sábado, 8 de agosto de 2009

Yoga en la antigua India

Este texto se publicó originalmente en el blog “Seminarios del yoga” de Adriana Paoletta en 6 de noviembre de 2008. A continuación lo reproduzco íntegro. Haciendo clic en el título del artículo podrán acceder al blog original en el que se encuentran otros muchos artículos de gran interés.

El octavo paso del Ashtanga Yoga nos conduce al Samádhi («fijación», «concentración») es el resultado último y la culminación de todos los esfuerzos y técnicas espirituales del meditador. Cuando la mente «se absorbe» en el «objeto» en que se ha fijado, alcanza el samadhi, o fijación total del psiquismo en el objeto: «Cuando esta misma (meditación) asume como única forma la del objeto de meditación, quedando como privada de naturaleza propia, entonces se da el entasis » (Yoga-Sutra, III, 3).

Para Fernando Tola y Carmen Dragonetti:

«En virtud del "monoideismo" que la concentración trae consigo las funciones de la mente cesan, no se dan ni ideas ni raciocinios ni sentimientos ni voliciones, ni recuerdos; los sentidos dejan de funcionar y los olores, los sabores, las formas desaparecen; el mundo externo deja de afectar al individuo, no llega a él, fia sido eliminado; uno mismo deja de percibirse, de sentirse, de vivirse: el individuo está completamente calmo, sereno, impasible, inalterable, solo frente al objeto que brilla ante él con una presencia extraordinaria. Un instante más y el mismo objeto desaparece y el individuo se sume en un estado de vaciedad y aislamiento total y absoluto»

En la literatura yóguica hallamos diversas modalidades de fases de la concentración suprema: una se alcanza fijando la mente en un punto del espacio o en una idea (samádhi «con soporte»); otra en que la mente permanece aislada, sin reparar en ningún objeto (samádhi «sin soporte»), y que se considera superior al primero. Según Vivekananda, cuando llega a este estado supraconsciente, el practicante obtiene un conocimiento más allá del razonamiento, el conocimiento metafísico y trascendental; conoce la verdad última, y queda, pues, realmente iluminado .



TIPOS DE YOGA

El Yoga de Patañjali constituye el yoga clásico: un conjunto de reglas prácticas y de realizaciones muy circunscritas a los principios metafísicos del Sámkhya, como ya hemos visto. No obstante, existen otras formas del yoga.

El denominado mantra-yoga, es un sistema relacionado con la utilización
del sonido. Según Feuerstein:

«El mantra yoga es el camino que conduce al Absoluto indiferenciado por medio del vehículo de la vibración sónica. Su objetivo es unificar la conciencia por medio de la recitación y contemplación de sonidos numinosos denominados mantras» . Las obras tántricas ofrecen una explicación esotérica de la palabra mantra . Relacionan sus dos sílabas la raíz verbal man y el sufijo tra con las palabras mañana («pensar») y trana («salvar»). Así pues, el mantra es una forma de pensamiento cargada de poder que sirve como instrumento de salvación espiritual o liberación. Para el lama Anagarika Govinda:

"El mantra no puede dar poder más que a aquél que es consciente de su esencia, al que conoce sus modos de aplicación, al que sabe que es el medio idóneo de despertar a las fuerzas que duermen dentro de sí mismo, por medio de las cuales puede estar en disposición de actuar sobre su propio destino y sobre lo que le rodea» .

El mantra-yoga surgió con el auge del tantrismo, hace aproximadamente dos mil años. En épocas posteriores, evolucionó un enfoque yóguico independiente que constaba de numerosos elementos rituales. Este completo sistema queda destacado en obras sánscritas como el Mantra- Yoga-Samhitá (Compendio de Mantra Yoga) y en el Mantra-Mahodadhi
(Océano de mantras).

