domingo, 22 de junio de 2014

Cita del Día

sábado, 21 de junio de 2014

Cita del Día

La felicidad está dentro de uno, no al lado de nadie. Anónimo

viernes, 20 de junio de 2014

Cita del Día

jueves, 19 de junio de 2014

Cita del Día

Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas. Cree siempre en ti. Anónimo

martes, 17 de junio de 2014

Cita del Día

Si un huevo se rompe desde afuera, la vida termina. Si se rompe desde adentro, la vida comienza. Las grandes cosas siempre comienzan desde el interior. Anónimo

domingo, 15 de junio de 2014

Cita del Día

Hasta que no vacíes tu alma de todo aquello que te atormenta, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz. Anónimo

viernes, 13 de junio de 2014

Cita del Día

Se humilde porque estás hecho de Tierra. Se noble porque estás hecho de Estrellas. Proverbio serbio

miércoles, 11 de junio de 2014

HATHA YOGA PRADIPIKA

YOGA SWAMI SVATMARAMA









TRADUCCIÓN Y COMENTARIOS DE HANS-ULRICH RIEKER
PROLOGO DE B.K.S. IYENGAR

Traducción al inglés de Elsy Bechrer.

Traducción al español Alfredo Amescua V.


PARTE DOS: EL RIO DE LA VIDA.

Capítulo 5: La purificación de los nadis.


Después del amplio perfil de la evolución de todo el organismo dado en la Parte Uno, llegamos al elemento vata en todos sus aspectos.  Sólo aquél que es lo suficientemente de mente abierta puede captar el sentido más profundo de pranayama en sus tres dimensiones: burdo (físico), sutil (mental) y abstracto (espiritual); o dinámico, estático y abstracto.  Cuando reconoce la interrelación de estos aspectos, puede llegar a esa cognición que convierte la sabiduría del yoga en revelación.

(1)        Cuando el yogui ha perfeccionado sus asanas debe practicar pranayama según las instrucciones de su maestro.  Con los sentidos controlados se debe nutrir con moderación.

En un nivel más elevado de instrucción las cosas empiezan a cambiar de muchas maneras.  El gurú no es tan permisivo como al principio.  Da una iniciación superior y un nuevo mantra (más de esto más adelante), habla menos, espera más.  Tal vez todavía no en logros sino en términos de comprensión.  Tampoco le gusta referirse al primer nivel de la práctica.  Nosotros también encontraremos que rara vez se necesita recapitular.

(2)        Cuando la respiración “deambula” [es irregula] la mente también esta inestable.  Pero cuando la respiración se calma, la mente también estará en calma, y el yogui logra una larga vida.  Por lo tanto, uno debe esforzarse para controlar la respiración.

¿Has notado alguna vez cómo se hace irregular la respiración en ciertas ocasiones?  Ciertamente, si tratas de alcanzar un camión después respiras irregularmente y te das cuenta totalmente del hecho que te “falta la respiración”.  Pero eso no es lo que quiero decir.

Por ejemplo, considera otras dos ocasiones: en el teatro y en una entrevista importante.  ¿Cómo era tu respiración en el primer caso y en el segundo? ¿Cuándo era más lenta y cuándo más rápida? ¿Cuándo era regular? ¿Y cómo era cuando era irregular?  Así uno podría hacer mil preguntas en mil ocasiones y recibir mil respuestas diferentes – si la persona entrevistada sabía algo acerca de su respiración.  Pero no sabe nada acerca de su respiración y por lo tanto no sabe nada de su mente.  La conclusión es incontrovertible.

Ciertamente podemos saber esto o aquello acerca de nuestros pensamientos – por ejemplo, en qué hemos estado pensando – pero, ¿sabemos por qué pensamos sólo acerca de esto y no de cualquier otra cosa?  Sabemos que otro pensamiento surgió repentinamente, pero no sabemos la relación entre ambos pensamientos.  Sabemos que recordamos ciertas cosas fácilmente y olvidamos otras con igual facilidad, pero ¿por qué?  Justo lo que está detrás de este “¿por qué?” es la parte más importante de nuestra mente.  Es la fuente de nuestra existencia mental.

