martes, 28 de diciembre de 2010

Reflexiones de fin de año.

Estas últimas semanas han estado llenas de contrastes para mí.

El aniversario de la muerte de mi madre, la muerte de un gran amigo de muchos años, recuerdos de mi padre. Todas estas, experiencias dolorosas.

Asistir al sepelio de mi amigo se mezcló con una visita a mi hija, su esposo y mi nieta, experiencias felices.

En los últimos meses tuve mucho trabajo, lo que me da una tranquilidad económica, al menos por un tiempo.

Experiencias de la vida, que mezclan tristeza con alegría, tranquilidad con algo de inquietud. Enseñanzas de que no existen los absolutos y se puede pasar de un estado a otro en el continuo de las emociones.

Estas situaciones me hicieron hacer un breve paréntesis en las lecturas que comparto con ustedes, pero las enseñanzas que recibí, o más bien que viví, en estas últimas semanas han sido enriquecedoras.

Me han hecho apreciar más la vida, al darme cuenta, realmente darme cuenta, de una manera intuitiva, más que racional, de que la muerte llega en cualquier momento, esperada aunque incierta, como en el caso de mi madre; inesperada como en el caso de mi amigo; experiencias que me hacen apreciar lo que verdaderamente tengo, mi esposa, mis hijos, mis nietos, mis amigos y amigas, mis hermanas y sus familias, mis primos, mis tías. Las experiencias que vivo con ellos y que ahora viviré más intensamente momento a momento, dado que no se cuando ya no estaré con ellos, o cuando alguno de ellos ya no estará con nosotros.

Con estas dos muertes en los últimos meses, también me he dado cuenta en que tan real es la verdad del Buda, que el apego es una de las principales causas de sufrimiento y me pregunto si realmente se puede eliminar el apego para no sentir el sufrimiento. Pero por otro lado también me doy cuenta que en el sufrimiento hay una enseñanza y que tal vez si dejara de sufrir no tendría ese conocimiento.

¿Eliminar el apego para no sufrir y al no sufrir dejar de aprender? Una paradoja como las muchas de las que constan nuestras vidas.

Está por terminar otro año según el calendario tradicional. Ya terminó si consideramos el fin de año en el solsticio de invierno. Cuando la noche es más larga, pero al día siguiente los días, la luz, empiezan a durar más. Fecha importante celebrada por muchas culturas antiguas con ceremonias como la del fuego nuevo. Tiempo de reflexionar. Tiempo de vivir.

Mis mejores deseos para todos en este año que comienza y en el que seguiré este camino de aprendizaje, compartiéndolo con ustedes. Gracias por compartir este viaje conmigo.

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