  Así provee el agua para las raíces de la vida.  En su aspecto fisiológico kapha es el poder y la perseverancia del hombre, que, sin embargo, se convierte de inmediato en una impureza perturbadora cuando se afecta su balance” (Char. Sam. 1. 12:12)  Las dolencias de kapha son: palidez, gripa, edema, constipación, diabetes, secreciones, sudor en frío, languidez e hinchazones (tumores).

“Ningún dolor sin vata (la corriente de la vida), ninguna inflamación sin pitta (el fuego de la vida), ninguna hinchazón sin kapha (el fluido de la vida)”.  Esto muestra claramente la coordinación de las tres fuerzas, pero también demuestra – y con mayor claridad que la medicina occidental – la interdependencia de cuerpo y mente.

Naturalmente, el antiguo arte de sanación Hindú no se agota con estos tres términos principales.  Al contrario, es sólo el principio.  Para nosotros, sin embargo, este pequeño resumen será suficiente.  Aclarará mucho de lo que sigue; de hecho, mucho sería incomprensible sin ello.

No debemos olvidar que estos tres “doshas” tienen un aspecto material-corporal así como uno etéreo y abstracto-espiritual.  Así cuando más adelante tratemos extensivamente el prana, la corriente de vida que aquí es “vata”, luego con “soma”, el néctar, el “agua fértil para el juego de la vida” que aquí es “kapha” y finalmente con el fuego interno que es “pita”, no debemos olvidar este resumen.  Pronto aprenderemos que toda la sabiduría de la sanación fisiológica también tiene su lugar en las esferas superiores espirituales.

Para el Hindú hay un camino recto a través del universo y situadas en este camino están las ciudades del mundo: medicina, filosofía, matemáticas, astrología y astronomía, física, lógica, deportes, magia, etc., y para aquél que está completamente versado en alguna de ellas, las demás no son un secreto.

Así que empezaremos a ver el yoga con una nueva comprensión fisiológica.  No tanto para reaprender, sino para entender que hay sabiduría en las cosas que nos parecen bastante raras.











[1] “En la frontera de la lógica, la ciencia se detiene, pero la naturaleza no, que florece donde ninguna teoría ha penetrado todavía”. (C.G. Jung, La Psicología de la Transferencia).

Geometría Sagrada 011 - Metatrón 11

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.


Metatrón 11

Cita del Día

El problema no radica en la religión, sino en la mente humana. Los practicantes sinceros de cualquier religión, muestran cualidades humanas esenciales: simplicidad, constancia, compasión y contento. Dalai Lama

domingo, 23 de febrero de 2014

Cita del Día

En nuestro respirar respira el universo todo. A cada instante realizamos la gran obra ilimitada. Esta es la mente que desaparece la desicha y engendra la absoluta felicidad. Sawaki Maestro Zen

sábado, 22 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 010 - Metatrón 10

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.



Metatrón 10

Cita del Día

La tolerancia y la paciencia son mucho más profunda y efectivas que la mera indiferencia. Dalai Lama

viernes, 21 de febrero de 2014

Cita del Día

Manifiesta la sencillez Abraza la simplicidad Reduce el egoísmo Ten pocos deseos. Lao Tzu

jueves, 20 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 009 - Metatrón 09

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.



Metatrón 09

Cita del Día

La ira es nuestro auténtico enemigo ya que se haya en nuestra mente. La ira no cambia nunca su naturaleza. Siempre hiere y destruye. Y lo que es peor, aniquila nuestras propias fuerzas y energías. Dalai Lama

miércoles, 19 de febrero de 2014

Cita del Día

Todo lo que es amar es experimentar el espacio más hermoso dentro de uno mismo. Osho

martes, 18 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 008 - Metatrón 08

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.

Metatrón 08

Cita del Día

La ira nace del temor, y éste de un sentimiento de debilidad o inferioridad. Si usted posee coraje o determinación, tendrá cada menos temor y en consecuencia se sentirá menos frustrado y enojado. Dalai Lama

lunes, 17 de febrero de 2014

Hatha Yoga Pradipika 03

HATHA YOGA PRADIPIKA

YOGA SWAMI SVATMARAMA









TRADUCCIÓN Y COMENTARIOS DE HANS-ULRICH RIEKER
PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR

Traducción al inglés de Elsy Bechrer.

Traducción al español Alfredo Amescua V.


PRIMERA PARTE: LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES.

Capítulo 1: Los requisitos previos.


(1)        Reverencia a Shiva el Señor de la Yoga, que le enseñó a [su esposa] Parvati la sabiduría hatha como el primer paso al pináculo de raja yoga.

Es una buena práctica evocar a un poder divino antes de empezar un trabajo serio.  Podemos llamarlo Shiva (el Benevolente) o Dios o Ganesa (gana = legiones; isa = maestro), a quien de hecho el autor yogui le ha dedicado este trabajo.

(2)        Habiendo saludado así solemnemente a su maestro.  Yogui Svatmarama ahora presenta hatha vidya [vidya = sabiduría (solamente para la consecución de raja yoga.)]

Ahora puede empezar – y empieza con una advertencia.  El comentario clásico, a veces con palabras tan tediosas, aquí contiene un mensaje importante: “solo para la consecución de raja yoga” indica dos delimitaciones.  El nivel inferior indica que no se enseña hatha yoga por sí misma, para la consecución de condición física y poder mundano, sino que es un método para preparar al estudiante para los rigores de raja yoga.

La delimitación superior necesita un poco más de explicación.  Como escucharemos pronto y a menudo, la meta real de un yogui es convertirse en un siddha.  Un siddha, una persona en posesión de siddhis, ha desarrollado poderes que fácilmente se pueden llamar supernaturles.  Hay ocho siddhis, el más alto de ellos es nirvana, la gran liberación.

En India, incluso con grandes maestros, rara vez tiene uno la oportunidad de ser testigo de los milagros que estos siddhas tienen el poder de hacer, simplemente porque un siddha que no quiere tener la reputación de ser un brujo negro mantendrá sus poderes cuidadosamente ocultos y se rehusara a usarlos para propósitos mundanos.  Si hace mal uso de un siddhi, el siddhi mal usado lo golpeará y le causará algún tipo de situación desagradable, usualmente de naturaleza física.