Pero el asunto de la relación de la mente con la respiración sigue sin resolverse.  Aquí podríamos reunir muchas formulas que tienen fundamentos fisiológicos, como la provisión de oxígeno, el ritmo cardíaco, la circulación sanguínea, la provisión de sangre a las células cerebrales.  Pero todos estos no son factores decisivos.  Lo que es decisivo es lo que sólo se entiende de manera imperfecta: el significado de la corriente vital o prana como la fuente de poder de nuestra creadora de pensamientos, la “mente”.  Todos estos son problemas pesados y complicados, pero sólo los mencionaremos ahora.  Slokas posteriores nos acercarán a la solución, al menos tan cerca como sea necesario para un yogui en la segunda etapa de entrenamiento.  Así que avancemos cautelosamente en este terreno poco firme.



(3)        El hombre vive sólo tanto tiempo como tenga aliento en su cuerpo.  Si le falta el aliento [prana] muere.  Por lo tanto debes practicar pranayama.

Sabemos, desde luego, que la respiración es vida; incluso conocemos el proceso químico que lo prueba.  Pero, ¿cómo es que no podemos mantener vivo a un hombre agonizante poniéndole un tanque de oxígeno?  Así que no sólo importa el oxígeno.  ¿Es el elemento decisivo de la corriente de vida, prana?

(4)        Cuando los nadis están impuros, la respiración no puede penetrar en el sushumna.  Entonces el yogui no logra nada, ni puede alcanzar el estado de concentración profunda [unmani avastha].

Sabemos que los 72,000 nadis en nuestro cuerpo son los transmisores de la corriente vital y que vivimos nuestras vidas cotidianas gracias a esta corriente.  La vida superior de un yogui se alcanza creando una provisión adicional de corriente para enviarla a través del canal principal (sushumna) que de otra manera se aprovisiona débilmente.  Esto causa actividades incrementadas en los chakras y centros cerebrales, resultando en el estado de consciencia superior del yogui.  Es bien sabido que un conductor oxidado usa más corriente que uno limpio.  Similarmente, si los nadis están impuros, pranayama es una energía desperdiciada.

(5)        Sólo cuando todos los nadis que todavía están impuros se purifican el yogui puede practicar pranayama exitosamente.

(6)        Por lo tanto uno debe practicar pranayama con la mente en condición sátvica hasta que el sushumna esté libre de impurezas.

Hay dos métodos de purificación de los nadis.  Aquí describimos el método psicológico que es mucho más placentero que el otro, aunque el segundo lleva a la meta másrápidamente.

Uno debe practicar con “la mente en estado sátvico”.  Trataremos de entender esto sin agobiar a la mente con la teoría del guna.

Sattva es la tendencia positiva para la pureza.  Buenas acciones, palabras amables, pensamientos nobles, una personalidad agradable, interés en propósitos elevados son marcas distintivas de sattva.  Y recuerda, no es la actividad la que es decisiva.  Un solo pensamiento impuro durante pranayama y la corriente se trastorna; no sólo la corriente sino todo el ser, ya que un ser humano se convierte en un ser humano sólo por esta corriente electromagnética.

Podemos imaginar fácilmente cómo puede suceder esto: podemos percibir algo; lo transporta la corriente vital al cerebro, como un reflejo vivo.  Hasta ahora la podemos llamar la “idea pura”.  Una vez que llega al pensamiento ya está coloreada por la personalidad y así se individualiza.  Luego es evaluada; y esto una vez más es totalmente individual.  Si además luego es manchada por una mente impura, toda nuestra personalidad se contamina.

Estas impurezas aparentemente triviales todavía son lo suficientemente burdas para bloquear la ruta psíquica de los nadis.  Esta afirmación sería absurda si los nadis fueran lo que no son, órganos corporales.  Más bien son campos magnéticos, como aquellos que produce un imán.

Si ahora nos damos cuenta que cada respiración que hacemos es pranayama en cierto sentido, nos podemos dar cuenta fácilmente que tan frecuentemente dañamos nuestra delicada psique con un pensamiento impuro o malo.  En el largo plazo acortamos nuestras vidas con cada gesto negativo en acción, palabra o pensamiento sobrecargando los conductos de la corriente vital con estas impurezas.

(7)        Asumiendo la postura padmasana, el yogui guiará el prana a través de la narina izquierda [chandra = luna] al nadi ida y después de haber aguantado la respiración tanto como sea posible [en kumbhaka], debe exhalarlo a través de la narina derecha [surya = sol].

