miércoles, 12 de agosto de 2009

Meditación Zen 27

La calidad del ser. Cuando se hace algo, si se fija la mente en la actividad con cierto grado de confianza, la calidad del estado mental es la actividad misma. Cuando uno se concentra en la calidad del propio ser, está preparado para la propia actividad.

El propósito del zazén es alcanzar física y mentalmente la libertad de nuestro ser.

Para mí, las estrellas no son seres veloces, sino calmos, estables y pacíficos. Suele decirse “En la calma debe haber actividad y en la actividad, calma”: En realidad son la misma cosa... En nuestra actividad hay armonía y, donde hay armonía, hay calma.

Cuando practicamos sazen, la calidad de nuestro estar sentados con calma, estabilidad y serenidad es la calidad de la inmensa actividad del ser en sí mismo.

Cuando uno se sienta de la manera correcta, con la comprensión correcta, logra la libertado del ser, aunque no sea nada más que una existencia temporal. Durante este lapso, la existencia temporal no cambia, no se mueve, y se mantiene siempre independiente de otras existencias. Al momento siguiente, surge otra existencia... Dogen-zenji dijo: “El carbón no se convierte en cenizas”. Las cenizas son cenizas y no pertenecen al carbón, tienen su propio pasado y futuro. Son una existencia independiente, porque son un desello que penetra el vasto mundo de los fenómenos. Y el carbón y el fuego al rojo vivo son existencias completamente distintas. Y el carbón negro es también un destello que penetra ese vasto mundo. Donde hay carbón negro, no hay carbón al rojo.


Shunryu Suzuki, Mente Zen, mente de principiante.




La física nos dice que cuando las fuerzas que actúan sobre un objeto son iguales pero de direcciones opuestas, el objeto está sin movimiento, en calma. Por lo tanto cuando un objeto no se mueve, no es que no tenga actividad, sino que hay actividades opuestas que se anulan entre sí.

El ser humano cambia constantemente, está en actividad constante, de un lado a otro. Una gran cantidad de fuerzas que operan en distintas direcciones. Nos debatimos entre el pasado y el futuro. Pero cuando no se piensa en el pasado, cuando no se piensa en el futuro, las fuerzas se equilibran por la no acción, existe la calma.

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