Uno no tiene que necesariamente creer esas cosas.  Puedes achacarle esto a la fabulosa imaginación del oriente y decirlo.  El yogui no se ofende con tus dudas y de ninguna manera impedirán el estudio objetivo de la sabiduría del yoga.  De hecho, el texto advierte contra trabajar primordialmente por los poderes: “solamente para la consecución de raja yoga”.

El propósito más profundo de los siddhis es algo más.  A través del desarrollo de fuerzas el estudiante reconoce a que etapa de evolución ha llegado.  Ciertos fenómenos le dirán que debe cambiar su manera de practicar y si después de una práctica diligente no ocurren estos fenómenos, seguramente ha cometido un error.  Los siddihis son señales en su camino hacia la meta final, liberación.  Ser un siddha significa poseer todas las características de la meta final del yoga.

“Los siddhis”, me dijo mi gurú “no son la meta de nuestro trabajo.  Nos queremos convertir en siddhas para disfrutat la realización y la perfección de un siddha, no para obtener una posición mundana o para evadir responsabilidades”.  Y dado que él es un siddha, esta frase indica claramente lo que se define como la delimitación superior.  El Yoga no es para presumidos o egocéntricos, ni para aquellos que simplemente le quieren agregar un método a su entrenamiento físico.

(3)        Para aquellos que vagan en la obscuridad de credos [y filosofías] conflictivas, sin poder alcanzar las alturas de raja yoga [autoconocimiento y consciencia cósmica] el compasivo Yogui Svatmarama ha encendido la antorcha de la sabiduría hatha.

Raja yoga, el yoga real[1], es una meta que muchos luchan para alcanzar sin siquiera darse cuenta de ello, sin tener la más mínima idea del yoga.  ¿A que más aspira Fausto sino al autoconocimiento perfecto y a la conciencia cósmica, “conocer aquella fuerza que sostiene unido al universo, ver el poder creativo y la semilla?”

Para el estudiante de sabiduría Hindú esta referencia a Fausto presenta un paralelo especialmente interesante.  Goethe habla del poder creativo y la semilla, en sánscrito shakti y bindu, dos de los términos más importantes en tantra yoga, como veremos más adelante.  En la época de Goethe estas enseñanzas todavía lo llegaban a occidente y esto habla de su genio universal al reconocer su importancia suprema.

(4-9)  Gorafksha y Matsyendra fueron maestros de hatha vidya y por su gracia la aprendión Yogui Svatmarama.  Shiva, Matsyendra, Shabara, Anandabhairava, Chaurangi y muchos otros grandes siddhas que han conquistado el tiempo todavía vagan por este mundo.

Una afirmación atrevida: después de la enumeración de 33 maestros de hatha vidya que han iluminado diferentes épocas, afirmar que todavía vagan por el mundo porque “han conquistado el tiempo”.



Ya hemos hablado de los siddhis y aquí se afirma específicamente que estos maestros fueron siddhas.  Alcanzaron lo que muchos codician, “la juventud eterna”.  Son muchas las leyendas de yoguis que se dice que tienen cientos de años de edad y se ven jóvenes, pero es inútil discutir este tipo de rumor dudoso.  Un yogui vagabundo no tiene certificado de nacimiento, ni parece extraño que uno pueda afirmar que tiene exactamente 250 años mientras que sus colegas más jóvenes no saben si tienen 10, 20, 30 o 40 años.  Además, cien años más o menos sólo es importante para nosotros.  Para un yogui que vive en los bosques el tiempo ni tiene importancia.  Cierto, conocí a ciertos maestros de yoga que parecían más jóvenes que sus hijos adultos y esto por sí mismo parece una meta deseable.  Y también es cierto lo que se afirma anteriormente: que estos maestros de yoga han conquistado el tiempo.  O sea, que ya no están sujetos a las leyes del tiempo; fueron liberados de este misterio extraño e insondable, “tiempo”.

Para nosotros el tiempo es inseparable del reloj, pero nunca nadie ha logrado definir realmente el tiempo.  Es imposible – porque el tiempo no existe fuera de nuestras propias mentes.  Como nuestra consciencia, así es nuestro tiempo: largo como una eternidad a la hora del peligro; corto y fugaz en la hora de felicidad.  Así que cuando decimos que un yogui ha conquistado el tiempo, significa que ha conquistado su consciencia (relativa).

(10)     [Por lo tanto] hatha yoga es un refugio para todos aquellos que se queman con estos tres fuegos.  Para aquellos que practican yoga, hatha yoga es como la tortuga que sostiene al mundo.

Conocemos bien estos tres fuegos: son el fuego del sufrimiento autocreado; el fuego del sufrimiento a través de poderes superiores; y el fuego del sufrimiento que causan otros seres.

Nadie puede eliminar de este mundo las influencias que crean esos sufrimientos.  Lo que podemos y debemos hacer es prepara el terreno físico-mental-espiritual de tal manera que las semillas de estas impresiones no puedan brotar como sufrimiento.

Los sufrimientos son deseos no satisfechos.  La realización de estos deseos depende no sólo de nosotros mismos, sino que principalmente está sujeta a influencias externas.  Si quiero algo, debo tratar de alcanzarlo.

Por esto dependo de mi propio poder contra las fuerzas opuestas.  Y siempre deseamos algo, incluso si es el deseo de felicidad o un estado sin deseo.

Ahora estamos centrados con nuestra idea: ser feliz sin deseos significa no querer nada, no tener necesidades, ser feliz con uno mismo y las condiciones dadas.  Pero yoga no significa aprender la autosatisfacción.  Más bien, significa esforzarse para alcanzar ese estado de perfección que algún día nuestra naturaleza será ser feliz sin deseos – y tener una buena razón para ello.

Esto de ninguna manera significa un estado de apatía, falto de las dinámicas de nuestras actividades naturales.  Al contrario, nuestros esfuerzos ya no estarán azotados por pasiones hacia una meta donde, con los ojos abiertos, inútilmente invertimos nuestras fuerzas más preciosas en una intoxicación sin sentido.  Aprenderemos a evaluar nuestros deseos, a conocer nuestras propias fuerzas así como los poderes que se les oponen.  Y si tenemos que renunciar, lo haremos con una comprensión clara, no con una sensación dolorosa de pérdida.