(8)        Entonces debe inhalar por la narina derecha, hacer kumbhaka siguiendo la regla y exhalar por la narina izquierda.

(9)        La inhalación [siempre] es por la misma narina que la exhalación previa.  Después de que se ha retenido el aliento al máximo límite posible [hasta] que se empieza a sudar o el cuerpo empieza a temblar, uno debe exhalar lentamente – nunca rápidamente [ya que reduce la energía del cuerpo].

(10)     Toma el prana a través del nadi ida y exhálalo a través de pingala.  Luego toma [prana nuevo] a través de pingala y libéralo a través de ida, después de haberlo retenido [en kumbhaka] tanto como sea posible.  El yogui que ha se ha perfeccionado en los yamas [desarrollando así la mente sátvica] purificara sus nadis en tres meses [de práctica].

Esta es la técnica de pranayama.  Tal como toda la multitud de asanas están dirigidas a la columna vertebral, así la esencia de prana se centra en kumbhaka, el periodo cuando no hay respiración.  De esto así como por indicaciones posteriores podemos reconocer que no es la respiración la que lleva la corriente sino que la corriente se produce durante el proceso de respiración.

Así como el torrente de agua en una planta hidroeléctrica es sólo el medio para liberar la energía a través de la que se activa los cepillos de la turbina estacionaria, así el prana tampoco se origina en la respiración sino en las “turbinas”, las ruedas de los chakras con las que los nadis tienen una relación inductiva.



La corriente necesaria para mantener nuestra vida se regula automáticamente a través de la fuerza variable de nuestras inhalaciones y exhalaciones.  Suspirar y bostezar son pranayamas en miniatura pero con propósitos diferentes.  Nuestro medico crítico nos dirá condescendientemente que bostezar y suspirar son funciones que regulan la provisión de oxígeno en nuestra sangre.  Cierto.  No tratamos de menospreciar este hecho.  Y sabemos fisiológicamente que la producción de corriente es tan pequeña que a duras penas se puede medir: un factor insignificante, tal como hace cien años las secreciones microscópicas se consideraban insignificantes.  Pero el hombre es más que un laboratorio químico y no tenemos el derecho a designar incluso las manifestaciones más pequeñas como no importantes hasta que tengamos pruebas.

Debemos, por lo tanto, no sorprendernos por la afirmación controvertida de los yoguis que el corazón no es el órgano más importante del hombre.  Son los centros de poder, aunque todavía no hayan sido vistos por nadie, los que llevan la voz cantante vital.  El corazón es un músculo y es un regulador de funciones corporales sólo en relación y en cooperación con otros órganos, mientras que estos centros invisibles supervisan y guían a los órganos porque están directamente subordinados a la mente.

(11)     Debemos practicar kumbhaka cuatro veces al día: temprano en la mañana, a medio día, al anochecer y a media noche, hasta que podamos hacer 80 ciclos [cada vez].

Un comentario habla de tres fases: al inicio la respiración se debe aguantar durante 30 segundos, en la segunda etapa 60 segundos y en la tercera 90 segundos.

(12)     En la primera etapa se empieza a sudar, en la segunda etapa el cuerpo tiembla y en la tercera etapa el prana llega al centro de la cabeza a través de sushumna.  De esta manera se debe practicar pranayama.

Esto puede parecer muy violento, pero no olvides que la característica principal del yoga no es violencia sino perseverancia, no compulsión sino paciencia.  Sin embargo, hay un límite más allá del que la perseverancia se vuelve testarudez y la paciencia apatía.  El yogui debe reconocer y respetar estos límites.  Esta es una de las tareas más difíciles en toda su carrera.  Prueba: toma una de las asanas más difíciles y trata de sostenerla por más tiempo de lo que pueden permitir naturalmente tus fuerzas físicas.  Los signos de violencia y coacción excesiva, sudor y temblores, aparecerán; respiración pesada y tensión de los labios también atestiguarán un conflicto.  Uno lucha contra su propio ser.  Una parte quiere detenerse; la otra quiere continuar.  Estas manifestaciones son señales de fuerza excesiva; es muy diferente cuando la perseverancia y la paciencia están en juego sin ninguna compulsión.  Pero para esto necesitamos cierta manera no compulsiva de practicar y ese es el motivo principal de todo el sistema de yoga.  Es difícil aprenderlo de los libros y sólo un gurú nos puede enseñar el camino verdadero: la práctica meditativa.