El raja-yoga es la forma trascendente del Yoga. Utiliza en realidad todas las formas del Yoga y se considera generalmente la meta superior de éstas. Según Ouspensky:

«El Raja-Yoga tiene en relación con el mundo psíquico del hombre, con su auto-conciencia, el mismo significado que el Hatha-Yoga tiene en relación con el mundo físico. El Hatha-Yoga es el Yoga del dominio del cuerpo, del control sobre el cuerpo y sus funciones; el Raja-Yoga es el Yoga del dominio de la auto-conciencia Ilusoria y falsa del hombre y del control sobre la conciencia. El Raja-Yoga enseña al hombre lo que constituye la base de la filosofía del mundo entero: el conocimiento de sí mismo»

Para Vivekananda:

«La ciencia del raya yoga se propone darnos tales medios de observación de los estados internos. El instrumento requerido para ello es la mente misma. El poder de la atención, debidamente guiado, y dirigido hacia el mundo interior, analizará la mente y nos mostrará diversos hechos. Los poderes de la mente son como rayos dispersos; cuando se concentran iluminan. Este es nuestro único medio de acceder al conocimiento» .

El yoga más conocido en occidente hoy en día es el Hatha-yoga. La palabra Hatha se traduce por «vigoroso» o «fuerza» y se refiere a aquella rama del yoga que trata de obtener la autotransformación y la autotrascendencia a través de una intensa purificación física y el fortalecimiento propio.

El hatha-yoga era en su origen una disciplina del raja-yoga, tal y como lo había enseñado Patañjali, por la cual se ponían en funcionamiento los centros de energía psíquica (chakras) para hacer emerger la energía psicoespiritual (kundalini) a grados más altos de conciencia. Sus prácticas más relevantes son los asana (posturas corporales) y el pránáyáma, el dominio de las corrientes del prána. Su principal objetivo es reunir el ha (hálito solar, denominado prána) con el tha (hálito lunar, llamado apana). Así el practicante consigue fuerzas espirituales y la Kundalini inicia su ascenso por los seis centros de energía psíquica .

Otro tipo de yoga es el denominado bhakti-yoga. Este yoga es esencialmente el yoga del amor y de la devoción, cristalizado en la Bhagavad- Gitá como un añadido a los yogas karma y jñána. Utiliza esencialmente las técnicas de acción sobre la conciencia basadas en el desarrollo de la afectividad, para obtener el acceso al plano superior de la conciencia. Entre ellas está la práctica de viveka (discernimiento); vimoha (no sometimiento a los deseos); abhyasa, los ejercicios espirituales, la dirección del pensamiento hacia Dios, el empleo de todas las técnicas que permiten afirmar este tropismo (música, oración).

Otra modalidad del Yoga es el llamado karma-yoga. Éste representa la vía de la acción, de utilizar la vida cotidiana, el propio oficio, o una disciplina atlética, como una forma de yoga, como la propia vía para descubrir quiénes somos.

En el karma-yoga, el practicante desarrolla métodos de trabajo en los que el único beneficio buscado es el de la influencia de la actividad sobre el psiquismo. En la Bhagavad-GM, V, 30, se lee:

«Aquél que dedica sus acciones a Brahmán y las ejecuta sin apego no es manchado por el pecado, como los pétalos del loto no son tocados por el agua».

El jñána-yoga está reservado esencialmente a los intelectuales puros. Utiliza las fuerzas del discernimiento como técnicas de acción sobre la conciencia. Estos principios fundamentales están consignados en las Upanishad.

Raramente se llega al samádhi, es decir, a la entrega, al conocimiento trascendente, solamente con el jñána-yoga; es necesario añadir otras disciplinas yóguicas según las tendencias profundas del discípulo. Además de los yogas mencionados, muchos otros como laya-yoga, kriyá-yoga, náda-yoga, siddha-yoga, tantra-yoga o kundalini-yoga, anticipan diferentes métodos para conseguir objetivos concretos.

M. TERESA ROMÁN LÓPEZ
para saber más acerca de filosofías de India:
http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ccr/11354712/articulos/ILUR0505110211A.PDF

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