En cuanto al simbolismo de la tortuga, es una leyenda significativa que encontraremos más adelante y que nos acompañará durante todo el libro.

(11)     Un yogui que desea desarrollar siddhis debe mantener el hatha yoga estrictamente en secreto, porque sólo así tendrá éxito.  Todos sus esfuerzos serán en vano si revela algo sin discriminación.

Los ejercicios físicos no son nada vergonzosos, y son divertidos, pero practicarlos en una carretera es una locura.  “Cuando ores, entra en una habitación tu solo”.  O, más drásticamente, “No les tires perlas a los cerdos”.

(12)     El estudiante de hatha yoga debe practicar en un lugar solitario, en un templo o en una ermita, una flecha que se dispara lejos de las rocas, agua y fuego.  La tierra debe ser fértil y bien gobernada.



Aquí tenemos el primer gran problema, mayor tal vez que el de los siddhis: encontrar un lugar tranquilo, imperturbable y seguro.  Los animales depredadores, los temblores, las inundaciones: esos eran los problemas de esa época.  Los problemas actuales son profesionales, financieros, políticos, que constantemente jalan al practicante de regreso a la corriente de la vida social.

Sin embargo, no es totalmente imposible crear una ermita bajo condiciones modernas.  Tal vez hay un ático tranquilo, lejos de las atracciones del cine, la radio, la televisión, donde podamos encontrar a nuestros yos abandonados e ignorados.

(13)     La ermita debe tener una puerta pequeña sin ventanas.  Debe estar al ras del suelo y no debe haber hoyos en la pared.  [Debe ser] ni muy alta ni muy larga y limpia y libre de insectos.  Se debe cubrir diariamente con estiércol de vaca.  Fuera debe haber una plataforma levantada con un asiento elevado y un tanque de agua.  Todo debe estar rodeado por una pared.  Estas son las características de la ermita yoga como las describen lo siddhas, los maestros de hatha yoga.

¡No te desanimes!  He visto muchas ermitas que sólo concordaban con unos cuantos puntos del ideal.  Algunas tenían hoyos en las paredes y a la mayoría les faltaba el estiércol de vaca.  Pero todas estaban limpias.  No debemos depender demasiado en las condiciones externas, aunque sean muy útiles.  Si así lo deseo, mi ermita no tendrá ni puertas ni ventanas.  I cuando estoy distraído, mi mente inquieta penetrará las paredes más gruesas.  Si la ermita no es ideal, se debe poner un poco más de esfuerzo.  La meta del yoga no depende para nada del estiércol de vaca.

(14)     Sentado en un lugar así, el yogui debe liberar su mente de todos los pensamientos que lo distraen y practicar yoga como se lo indicó su gurú.

Nuestra arma más afilada, y frecuentemente nuestra única salvación, es nuestro poder para pensar.  Si tu pensamiento está abierto, también lo está tu posibilidad de éxito; si es lento y limitado, te quedarás atrás en la gran carrera por el éxito.  No sólo es esencial el pensamiento correcto, sino también la capacidad para pensar varias cosas simultáneamente.  Muchos occidentales con úlceras ejecutivas podrían escribir volúmenes acerca de esto.

¿Deben de ser así los hombres?  Evidentemente, si desean tener éxito.  ¿Pero, qué es éxito? Nada contra el éxito – que, después de todo, es el fundamento de una “vida feliz”.  Éxito es riqueza, riqueza es felicidad; por lo tanto éxito es felicidad.  Una conclusión lógica, pero de alguna manera nos deja inquietos.  ¿Es realmente feliz el hombre que ha comprado el éxito con su salud, con el sacrificio de su más preciado atributo?

Hay una manera diferente.  Uno de los hombres más sobresalientes de nuestros tiempos y de ninguna manera un hombre piadoso, jura por el yoga.  Todas las mañanas, Pandit Neru, el pensador más increíble de su país y protagonista de la historia mundial, se paraba de cabeza, y con él 63 miembros del Congreso.  Yehudi Menuhin, el gran violinista no mantiene en secreto su práctica de yoga.  Y como muchos de los hombres más exitosos de nuestros días, incluyendo médicos famosos mundialmente, encuentran en el yoga la fuente más pura de armonía humana.

Armonía: la palabra clave, lo más importante.  No hay objeción a la búsqueda del éxito siempre que la armonía de la vida no sea perturbada.  No hay necesidad de abandonar nuestros planes y principios siempre que haya armonía.

¿Cómo se da la armonía?  La pregunta en sí prueba que esta ley fundamental de la vida se está convirtiendo más y más en un mito conforme nos convertimos más y más en máquinas.  Así que tratemos de encontrar la manera yoga para la armonía.

(15)     Las fuerzas del yoga se disipan comiendo mucho, haciendo trabajos físicos pesados, hablando mucho y con la observancia de votos [ascéticos], con las compañías [promiscuas] y con un estómago ruidoso [demasiado ayuno].

Aquí tenemos las desarmonías de la vida cotidiana, y ni siquiera las mayores.  No desconfianza, no rudeza, no falta de consideración, no ira y desesperanza.  Sólo inmoderación.  Y eso es suficientemente malo.

El yogui nunca llena su estómago completamente; el ejecutivo sí.  El yogui es saludable; el ejecutivo tiene dolencias.  Armonía contra desarmonía.

(16)     El éxito depende de una disposición alegre, perseverancia, valor, autoconocimiento, fe inquebrantable en la palabra del gurú, y evitar toda compañía [superflua].

Otra vez la palabra mágica de nuestra era: éxito.  E incluso con una formula.  Nada de tiempo extra, ni trabajar de noche, ni “debes…”  Incluso ni una palabra acerca de pensar.

Una disposición alegre es incompatible con úlceras ejecutivas.  ¡Perseverancia!  Eso suena prometedor.  Pero la tónica es armonía y la perseverancia a la que se reviere aquí no es la de la reunión maratónica del ejecutivo.