El yogui medio entrenado le pone atención principalmente al cuerpo al hacer las asanas, ejemplo: a las diferentes posiciones de las extremidades que quiere colocar en la postura prescrita.  Y este es un gran error.  Se debe concentrar en la “asana como tal”, menos en su manifestación física y mucho menos en el cuerpo que se mueve y adopta las posturas.  Entre menos atención consciente le preste el yogui a su cuerpo tanto más perfecta su asana.  Si la frase “asana como tal” nos parece extraña, esto indica que todavía no penetramos en la esencia más profunda de las asanas, su gran significado verdadero.

Para poder mostrarte que las asanas son más que ejercicios gimnásticos creados conscientemente, permíteme describir una manifestación misteriosa que usualmente sólo atestiguan los iniciados.  El proceso, llamado kriyavati, se manifiesta en los yoguis que han despertado la kundalini a través del hatha yoga.

El yogui se sienta en meditación.  Se suspende la respiración, el cuerpo está frio y tieso.  Sólo la parte más superior del centro de su cráneo está febrilmente caliente.

Luego empieza a mover sus extremidades.  Parece que está funcionando un mecanismo interno.  Lentamente, continuamente, con facilidad si trabas sus brazos se entrelazas, las piernas entran en contorsiones, la columna vertebral se tuerce; asanas perfeccionadas al máximo.  Él incluye asanas que no han sido descritas por ningún libro de texto; las guhyasanas, posturas que sólo le son enseñadas al estudiante oralmente después de ciertas iniciaciones.  Son asanas que solo puede ejecutar el yogui que ha aprendido a gobernar su cuerpo completamente con su consciencia superior.

El yogui no ejecuta estas asanas conscientemente despierto.  “Ello” ejecuta las asanas por él mientras su estado de vigilia ha cedido completamente a un estado más allá de la frontera de la percepción.

En este estado, el yogui es capaz de logros físicos sobrehumanos.  Así encontramos en Tibet a los lunggompas, yoguis que en un estado meditativo recorren cientos de millas con gran velocidad.  Precipicios vertiginosos y tormentas de nieve no pueden impedir su curso, mucho menos detenerlos.  Los intentos de seguirlos en caballos galopantes siempre han fracasado.  Ningún caballo ha pasado nunca esta prueba prodigiosa.

En este estado no hay temblores, no hay sudor.  Esta es una de las formas superiores de yoga; todavía estamos trabajando en un nivel considerablemente inferior.  El ideal al que aspiramos ahora yace entre nuestra consciencia usual del movimiento corporal y el estad kriyavati.  El reflujo de la fuerza física durante la práctica se manifiesta con temblores y sudor; la consciencia permanece en calma y relajada.  La mente, no estando cargada con ningún sentimiento de persistir descansa en sí misma, en la “asana como tal”.  Esta es la diferencia esencial.

Así que cuando brota el sudor aquí en el primer nivel, esto es una señal de compulsión sólo si la consciencia se ocupa con este hecho.  Si la mente permanece en calma, no hay ningún pensamiento de compulsión.

(13)     Masajea el cuerpo que suda.  Esto imparte ligereza y fuerza a toda la constitución.

(14)     Al inicio de la práctica el yogui se debe alimentar con leche y ghee (mantequilla clarificada).  Cuando es avanzado esas restricciones ya no se necesitan.

(15)     Tal como se doman los leones, elefantes y tigres [poco a poco, con paciencia y energía], así se debe mantener el prana bajo control.  De otra manera afectará al practicante.

(16)     Con la práctica de pranayama nos libramos de todas las enfermedades.  Con la práctica defectuosa el yogui invita toda clase de dolencias.

(17)     Entonces la respiración toma un curso equivocado y la práctica resulta en toz, sama, dolor de cabeza, dolor de ojos y oídos así como en otras enfermedades.

Se dice que el ejemplo clásico de la mala práctica es el de Ramakrishna, el famoso santo del siglo XIX.  En su juventud su práctica terminaba invariablemente en desmayos.  Más adelante desarrolló ojos enrojecidos y sangrado de las encías y l resultado final de su mala práctica fue cáncer de la garganta, del que murió.  Su santidad no fue el resultado de este tipo de práctica; pero el extremismo autodestructivo es una indicación del tipo de crueldad de la que es capaz el hombre.

(18)     Lentamente uno debe inhalar y exhalar y proceder gradualmente también con kumbhaka.  Así uno llegará a los siddhis.

(19)     Cuando se purifican los nadis, se manifiestan naturalmente ciertas señales: el cuerpo se vuelve ligero y brillante.

(20)     Tan pronto como se purifican los nadis el yogui puede retener la respiración más tiempo, el fuego gástrico se activa, nada [el sonido interno] se hace audible y goza de perfecta salud.

La salud perfecta en sí misma es suficiente razón para ocuparnos de la purificación de los nadis.  Aprenderemos más acerca del fuego gástrico y el sonido nada más adelante.  Pero es el arte de la retención del aliento lo que es tan esencial en el desarrollo de pranayama.

¿Cómo es que el poder de retener el aliento por un periodo considerable de tiempo depende de la pureza de los nadis en lugar de la capacidad de los pulmones?

La respiración se acorta cuando el aire que se guarda en los pulmones tiene mucho prana.  Si los nadis son impuros (como es común), entonces se impide el flujo del prana y pronto no puede recargar el aliento.  La respiración se vicia como una bebida carbonada cuando ha perdido sus burbujas.  Si la ruta del nadi es pura, sin embargo, el flujo del prana puede mantener “viva” la respiración durante más tiempo.

Un yogui que puede subsistir con una respiración durante días – como se ha demostrado – causa que el río de prana circule en el cuerpo y no permite que se escape el prana.  Absorbe oxígeno a través de sus poros.  Ahora veamos las técnicas para la purificación de los nadis.

(21)     Aquél que es de constitución débil y flemático, sujeto a desórdenes kapha, primero debe practicar shaktarma.  Aquellos que no sufren [constitutivamente] de los [principales] desórdenes debidos a vata, pitta y kapha no lo necesitan.

Los nadis de todos los estudiantes, incluso los más saludables, se necesitan purificar.  El hombre de salud perfecta, el deportista, el maestro de las asanas cuyo entrenamiento físico está más cerca de la perfección que sus logros mentales-espirituales puede alcanzar la perfección de los nadis cultivando el aspecto mental-espiritual.  Para uno que primero debe pensar en la purificación física-orgánica porque siente problemas y deficiencias, shatkarma (la “actividad séxtuple”) es lo indicado.

(22)     Shatkarma es dhauti, vasti, neti, trataka, nauli y kapalabhati.

(23)     Estas seis prácticas que limpian el cuerpo, se deben mantener en secreto cuidadosamente porque inducen numerosos resultados maravillosos y por lo tanto los grandes yoguis les tienen una alta estima.

¿Por qué esta secrecía? ¿Cuáles son estos “resultados maravillosos”?

Imagina un hombre que utiliza un artefacto eléctrico de baja tensión, que está conectado por un transformador a una corriente de alta tensión.  Apenas nota la corriente que usa con la punta de los dedos.  Si se quita el transformador recibe un shock eléctrico.

Esto es exactamente así.  Los nadis sucios actúan como un transformador con la corriente vital para que no pueda suceder nada malo.  Cuando los nadis están limpios se aumenta muchas veces la efectividad del prana y esto puede ser peligroso.

(24-25) Toma una tira de tela limpia, de cuatro dedos de ancho y 15 medidas de largo y trágala lentamente como te instruya el gurú.  Luego jálala hacia afuera.  Esto es dhauti y es efectivo contra el asma, las enfermedades del páncreas, la lepra y otras enfermedades debidas a kapha.

(26-38) Siéntate en una tina de agua hasta estar sumergido hasta el ombligo, en posición de cuclillas con los talones presionados contra las nalgas. 

Introduce un tubo angosto de bambú en el ano, contrae el músculo del ano [para jalar el agua] y mueve el agua dentro.  Este vasti cura los problemas del bazo, edema y otras dolencias que se deban a una sobre provisión de vatta, pitta y kapha.  Este vasti, cuando se practica adecuadamente, refina la circulación de los fluidos del cuerpo, la función de los sentidos y del corazón.  Hace el cuerpo brillante y aumenta el fuego gástrico.  [Así] se eliminan todos los defectos constitutivos.