Pero no olvides que todavía no empieza el yoga.  Sólo estamos presentando aquí los prerrequisitos mínimos sin los que cualquier intento de practicar no tendría sentido.  Estos requerimientos preliminares los puede llenar cualquiera, y te traerán más felicidad de la que puedes esperar – sin ejercicio, sin riesgo.  (Una vez que realmente nos embarquemos en el yoga, sin embargo, la evasión de un solo requerimiento puede convertir el néctar en veneno).

La práctica de yoga, sin importar el sistema que sigamos, tiene un efecto psicológico profundo.  Un ejercicio va en esta dirección, otro en otra.  Frecuentemente tienen una similitud desconcertante: aquí y allá encontramos una diferencia mínima que parece no tener consecuencias.  El gurú, sin embargo, observa no tanto los ejercicios en general, sino esos pequeños detalles.  El estudiante no sabe por qué y es posible que ridiculice tales pequeñeces; pero el gurú conoce nuestras necesidades mejor que nosotros.  Sabe que cada acción física tiene su reflejo psíquico-espiritual, tal como toda actitud psíquica-espiritual se manifiesta en el cuerpo.

La ciencia occidental también está consciente de la interrelación inseparable entre el cuerpo, alma y mente.  Un podo de yodo, adrenalina o cortisona cambiarán toda nuestra visión del mundo.  Toda nuestra vida está condicionada químicamente.  Cada pensamiento activa uno u otro centro nervioso que a su vez influencia alguna glándula endócrina.  La glándula envía sus hormonas a la corriente sanguínea, reaccionamos, surgen nuevos pensamientos que a su vez influencia un nuevo centro nervioso y crea nuevas reacciones, combinadas con otros centros nerviosos.  Hay muchos centros, muchas glándulas e incontables combinaciones.  Y este ciclo es sólo uno de los procesos internos que son afectados por el yoga.

Si cierta práctica pega en algo insano (una asana puede tocar una enfermedad orgánica, una meditación profunda algún sufrimiento mental), entonces el resultado no es el deseado; incluso puede llevar al desastre.  Bastante a menudo la naturaleza se ayuda a sí misma.  Pero en una meditación muy profunda (que rara vez se permite sin una iniciación) pueden aparecer algunos fenómenos muy poderosos que asusten al débil para evitar seguir investigando.  Es por eso que el pasaje anterior llama a tener valor.

Una cosa es cierta: estos capítulos preliminares son la parte más importante del libro.  Aquél que los ignore ciertamente debe considerar que el yoga es peligroso.

(17a) No causarle sufrimiento a ningún ser viviente; hablar con la verdad; no tomar lo que les pertenece a otros; practicar la contención; desarrollar compasión y fortaleza; ser compasivo con todos y honesto; ser moderado en el comer y puro de corazón.  Estos son los primeros cinco prerrequisitos del yoga [los yamas].  Autolimitación [tapas, austeridades], alegría, fe religiosa, caridad, contemplación, escuchar las sagradas escrituras, modestia, una mente limpia, recitación de mantras [japa] y observancia de las reglas, estos son los segundos requerimientos del yoga [los niyamas].

Equipado así uno se puede aventurar a dar el primer paso a la tierra maravillosa del propio yo.  No tienes que tomar todas las reglas literalmente, pero las debes considerar seriamente.  No la palabra “yoga”, sino el poder tras ella, es decisivo.  ¿Y este poder? - - “Tat tvam asil - - Tú eres Thati”.





[1] La traducción del término “raja yoga” como “yoga real” es exotérica.  Esotéricamente es “la yoga de la luz radiante”, ya que raja también quiere decir, “brillar”.  Así tenemos una referencia a la “luz interna”, que se trata en la cuarta parte de este trabajo.

Cita del Día

El secreto de la salud para la mente y el cuerpo reside en no lamentarse del pasado, no preocuparse por el futuro y no anticipar problemas sino vivir el momento presente seria y sabiamente. Buda

domingo, 16 de febrero de 2014

Geometría Sagrada 007 - Metatrón 07

Geometría Sagrada.

Son patrones que se han observado en la naturaleza y que se dan principalmente en la manera como se reproducen las células de los seres vivos para crecer, desde la concha de un caracol, las ramas de un árbol hasta el crecimiento del embrión humano.

Estos patrones obedecen a formulas matemáticas estrictas como las fractales y las secuencias de Fibonacci.

Combinadas aquí con imágenes de las galaxias y la práctica del yoga para representar una nueva unión entre el ser humano y el universo.

A partir del diseño básico del Metatrón, como se conoce este diseño, se pueden crear una infinidad de variedades.

Además, sobre el diseño básico del Metatrón se pueden dibujar los 7 sólidos perfectos de Platón, que son figuras geométricas como el cubo y la pirámide triangular que tienen todos sus lados del mismo tamaño, todos sus ángulos son iguales y todos sus vértices tocan la superficie de una esfera que los contiene.

Al combinar los círculos que se usan inicialmente en el diseño del Metatrón con líneas rectas aumenta la cantidad de diseños posibles sobre este mismo patrón.



Metatrón 07

Cita del Día

El éxito y el fracaso dependen de la sabiduría y la inteligencia, que nunca pueden funcionar apropiadamente bajo la influencia de la ira. Dalai Lama

sábado, 15 de febrero de 2014

Cita del Día

Paciencia no es una habilidad para esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras se espera. Joyce Meyer

viernes, 14 de febrero de 2014

Hatha Yoga Pradipika 02









HATHA YOGA PRADIPIKA

YOGA SWAMI SVATMARAMA











TRADUCCIÓN Y COMENTARIOS DE HANS-ULRICH RIEKER
PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR

Traducción al inglés de Elsy Bechrer.

Traducción al español Alfredo Amescua V.