Tantas palabras para un simple edema.  Si este simple remedio es un tesoro dorado en el occidente, qué tan más grande puede ser su valor en los trópicos.  Es un procedimiento común.  Gandi lo practicaba siempre.

Desde luego que todo esto sin pranayama.  Cuando se agrega eso cambia toda la imagen y se indica un gran precaución.

(29-30) Jala un hilo, de 12 pulgadas de longitud, a través de una de las narinas y deja que su extremo emerja a través de la boca.  Esto es neti.  Limpia el cráneo y hace los ojos agudos.  También elimina enfermedades que están arriba de los hombros.

Ciertamente no es una sensación agradable jalar un hilo húmedo a través de la nariz y dejarlo salir en la parte posterior de la garganta, jalándolo con dos dedos y moviéndolo de atrás a adelante a través de la narina.  Pero realmente es mucho menos agradable ver el procedimiento que hacerlo.  El yogui si acostumbra a ello y está felizmente libre de gripoas y problemas de sinusitis.

(31-32) Mira si parpadear [con la mente concentrada] un objeto pequeño, hasta que tus ojos se llenen de lágrimas.  Los gurús llaman a esto trataka.  Trataka cura todas las enfermedades de los ojos y elimina el cansancio.  Por lo tanto se debe mantener en secreto cuidadosamente, como una caja del tesoro.

Aquí uno puede pensar que hay un motivo ulterior.  ¿Se debe mantener en secreto la práctica sólo porque entrena los ojos?  Esto difícilmente puede ser la verdadera razón.  Realmente hay una razón mucho más factible para guardar el secreto.

Hipnosis, auto hipnosis, visiones, estados de trance, éxtasis, alucinaciones – todas estas cosas siempre parecieron muy atractivas.  A todos les gustaría experimentar algo como eso sin ponerse en peligro.  Y esta práctica lleva exactamente en esa dirección.  Uno la puede llamar falsa meditación.  Desde el punto de vista del yoga, todos los fenómenos relacionados con la hipnosis son totalmente inútiles si no es que realmente peligrosos.  El experimentador prematuro invariablemente saca las conclusiones erróneas de sus experiencias.  Los verdaderos estados meditativos son cognitivos, con la consciencia clara.  No hay manifestaciones sorpresa.  Esta práctica (tratakam) es saludable si se hace con el cuidado adecuado.  Es veneno si se fuerza muy rápido.

(33-34) Con la cabeza doblada hacia abajo rota lentamente las entrañas [intestinos y estómago], como un remolino en un río, hacia la derecha y hacia la izquierda.  Los siddhas llaman a esto nauli.  Esta, la más importante de todas las prácticas de hatha yoga, elimina la lentitud del fuego gástrico, estimula la digestión y deja una sensación muy agradable, elimina todas las enfermedades.

Esta práctica no sólo pertenece a satkarma sino también al hatha yoga regular, aunque no se puede llamar asana ya que asana significa “postura, asiento”, una postura inmóvil, mientras que nauli es el movimiento de los músculos abdominales.  En shatkarma es más bien una subsidiaria, ya que entrene los músculos para dhauti y basti.  Esta práctica – que se les recomienda a los obesos – empieza con una exhalación profunda.  Al mismo tiempo, inclínate hacia delante con las manos presionando los muslos y mete el abdomen mientras levantas los hombros; luego trata de apretar los músculos abdominales retraídos.  Una vez que se logra esto el movimiento circular no es problema, ya que los músculos sobresalen separadamente en el abdomen retraído, tan gruesos como el brazo de un niño.

(35)     Inhala y exhala como el fuelle de un herrero.  Esto es kapapabhati y elimina todos los padecimientos debidos a kapha.

(36)     Uno se libera de la obesidad con estas seis prácticas y es exitoso si uno agrega pranayama después de ellas.

Sin embargo es más aconsejable seguir el método mental para la purificación de los nadis, porque el progreso y la purificación van de la mano.  Además:

(37)     Algunos maestros dicen que se pueden eliminar todas las impurezas sólo con pranayama, sin nada más.

Y esos maestros que lo dicen deben saber de lo que hablan.  Shatkarma es un método físico burdo, mientras que la purificación con pranayama, fundada totalmente en la mente sátvica, representa una purificación que lo abarca todo.  Shatkarma es la purificación de las etapas inferiores del hatha yoga, mientras que pranayama pertenece a la forma superior de yoga, raja yoga.

La siguiente práctica no pertenece a shatkarma.  Cierto, tiene las características de shatkarma, pero hay algo más implicado.
(38)     Cerrando el músculo del esfínter del ano, jala apana hacia la garganta y regurgita lo que hay en el estómago, de esta manera se controlan los nadi chakras.  Esto es gajakarani.

Si recordamos la contracorriente de prana, apana en el abdomen, sabemos que esta corriente no puede ir más allá del abdomen.  Es imposible llevarla a la garganta.  Pero uno puede – y en este caso debe – causar que la corriente apana se presione contra la corriente udana, la corriente de la digestión en la parte superior del abdomen.  Esto es lo que causa la regurgitación.

Como se mencionó anteriormente, con esto no estamos realmente tratando con un proceso de purificación, ya que dhauti ya ha hecho su trabajo.  Más bien, estimulamos al sistema nervios directamente con el esfuerzo de regurgitación.

Pero así como los yoguis actuales no promueven este tipo de práctica también nosotros la dejaremos en paz, ya que esto claramente parece ser une interpolación muy posterior.

Después de estas prácticas de purificación más o menos agradables regresamos pranayama.

(39)     Brahma y los otros dioses que se dedican a la práctica de pranayama fueron liberados [por ella] del miedo a la muerte.  Es por eso que nosotros [también] la debemos practicar.

(40)     Cuando se controla la respiración, la mente firme e inamovible, los ojos fijos entre las cejas; ¿Por qué entonces de debemos temer a la mente?

Incluso un hombre que – como el yogui- no debe temer al castigo en el juicio final se aproxima a sus últimos momentos con algo de temor, ya que el proceso de morir está más allá de nuestra esfera de control.  Aquí, para bien o para mal, nos entregamos al juego de las fuerzas naturales y esta es para un hombre la experiencia más aterradora: ser una víctima indefensa.

Para el que domina pranayama, las cosas son diferentes.  Controla los poderes que representan a la vida.  Muere conscientemente.  En la vida como en la muerte se adapta con una gran visión a los procesos naturales de los que siempre está consciente.  No es sólo la corriente de vida del prana sobre la que dependen la preservación y el fin, ya que si ese fuera el caso, el yogui sería inmortal.  Más bien, reconoce el ritmo al que él, como todas las demás cosas vivas, está sujeto y su tarea es obtener la mayor armonía posible con este ritmo.  Una vez que ha logrado esto y su ciclo de existencia está completo, no tratará de influenciar las leyes de su ocaso.  Su muerte para él sólo es la tarde que es seguida por una mañana nueva y más pura, un ciclo nuevo.  Se dice que es una de las características de los dioses que ellos no le temen a la muerte a la que están sujetos como todas las criaturas vivientes, porque ellos entran conscientemente al eternamente nuevo ciclo de vida y pasan conscientemente a través del estado de muerte transitorio y purificador.  Una y otra vez Vishny pasa a través de la existencia: como un animal, héroe, amante, enano o gigante.  Nace, hace su trabajo divino, muere y renace.  Su consciencia es el Inconsciente que todo preserva.

Hacer que este Inconsciente sea consciente es la meta del maestro de yoga, ya que esta es la única manera de llegar a ser igual a los dioses.  Así que pongamos atención en la pureza física y espiritual de los nadis, ya sea que seamos yoguis o no.  Inhalemos la corriente de vida sin cargarla con pensamientos impuros.  También vivamos más conscientemente con nuestra visión interna concentrada en aquello que le eleva por sobre todas las criaturas: nuestro espíritu.  Entonces cada respiración es pranayama que nos hace más divinos.

(41)     Tan pronto como los nadis han sido purificados por medio de pranayama sistemático, la respiración encuentra fácilmente su camino a la entrada de sushumna.

(42)     Cuando fluye la respiración a través de sushumna, la mente se hace firme.  Esta firmeza de la mente se llama unmani avastha.

(43)     Para lograr esto el sabio practica una variedad de kumbhakas con las que adquiere siddhis.


Cita del Día

Un hombre sabio es aquel que aprende algo de cada persona. Alejandro Jodorowski