INTRODUCCION


¿Realmente vale la pena que el lector promedio lea un clásico erudito, un libro que ha sido sacado de un estante polvoriento y que ha sido traducido a un idioma occidental moderno?  Esta pregunta ocupó mi mente durante mucho tiempo, hasta que para mi sorpresa me di cuenta que los sujetos de mi investigación, los yoguis, son cualquier cosa menos científicos secos.  Noté que los más exitosos entre ellos eran aquellos que entendían como transformar las viejas tradiciones y terminologías al espíritu del momento.  De manera similar, he visto más yoguis sonrientes que profesores.  Y eso me animó a romper la vieja y seca tradición y a buscar una sabiduría viviente en los textos antiguos.  Esta es una decisión seria.  El yoga no es una broma trivial si consideramos que cualquier malentendido en la práctica de yoga puede significar la muerte o la locura.  Que un yoga malentendido pude ser peligroso como ha sido probado por muchos estudiantes que empezaron esta práctica con determinación lúgubre en lugar de con alegría relajada.  No es la letra seca sino la pulsante vida en las enseñanzas antiguas que son transmitidas a nosotros no por eruditos sino por hombres sabios.

Nuestra empresa no consiste tanto en enriquecer la ciencia sino en enriquecernos a nosotros mismos; y aquel que enriquece su yo, su Yo interno, ¿no enriquece también la ciencia del hombre?  Yoga es la ciencia del hombre y su potencial.  El yoga como un asunto mortalmente serio no me interesa.  Quiero que el yoga le dé a mi vida una alegría más profunda.  No deseo hacer a nadie más listo, ni esto es la meta del yoga.  Ya que la inteligencia ha demostrado que es mucho menos que esa rara sabiduría para la que el yoga siempre ha estado presente.  Es muy fácil acumular un amplio acervo de conocimientos y aún caer bajo la rueda del destino. La verdadera sabiduría no es enciclopédica, sino que es saber cómo dominar la vida cotidiana, y eso a mí me parece mucho más importante.  El conocimiento del mundo más allá de mi horizonte es de interés sólo después de que he eliminado todos los peligros desde este lado.  Aquél que está interesado en los múltiples aspectos de la ciencia y que con eso forja su propio yo se priva a sí mismo de la experiencia del mayor misterio que ofrece el mundo.  Ciertamente debemos estar agradecidos con la ciencia por habernos dado tanto que rápidamente damos por hecho.  ¿Pero, por qué damos por hechas las cosas tan rápidamente?  Porque en algún momento y otro alguien deja a un lado el libro de la ciencia y se da cuenta de lo práctica que resulta a través de sus propios experimentos.  Este libro se debe dejar a un lado eventualmente en favor de experimentos prácticos.

Aquí la ciencia ha puesto a nuestra disposición un texto misterioso “Hatha Yoga Pradipika” de Yogui Swami Svarmarama, e intentaremos juntos encontrar dentro de los extraños recovecos de este texto el tesoro que nos pueda acercar al camino de sabiduría del cual sospechan los escépticos confirmados.



Para poder lograr esto, es necesario que finjamos conocer tan poco de nosotros mismos como un bebé recién nacido.  Desde luego que la ciencia moderna nos ha provisto con una fabulosa cantidad de conocimientos relativos a nuestro cuerpo y nuestra mente.  Pero aunque es posible, después de años de estudio, conocer todos los secretos del mecanismo de un automóvil, con el ser humano nunca tendremos éxito de la misma manera.  Los problemas más importantes nunca darán resultados a la investigación teórica.  Amor, odio, diplomacia, control de situaciones, economía de fuerzas, interés y futilidad – todo esto nos sucede a diario.  ¿Y quién se desanima sólo porque las fuentes más profundas de estos eventos nos son desconocidas?  Todo en la vida es sencillo siempre que uno dé las cosas por hechas.  Es cuando queremos saber “¿por qué?” que chocamos contra una pared.  ¿Es necesario saber por qué?  ¿Si prácticamente no tenemos problemas, por qué crearlos teóricamente?  La respuesta sería bastante clara si realmente no tuviéramos problemas.  Desafortunadamente, los tenemos, tanto con nuestro entorno como con nosotros mismos.  Cuando uno de estos problemas se hace serio nos damos cuenta de que tan imperfectos somos y el problema se hace más agudo: realmente debemos conformarnos con esa medida de imperfección, ¿y es esta imperfección el destino inmanente del hombre? Debemos admitir que esta persona o aquella en nuestra historia mundial era más perfecta que nosotros pero nuestra reverencia por tal persona no nos induce a hacerla nuestro maestro.  No queremos ser perfectos a través de otros, sino como otros.  Tampoco queremos tomarnos la molestia de hacernos perfectos.  Buscamos la consciencia repentina y alegre de que fundamentalmente somos perfectos.

Resulta reanimante que esta actitud natural no sea tan presuntuosa como parece.  Realmente no tenemos que aceptar la sabiduría de otros; tenemos la nuestra a nuestra disposición.  Pero hay ciertos obstáculos que evitan que se desenvuelva.  Eliminar estos obstáculos ha sido la mayor empresa de la humanidad desde tiempos inmemoriales.  Y algunos realmente encontraron la manera y los medios: Zoroastro, el Buda, Lao-tzu, Cristo, para mencionar sólo algunos.  De ellos recibió la humanidad sus mayores tesoros y la humanidad recibió agradecida el regalo y trató de utilizarlo.

Pero evidentemente nada es más atractivo que confundir las palabras de los grandes maestros y presentarlas de acuerdo con el gusto propio de cada uno, se han desarrollado bibliotecas completas alrededor de las enseñanzas de los grandes maestros, así que ahora apenas estamos en una posición para encontrar las palabras reales de los maestros entre todas las “mejoras” atrevidas.  Los Parsis admiten que sólo se ha preservado una pequeña fracción de las enseñanzas de sus maestros.  Lao-tzu ha sido traducido tan ingeniosamente que es posible entender exactamente lo contrario de lo que quería decir.  Si el Buda realmente hubiera dado todos los discursos que se le atribuyen, habría tenido que hablar día y noche durante cien años.  Y si hubiéramos entendido las enseñanzas de Cristo más intuitivamente, el mundo de hoy sería un lugar diferente.  Sin duda que podemos aprender inconmensurablemente de estos grandes maestros siempre que podamos alcanzar las verdaderas enseñanzas, pero eso es muy difícil.  Por una parte, estamos a merced de los traductores que en el mejor caso pueden ser filólogos, pero ciertamente no somos santos que hayamos puesto en práctica las enseñanzas que nos ponen enfrente.  Por ejemplo, cualquiera que tenga un conocimiento casual de los textos bíblicos quedará consternado al encontrar pasajes que fueron totalmente malentendidos por un hombre como Martin Lutero.  YH es todavía peor con el gran traductor de Buda, K.E. Neumann.  Su trabajo está casi completamente libre de perlas de sabiduría reales.  Aquí también, el texto original revela mundos totalmente nuevos.

Bien, podríamos preguntar, ¿estaban totalmente ciegas estas gentes?  Veamos los diccionarios y comparemos.  Filológicamente, ambos están en lo correcto – el antiguo traductor así como el crítico moderno.  Así que cualquiera podría querer un lápiz y escribir su propia interpretación (una mejora, sin duda en el margen) como se hacía en los viejos manuscritos.

Ahora imaginemos que sucedería – y sucede constantemente – en idiomas como el chino y el sánscrito, en los que una palabra puede tener veinte significados diferentes.  Qué – bibliotecas de malas interpretaciones que han crecido en el transcurso de mil años.  ¿Y dónde encontrará la verdad el lector fiel entre tantas versiones que afirman ser verdaderas?  Ya que – y esto es importante – cada interpretación se justifica de cierta manera.

¿Cómo afecta a nuestro texto?  El hombre que lo escribió era una autoridad, un yogui de grandes logros, como se puede suponer por su nombre; el trabajo mismo indisputablemente sostiene el primer lugar entre todos los textos clásicos de yoga y es citado por todos esos maestros de primera clase que se han sentado en las orillas en lugar de en el centro de la sabiduría.  ¿Por qué, entonces, debemos quedar satisfechos con material de segunda clase cuando podemos llegar directamente al mismo maestro?  Desde luego, aquí surge la misma pregunta que con Lutero y Neumann: ¿es auténtica esta traducción?  Esta traducción del Hatha Yoga Pradipika y mi comentario no se hicieron en un escritorio sino que, por así decirlo, los escribí sobre mi rodilla, en los petates de la India.  Si surgía una pregunta y mi propia experiencia probaba ser inadecuada, no iba a buscar la respuesta, sino que le preguntaba al maestro.  Y esto sucedió frecuentemente, ya que el lector verá que hay cosas aquí que son muy extrañas para aceptarlas sin cuestionamientos.

Pero no estaremos tentados a no saber mejor, a juzgar o asumir que son tonterías.  Nada es más dañino que el prejuicio.  Es mil veces peor que la fe infantil, que tampoco es deseable.  En el centro hay un escepticismo saludable que recomendamos ampliamente.

Sin embargo, quien quiera leer este libro con provecho, pero sin empezar a practicarlo después de unas cuantas páginas, debe tener en mente constantemente que ha habido y todavía hay seres humanos que a través de esta práctica peculiar alcanzaron un grado de auto-control que está más allá de nuestra imaginación.

Algunos dirán ahora que creo ser el primero que habla de yoga, mientras que ya han sabido como evaluar la disciplina durante algún tiempo.  Esto puede ser o no.  Mero le pediré al lector que empiece de cero, como si fuera un niño inocente.  Que acepte lo que se dice como algo completamente nuevo, que en muchos aspectos realmente es: una traducción del teto de hatha yoga más fidedigna de todos los tiempos.



Me imagino que sé un poco de yoga, pero cuando estoy frente a un maestro en la India me quedo tranquilo y humilde.  Olvidando que sé un poco, escucho y aprendo.  Hasta ahora, este método ha probado ser el más fructífero.  Hay tiempo para estudios filológicos cuando regreso a mi habitación, donde puedo reflexionar en lo que he visto y escuchado.  Así, en cierto sentido, quienquiera que tome este libro está frente a un maestro muy grande.  Puede quedarse callado y escuchar, tratar de comprender, y recurrir a su aprendizaje anterior más tarde para comparar.

Aquí surge un nuevo problema: la búsqueda de un gurú, que ahora está de moda.  Y simultáneamente otra pregunta, esencial para los estudiantes occidentales: ¿Puede reemplazar un libro al gurú, al maestro?  No completamente, desde luego.  Pero, el libro adecuado, leído y comprendido correctamente, puede ser más exitoso que correr tras un maestro de yoga en la India sin comprenderlo, sin darnos cuenta en nuestro entusiasmo que no es nuestro gurú; que es un maestro, pero no un gurú.  No todo maestro es un gurú, y, extrañamente, no todo gurú es un maestro.  El que confía en el primer maestro de yoga mejor sin crítica – y son tan abundantes como la arena en la playa – puede darse cuenta que ha perdido su tiempo y su esfuerzo con un maestro de gimnasia que no sabe más (e incluso menos) de la verdadera meta del yoga que sus estudiantes.  Desafortunadamente, este tipo de maestro es el más locuaz y el más prolífico.  Es por eso que la mayoría de los libros modernos de yoga son superficiales a pesar de los nombres hindúes de sus autores.  La mayoría de estos yoguis no pasaron de los dos primeros capítulos de nuestro texto y por lo tanto no han llegado a nada decisivo.  El yoga real sólo empieza donde esos yoguis (y sus libros) terminan.  Nadie ha alcanzado hasta ahora un estado de iluminación a través de ejercicios físicos.

Pero debemos hablar de los gurús verdaderos.  Todo ser humano anhela satisfacer sus deseos más secretos.  Algunos, para ser felices, no ven más allá de aprender los ABCs, mientras otros no serán felices con menos que la sabiduría de Dios.  Naturalmente, para los primeros la búsqueda de un maestro es simple.  Hay tantos niveles de deseo entre estos dos, de hecho, que simplemente no hay suficientes tipos de gurús para satisfacer la demanda.

En realidad las cosas son algo distintas, sin embargo.  Nuestro problema principal al principio no es encontrar al gurú que lleve al estudiante ignorante a una pista espiritual – camino al nirvana; más bien es importante progresar por nuestros propios medios al umbral de la puerta cerrada hacia el logro final a donde sólo puede guiar nuestros pasos cada vez más decisivos y cada vez más peligrosos la experiencia y el consejo de un maestro.  En otras palabras, sólo cuando hayamos agotado por completo nuestros propios recursos nos guía el gurú a la solución de la última pregunta, la meta final.

Prepararnos para un gurú significa autodisciplina.  En este sentido, cada oración, incluso del libro más simple, tiene el poder de enseñar, si llega a pegar (en una especie de polaridad negativa) en el vacío correspondiente en la mente el lector y llena ese hueco.  Así puede suceder que pasemos el tiempo leyendo bibliotecas completas y luego encontremos la oración clave en un periódico.  Esa oración no tiene que ser sabia necesariamente, pero debe responder totalmente a mi pregunta, la mía y la de nadie más, ya que yo soy el que está preguntando y la respuesta me debe dar cierto grado de iluminación.

Aquellos que esperan abrir una puerta por la que puedan entrar sin tocar pueden aprender mucho, pero nunca alcanzarán el conocimiento decisivo.  Sólo el que ha aprendido durante mucho tiempo y con sacrificio puede convertirse en maestro.  No conozco ningún maestro que no haya tenido que pasar por años dolorosos de disciplina.  Que estos años hayan sido dolorosos no se debe a la acusación frecuente de “un mundo cruel” o “una vida difícil”.  La vida nunca es dura si no soy muy suave y si no tengo miedo.  El sabio aprende a ser duro e inflexible consigo mismo.  Y sorprendentemente, el mundo cambia frente a él.  Desde luego que no hay una receta universal; cada individuo tiene sus propias debilidades.  Pero que las cosas dependan de la parte más débil de nuestro complicado organismo psique-alma-cuerpo es indiscutible, y tenemos que sacar algunas conclusiones de este hecho.  Tomemos al mayor y tal vez el más sufrido buscador en la literatura mundial, Fausto… “Ahora aquí estoy, un simple tonto, y no soy más sabio que antes”. Confiesa que el conocimiento no se alcanza siendo “listo” (mundano-sabio).  Conoce su meta real sin saber cómo alcanzarla.  Se suscribe a la más imposible de todas las “ciencias”, la magia, para poder encontrar que fuerza última une al mundo… Sólo el que va más allá de todas las palabras puede alcanzar la experiencia de la realidad.

No es por el bien de promover el misterio que las enseñanzas más elevadas son tan secretas como lo han sido siempre.  Si se le dieran indiscriminadamente al novicio que no tienen poder de discriminación, el gurú pronto adquirirá una reputación de ser un diablo que reparte con ligereza la muerte y la destrucción.  La secrecía no es sino una protección para el estudiante.

¿Qué hace realmente el gurú?  Uno se imagina fácilmente al estudiante sentado día y noche a los pies del gurú, siendo cubierto por enseñanzas como recompensa por haber buscado tan diligentemente al gurú.  Esto sería agradable, pero totalmente inútil.

¿Qué sucede realmente?  Tomemos un buscador que todavía no sepa totalmente que está en juego en el sentido más profundo y que no tenga idea de cómo darle forma a su futuro espiritual.  No sabe cuál de los muchos sistemas de yoga sea el adecuado para él, pero está listo para luchar y para someterse a la sabiduría del maestro.  Y así sale a buscar un gurú.

Si fuera como le gustaría imaginar, entonces por casualidad caería en las manos de un maestro de yoga.  Aunque la casualidad no tiene lugar en yoga, se deja a la casualidad si conoce a un yogui que le pueda enseñar la técnica mecánica o conoce al que necesita urgentemente.  Con mala suerte se encontrará con cualquiera de los yoguis anteriores, se someterá a él como estudiante y tratará de aprender, sólo para darse cuenta después de meses o años que todo siguió siendo vacío e inútil.  Ciertamente que se habrá beneficiado de alguna manera.  Pero no sentirá que ha alcanzado una etapa superior de yoga.  El maestro no le divulgará los últimos secretos porque sabe que a este estudiante le faltan los cimientos necesarios.

Usualmente, sin embargo, sucede que el estudiante escucha “accidentalmente” que en alguna parte hay un gran santo.  Su maestro confirma el rumor.  El estudiante se pone impaciente; tal vez su falta de éxito es culpa del maestro.  Quiere irse.  Su maestro no tiene objeciones, así que se va.  El santo ni siquiera se digna mirarlo.  Impresionado por la gran veneración que se le demuestra al maestro en todas partes, decide no darse por vencido hasta que el maestro lo acepte como estudiante.  Pero el santo todavía no mira al aspirante, no le dirige ni una palabra.  A los sumo lo aparta con la mano de vez en vez.  No es agradable ser tan despreciado y quedarse allí.  Así pasan días y semanas.  Viaja por todas partes con su ídolo arrogante, o más bien lo persigue incesantemente por muchas millas.  El único progreso: el santo ya no lo aparta.  Pero todavía no lo mira, ni le habla.  Hasta que un día sucede el milagro: el maestro lo mira y pronuncia una frase: luego se voltea y el buscador feliz deja de existir para él.  Ese buscador ahora puede irse a casa tranquilamente, porque es bastante cierto que no le sacará otra palabra al gurú.

¿Qué ha sucedido aquí?  ¿Por qué parece tan raro?  En primer lugar, desechemos la noción de que el maestro no le puso atención al estudiante inoportuno.  Nada era más importante para él durante estas semanas que el estudiante que no se dio cuenta del interés del maestro.  Seguramente que puso a prueba al estudiante; pero más que esto, fue lo suficientemente maestro para conocer todas las virtudes y fallas de ese estudiante por sus vibraciones.  Y cuando finalmente decidió hablar, fue sólo después de haberse formado una opinión.  La opinión de un psicoterapeuta occidental después de años de análisis profundo no se aproximaría a la de este maestro en su certidumbre absoluta y completa.

¿Y la frase? Contiene – principalmente en forma de un imperativo categórico – la sabiduría decisiva que será el leitmotiv absoluto del estudiante durante varios años.  De esta frase surge todo lo que necesita ahora para alcanzar su meta superior.  Si vive, piensa y actúa estrictamente de acuerdo con el mandato de esa frase y continúa con su práctica de yoga anterior, repentinamente verá todo con ojos nuevos y el éxito que ha estado añorando se materializará.

Cuando examinamos algunas de estas frases seguramente estaremos un poco sorprendidos por su aparente “falta de sentido y simplicidad” y exclamaremos: “¡Qué! ¿Ese gran santo no tiene más que decir?”  Pero no debemos olvidar que la menta son las recetas psicoterapéuticas, no frases enérgicas.  La efectividad de la medicina no depende de su color o sabor.  Lo que es esencial es que contenga aquello que cura al cuerpo.  El efecto es lo que cuenta.  El Amar Swami, un Hindú del sur, Un Buda Pacceke a mi gurú: “Toma tu razón y observa”.  El Swami Yoga, un hindú siddha del sur: “Cualquier cosa que suceda tiene su significado”.  Y al mismo estudiante siete años después: “Summa iru” que significa tanto “quédate quieto” como “deja ir”.  Yogui Chellapa, también hindú del sur: “Hazlo nuevo”.  Estos son sólo algunos ejemplos.  Uno no debe olvidar, sin embargo, que en su idioma original estas frases tienen un significado mucho más profundo y más diverso y que a través de la asociación su contenido aumenta considerablemente.  Someter una frase así a un análisis psicológico sólo tendría sentido si estuviéramos profundamente familiarizados con el tema en cuestión.

En una frase fácil y simple podemos poner a prueba la efectividad de ese enfoque.  Durante una semana pregúntate después de todo lo que hayas hecho: “¿Esto era necesario?”  ¿Era necesario ser grosero, estar enojado?  “¿Era necesario dejarte ir?  Aquí no hay una enseñanza oculta, ninguna sabiduría de yoga como le gustaría que se la presentaran a uno.  Lo que realmente significa se hace evidente sólo después de que uno ha llevado la oración por todas partes durante varias semanas, habiéndola usado como un par de anteojos a través de los que observas la vida cotidiana.  Esta es la respuesta al acertijo.  La enseñanza de una frase así no nos hace “mejores” necesariamente.  Pero debemos estar conscientes de las cosas de las que nos ocultábamos anteriormente por miedo, mojigatería o negligencia.

El gurú sabe intuitivamente lo que necesitamos urgentemente.  Pero entonces no nos lo dice directamente.  Nos deja encontrarlo nosotros mismos, porque sólo así nos convencemos realmente. La censura abierta vuelve rebelde al estudiante más devoto.  No importa que tan profundas puedan ser las enseñanzas de un Buda, un Cristo, un Lao-Tzu, un Mahoma, sólo lo que descubrimos por nosotros mismos nos pueden persuadir inmutablemente.  Esta es la razón por la que necesitamos a un gurú para estas enseñanzas que se nos presentan frecuentemente tan claramente que las comprendemos intelectualmente, y por qué entonces el gurú no nos da la información decisiva, sino que nos informa el camino y los medios para el conocimiento real.  Ningún libro puede actuar de tal manera.  Pero una vez que los hayamos encontrado también sabremos cuál de los sistemas de yoga es más benéfico para nosotros.

Mi gurú en yoga kundalini también es un hombre con grandes conocimientos en shastras.  Un día le pregunté el significado de ciertos símbolos que me parecían de gran importancia.  “No te puedo decir esto porque todavía no estás iniciado”.  Así que tuve que tener paciencia.

Cuando llegó el momento, inmediatamente después de la iniciación, le hice la misma pregunta otra vez.  “Medita como te he dicho antes.  Entonces experimentarás.”  Yo estaba terriblemente decepcionado, pero no tenía opción sino obedecer.  El resultado fue que un tiempo sorprendentemente corto recibí la respuesta a mi pregunta, una respuesta que nadie me podía haber dado en palabras.  El simbolismo de la pregunta era de una naturaleza tan profunda que sólo se podía comprender por la experiencia directa.  La meditación que me dio la respuesta no transmitió ninguna asociación o pista intelectual; sólo disparó el proceso de comprensión.  Este es el método de un gurú real.

Cuando el primer gurú ha satisfecho su menta psicológica y su “fórmula mágica” ha logrado su efecto, en gurú siguiente, el maestro de yoga (que usualmente es más accesible), empieza a actuar y consultamos ciertos libros, que indudablemente también nos pueden enseñar.  Ejemplos clave de esto son los Upanishads, los Brahmanas y los Tantras.

Pero esto tampoco es tan simple.  No todo tiene un valor igual para todo el que lo escucha.  Por ejemplo, una persona quiere aprender a manejar, así que compra un libro que explica en detalle cómo funciona el motor y nadie le dice que este tipo de conocimiento por sí mismo lo convertirá en un manejador.  Cuando ha chocado el carro se da cuenta de su falta de conocimientos esenciales relacionados con manejar.  Realmente este no es un ejemplo muy bueno, porque la ley pone al maestro antes que la licencia.  Pero en yoga la ley todavía no está escrita (aunque no es menos importante) y esa es la causa por la que muchos estudiantes han fracasado.

Como veremos en nuestro texto, lo que el occidente entiende por yoga es simplemente una técnica para mantener el motor en buenas condiciones.  Esto es eminentemente importante, pero no es un fin en sí mismo.  Nuestro texto afirma – y con razón – ser un sistema de yoga (hatha yoga) que lleva de lo que parece ser una cultura física puramente a la meta superior, raja yoga.  La práctica del sistema presenta relativamente pocos peligros para el estudiante que no se sobrepasa.  Sin duda existe el peligro, pero estoy seguro que ningún lector se interesará en esas prácticas que sean potencialmente peligrosas.  Afortunadamente, estas no son particularmente atractivas, mientras que otros, ejercicios más atractivos son suficientes y suficientemente ricos para más que llenar toda una vida citadina turbulenta.

Así que empecemos al leer Hatha Yoga Praidipika de Swami Svatmarama.  Deja a un lado todos tus conocimientos occidentales y tus prejuicios y haz lo que han hecho los estudiantes de yoga desde tiempos inmemoriales: siéntate, relájate y escucha con jovial atención a estas enseñanzas ancestrales.  Luego habrá tiempo suficiente para aceptarlas o rechazarlas.